La ficticia compañía teatro cubana de revista representa Cómeme el coco negro

Nunca pensaron que llegarían a cumplir el cuarto de siglo. Incluso cuando a alguno de los integrantes de La Cubana, como el director y uno de los fundadores de la compañía catalana, Jordi Milán, le preguntaban hace pocos años a qué se dedicaba, todavía respondía que era "diseñador, en vez de teatrero". Pero el cumpleaños llegó el año pasado y la gran celebración del grupo empieza esta misma noche en Viladecans con la reposición de uno de sus grandes éxitos.

El reestreno de Cómeme el coco negro supone, además, la recuperación por parte de La Cubana de un género como la revista que ya hace 18 años, cuando estrenó el montaje original, mostraba sus últimos estertores. Entonces, la obra se convirtió en un homenaje a un tipo de teatro de gran popularidad a lo largo del siglo XX, pero que estaba a punto de morir por los cambios de la sociedad donde se suponía debía tener su público. Aunque Cómeme el coco negro no fue sólo eso, pues la compañía catalana aprovechó la circunstancia para dar un vuelco a este tipo de teatro con un montaje diferente, atrevido y rompedor que consiguió el respaldo de crítica y público, además de algún que otro susto que estuvo a punto de llevar al propio Milán a la comisaría por estafa o falta de respeto al respetable.

La obra contaba "de manera muy bestia las penalidades de una compañía ambulante de revista del tipo de las de Manolita Chen que iba por los pueblos para montar su chiringuito ofreciendo un espectáculo de varietés": Los integrantes del grupo eran, en realidad, "unos cómicos de la legua a los que casi nadie respetaba y que, una vez acabada la función, tenían que desmontar el entoldado que habían levantado" para la representación de una revista llamada Cómeme el coco negro.

Sorpresa generalizada
Pero el espectáculo era en realidad un gigantesco Mcguffin, pues la verdadera obra cabalgaba por otros caminos, con los que sorprendieron al público, y por los que esperan otra vez sorprender a nuevos espectadores con ganas de reírse y pasar un buen rato. Eso sí, Milán les recomienda "llegar con antelación al teatro para no perderse nada". Al director de La Cubana el paso del tiempo no le asusta ni que el coco pueda estar pasado. Milán considera ya un éxito la acogida de los teatros de toda España que a punto están de convertir la gira que empieza el 28 de abril en Castellón en una réplica de la del montaje original. Esta, que duró más de dos años, superó el medio millón de espectadores. Milán espera asimismo despertar "los recuerdos de los que vieron la obra en el 89 y atraer a los jóvenes, que no conocen lo que es una revista, ni las de los tiempos de Tania Doris, el empresario Colsada y Lina Morgan ni las de La Cubana" con un coco muy fresco.