Teatro

De Reza a Guillén de Castro

Natalia Menéndez dirige 'Tres versiones de la vida' y el clásico 'El curioso impertinente'

8 febrero, 2007 01:00

José Luis Gil y Silvia Marsó en 'Tres versiones de la vida'

Natalia Menéndez anda estos días dividida entre el verso y la prosa. La directora estrena esta noche, en el Teatro Principal de Alicante, El curioso impertinente, el texto que Guillén de Castro desarrolló de un episodio de Don Quijote de la Mancha, y el próximo miércoles inicia en el Infanta Isabel de Madrid las funciones de Tres versiones de la vida, la obra que Yasmina Reza escribió después de la exitosa Arte.

El desafío de Menéndez abarca mucho más. La directora no sólo contrapone con las dos obras verso y prosa, teatro público y privado -El curioso impertinente es un montaje de la Compañía Nacional de Teatro Clásico, mientras que Tres versiones de la vida es una producción privada, con Silvia Marsó detrás y encima del escenario- . También enfrenta dos filosofías de la vida humana, las que entienden que la vida del hombre está gobernada por la manipulación o el azar y que son ellos los que determinan, sus actos hacia una u otra dirección.
La primera campea en el texto de Guillén de Castro. Para empezar, el contemporáneo de Cervantes quiso "convertir en comedia el episodio de Don Quijote y le salió una tragicomedia", según Menéndez, para lo que hizo "un gran estudio pisicológico de los personajes", además de proporcionar hondura a varios de ellos, como la mujer casada a la fuerza o los criados. Los cambios concluyeron en una obra donde los personajes están gobernados por un hilo que les dirige en sentido opuesto a sus deseos.

Esos recorridos incluyen una buena dosis de "violencia física y emocional", aunque también hay varias pinceladas de humor presentes en el original de Guillén de Castro, que Menéndez considera deudora de Lope de Vega, pues permiten que "así lleguen mejor las cosas" a los espectadores.

La obra de Reza, por el contrario, es un juego donde el azar modifica la vida de los personajes. Un matrimonio de investigadores invita al jefe del varón de la pareja a cenar a su casa y así aprovechar para hablar de un trabajo de él que tiene visos de ser muy importante. Pero los invitados se presentan la víspera por error, sin que los dueños de la casa tengan nada preparado para la cena y, lo que es peor, en el transcurso de la velada comunican que unos investigadores mexicanos acaban de publicar un artículo sobre el descubrimiento en el que el anfitrión tenía puestas sus esperanzas profesionales y personales de ascenso.

A partir de esa anécdota, Reza crea una obra múltiple que "va de lo concreto a lo abstracto" mientras sus personajes ofrecen sus diferentes versiones de lo que les ha ocurrido en una cena gobernada por el azar.

La primera parte es "un vodevil en el que aparece el desbarajuste de la repentina aparición de los invitados, luego llega una parte más ‘ibseniana’, como de teatro nórdico, y la última es más de teatro contemporáneo, con una acción que se va desestructurando", continúa la directora, a la vez que sus protagonistas se comportan como si estuvieran en un ring de boxeo. La autora de origen iraní no toma partido por ninguna de las versiones ni menos aún por los personajes. "Reza sólo interroga, por lo que creo que la obra va a generar debate", concluye Menéndez.