Image: Secun de la Rosa

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Teatro

Secun de la Rosa

“Hoy todo es política, desde el teatro a las películas de Almodóvar”

15 abril, 2004 02:00

Secun de la Rosa. Foto: Diego Sinova

Tiene cara de no haber roto un plato en su vida, pero Secun de la Rosa es en escena un torbellino que protesta y se ríe de todo aquello que no le gusta. Autor, director y actor, ha revitalizado el género del cabaret en su vertiente crítica y contestataria desde su compañía Caracalva, con la que lleva ocho años practicando un humor surrealista. Después de actuar en El otro lado de la cama y Días de fútbol, De la Rosa estrena el 15 de abril en el Alfil de Madrid su texto Mentirosas, dirigido por Quino Falero.

Mentirosas ha ganado el primer premio Torre de Babel al mejor texto dramático. Protagonizada por Rocío Calvo, Paloma Montero y Elena Castañeda, la obra es una muestra del corrosivo verbo de Secun de la Rosa, que dota a sus obras de un surrealismo no exento de crítica social.

-¿Se considera autor antes que director o actor?
-Ante todo me considero actor, porque me he formado en la interpretación. De ahí surgió la compañía Caracalva, con la que trabajo desde 1996 junto con Aitor Merino y Pilar Castro. Lo bueno del "teatro pobre" es que te tienes que buscar la vida y meterte en otros campos. Así, la necesidad de textos para interpretar me llevó a escribir piezas para la compañía. Más tarde empecé a dirigir una escena, luego otra, y al final acabé dirigiendo. Soy un actor que ha descubierto otros caminos.

-¿Influye en la escritura tener una compañía propia? ¿Qué retos le ha planteado la escritura de Mentirosas?
-Escribir para otra compañía que no es la tuya siempre es difícil porque desconoces su forma de trabajar, de actuar, su estilo, etc. Además debes asumir que una vez entregado el texto, la visión que quedará será la que los otros den a tu obra, no la tuya.

-¿Aquí también hace gala de su humor ácido y de cierta crítica social?
-Sí. Las actrices Rocío Calvo, Paloma Montero y Helena Castañeda me pidieron una comedia crítica con cierta realidad social. En Mentirosas no se nombran a personas concretas pero sí hay personajes muy reconocibles. Teníamos claro que no queríamos hablar de "cosas de mujeres", sino que el tema fuera independiente del sexo de los actores.

Reírse de todo
-Sus trabajos se inscriben en el cabaret entendido como vía de denuncia y crítica. ¿Es el género en el que mejor se expresa?
-Para mí el teatro es un arte
creativo que no se limita a entretener. Me interesa dar una visión del mundo más personal y promover la reflexión social, aunque sea mediante la risa. Lo bueno de la comedia es que puedes conectar con el público y reírte de todo.

-¿El teatro está amansado, necesita recuperar esa crítica social?
-Absolutamente. El teatro actual no tiene referencias. Es necesario recuperar la crítica en vez de tantas producciones "fotocopia" de musicales que han triunfado en Broadway. También debe ser político porque hoy en día todo es política, incluido el teatro. ¡Hasta las películas de Almodóvar lo son!

-¿Esa crítica se está ejerciendo desde el teatro alternativo o este circuito también ha perdido rebeldía?
-Tengo que aclarar que la palabra "alternativo" no me gusta porque significa que "prescindes" del otro. y yo no quiero eso. Prefiero "independiente" porque refleja mejor la situación de muchas compañías y salas de teatro que realizan sus trabajos "independientemente" de la Administración y de las subvenciones. Pero sí, incluso en este circuito creo que falta atrevimiento y poder de movilización. Ahora el escándalo se da en la televisión.

-¿ése es todo el problema de las alternativas?
-No. Necesitan muchas cosas, pero sobre todo que se las tenga más en cuenta y crear un público fiel.

-¿Quién debe responsabilizarse de este cambio que nunca llega?
-Todos. El problema es que el circuito independiente es invisible para el gran público. No hay que olvidar que el teatro existe porque hay un espectador. Sin embargo, el concepto que la gente tiene del teatro está anticuado y debe renovarse, como ya se ha hecho en el cine español.

-Compañías como Yllana y Animalario está revitalizando la comedia en la cartelera. ¿Dónde radica su éxito? ¿Se siente cercano a su visión del humor?
-Animalario tiene una personalidad propia muy definida e ideológicamente lo tienen muy claro. Son muy valientes. Yo he trabajado con ellos y comparto muchas cosas, pero desde Caracalva nos gusta más jugar con el surrealismo de las palabras, mientras que Animalario crea personajes muy identificables política y socialmente.

Segunda parte de un éxito
-¿Cuáles son sus próximos proyectos? ¿Seguirá haciendo cine?
-Sí. Mi trabajo en cine se lo debo a David Serrano, el director de Días de fútbol, que ha sido mi ángel de la guarda. En octubre rodaré la segunda parte de El otro lado de la cama, con el mismo equipo que en la primera, y mientras preparo un nuevo montaje con Caracalva para mayo y el guión de un cortometraje. Ahora estoy muy metido en las tablas. Soy animal de teatro.