Falstaff-6182-1024x574

Falstaff-6182-1024x574

Ópera

Teatro Real, campeón del mundo de ópera

Es la gran temporada del coliseo madrileño. A punto de rematar un curso homérico por la pandemia, ha recibido un chute de moral tremendo en forma de premio: el International Opera Award como mejor compañía de ópera del mundo en 2019

11 mayo, 2021 09:53

Es la gran temporada del Teatro Real. A punto de rematar un curso homérico, por todas las dificultades que ha tenido que afrontar durante la pandemia, ha recibido un chute de moral tremendo en forma de premio: el International Opera Award como mejor compañía de ópera del mundo en 2019. En el horizonte, además, se prevé que el coliseo madrileño sea el candidato más firme para el próximo año, dado que es de los pocos teatros de ópera del mundo que le ha doblado el pulso al virus, sacando adelante producciones de tanta envergadura como el Peter Grimes de Deborah Warner (una directora talismán para el Real, ya que ella ganó un Opera Award con su Billy Budd producido por el teatro) y el Sigfrido de Carsen dirigido desde el foso por Heras-Casado. Son montajes que se armaron conjuntamente en los fogones del Real, en mitad de PCRs a discreción, mascarillas, distancia física y litros de hidrogeles.

El ilusionante fallo se hizo saber a través de una gala virtual desde Londres y con un año de retraso por culpa de la pandemia. El Real se sobrepuso a la Royal Opera House (Londres), la Finnish National Opera (Helsinki), la Ópera de Frankfurt, Opéra Comique (París) y La Monnaie/De Munt (Bruselas). Ya había sido finalista en una ocasión anterior, pero entonces se quedó a las puertas.

Joan Matabosch, director artístico; Gregorio Marañón, presidente; e Ignacio García-Belenguer, director general del Teatro Real. Foto: Javier del Real

En la temporada 2019, que es la que contaba para esta edición, se estrenaron en Madrid nuevas producciones de Idomeneo, de Mozart (con Ivor Bolton en la dirección musical y escénica de Robert Carsen), Falstaff, de Verdi (con Daniele Rustioni y Laurent Pelly), la refinada y elegante Capriccio, de Richard Strauss (con Asher Fish y dirección de escena de Christof Loy) e Il Pirata, de Bellini (con Maurizio Benini y Emilio Sagi). Además, se puso en marcha la Tetralogía wagneriana con El oro del Rin y se 'descorchó' La Calisto, de Cavalli, y Don Carlo, de Verdi.

Asimismo, se brindó el estreno absoluto de la hilarante y crítica Je suis narcissiste, de Raquel García Tomás, producción que también estaba nominada para estos International Opera Awards. Otras de las cartas con las que jugaba el Real en la gala de anoche eran Street Scene (mejor grabación audiovisual) y la de la Orquesta Titular del Teatro Real (mejor orquesta). Aunque estas últimas no se llevaron finalmente el prestigioso reconocimiento.

Xabier Anduaga, ganador del premio al mejor cantante joven en los International Opera Awards. Foto: Javier del Real

Eso sí, la noche deparó otra alegría para el pabellón español. Xabier Anduaga fue reconocido como mejor cantante joven junto a la mezzosoprano rusa Vasilisa Berzhanskaya. Se da la circunstancia de que el tenor donostiarra, de 25 años, se halla inmerso estos días en Madrid en los ensayos de la ópera Viva la mamma, de Gaetano Donizetti, que levantará el telón el próximo 2 de junio. Una obra en la que también está presente el barítono Carlos Álvarez, que era finalista a mejor cantante masculino. Fue Joan Matabosch, el director artístico del Real, el que recogió de manera virtual el galardón. Él ha sido el gran artífice de la programación que ha gozado de la admiración mundial. Sin embargo, elegante, extendió los méritos todos los trabajadores del teatro que, advirtió, “cada día, con tesón, profesionalidad e ilusión consiguen levantar el telón”.

Carlos Álvarez, uno de los cuatro finalistas a mejor cantante en los International Opera Awards. Foto: Javier del Real

La organización de los International Opera Awards no pasó por alto tampoco esta circunstancia y, durante la gala, ensalzó el arrojo y la audacia de Matabosch y todos sus cómplices por la descomunal labor realizada durante estos meses para conseguir mantener la ‘transfusión’ de ópera a la sociedad en los tiempos más difíciles para el género lírico, que requiere de una concentración efectivos tan numerosa y tan a priori incompatible con el contexto vírico. Por eso hoy es visto como “como un símbolo de fortaleza, creatividad y esfuerzo”. El Real, así pues, suma y sigue.

@alberojeda77