Image: Alberto Corazón y Alfredo Aracil alumbran la ópera sin voces

Image: Alberto Corazón y Alfredo Aracil alumbran la "ópera sin voces"

Ópera

Alberto Corazón y Alfredo Aracil alumbran la "ópera sin voces"

El artista y el músico estrenarán Siempre/Todavía el 15 de octubre en el Museo Universidad de Navarra

29 septiembre, 2015 02:00

Una de las imágenes y texto de Alberto Corazón que se proyectarán en la ópera Siempre/Todavía

Unos apuntes de viaje de Alberto Corazón que han terminado siendo una ópera de Alfredo Aracil, titulada Siempre/ Todavía. Son el punto de origen (la nota a vuelapluma) y de destino (la obra lírica) de un curioso espectáculo en el que se combina la música interpretada por el pianista Juan Carlos Garvayo con los textos e ilustraciones animadas del artista madrileño. Será estrenado el próximo 15 de octubre en el Museo Universidad de Navarra, institución que lo impulsó y que lo coproduce junto al Centro Nacional de Difusión Musical y la empresa Meta/cción. Luego viajará al Centro Galego de Arte Contemporáneo (CGAC, Santiago de Compostela), donde se exhibirá el 23 de octubre. El itinerario creativo de esta "ópera sin voces" (no hay cantantes en escena, sólo el pianista y una pantalla de 7x10 metros) está jalonado por diversos meandros, encrucijadas y desvíos. Todo arranca con una circunstancia desafortunada que luego mutó en lo contrario: un golpe de suerte. El Museo Arqueológico de Damasco iba a exponer una muestra antológica de Alberto Corazón en 2002 (atención, era la primera que dedicaban a un autor vivo). Hubo un problema en la aduana con algunas de sus obras que retrasó una semana la inauguración de la exposición. En esos días, el artista, acompañado de su mujer, tuvo la oportunidad de recorrer las galerías y recovecos del museo sirio a sus anchas. Una toma de contacto con el patrimonio y el pasado de una región (delimitada entre el Éufrates y el Mediterráeno) seminal en nuestra civilización y que hoy parece a punto de desangrarse. Como acostumbra cuando viaja, iba haciendo anotaciones y trazando dibujos en un cuaderno, que amalgamados posteriormente dieron lugar al libro Suite Damasco. Una copia mecanografiada se la regaló a su amigo Alfredo Aracil, que rápidamente quedó sugestionado por las reflexiones, vislumbres e impresiones que contenía. "No es difícil identificarse con las ideas y emociones de esas notas", explica a El Cultural el músico, que desde el principio quiso manufacturar una partitura inspirada a partir de ellas. Hace dos años empezó a darle forma concreta, como un solo de piano. Las páginas que compuso estimularon a su vez la vena creativa de Alberto Corazón, que ha perfilado quinientas ilustraciones al hilo de la composición de Aracil, evocando de nuevo su periplo sirio. Todas ellas, animadas por Simón Escudero, se proyectarán sobre una pantalla de cine colocada tras el piano de Garvayo.

El compositor había entrado a saco en su libro, configurando una ilación dramática con esos apuntes sueltos, lo que arrima su creación a una pieza lírica, con pasajes equiparables a recitativos, arias... "El relato de Siempre/Todavía es el de un personaje indefinido (un artista, un espectador, cualquiera de nosotros) cuyas observaciones, dudas y certezas, sueños y fantasías, vivencias, emociones y duermevelas, lo van (y nos van) acercando a la sensación de que el tiempo no es, para muchas cosas esenciales, esa corriente que casi todo lo arrastra sin posibilidad de vuelta atrás, sino un lugar en el que pasado, presente y futuro conviven: un tiempo transitable (tiempo-memoria, cultura), un tiempo que une, en lugar de distanciar, a hombres que viven o han vivido en épocas distintas". Esa simultaneidad borgeana, que remite al Aleph, también tiene su correlato en la partitura, en la que Aracil despliega una ecléctica paleta de estilos, recursos y épocas. Recorre el Barroco, el Romanticismo, las vanguardias del siglo XX y las nuevas vías compositivas abiertas en el XXI, centuria a la que se adscribe sin complejos. "Quería que la música reflejase también la convergencia del pasado, el presente y, por qué no, el futuro. Todo confluye y convive en la burbuja de la cultura, donde el tiempo se estanca y se adensa; no discurre, simplemente está". Siempre todavía, que diría Machado, cuyo verso bautiza esta peculiar "ópera sin voces". @albertoojeda77