Jordi Savall. Foto: Hervé Pouyfourcat

Jordi Savall. Foto: Hervé Pouyfourcat

Música

Festival de Canarias, 40 años en el epicentro de la música clásica

Desde la periferia, la cita impulsada por Jerónimo Saavedra atrae siempre a las grandes figuras, como en esta edición: Savall, Kissin, Perianes, Orlinski...

10 enero, 2024 02:15

Se avecina una nueva edición del Festival de Canarias. No será una cualquiera sino una conmemorativa, en la que se ha echado el resto ya que el festival impulsado por el recientemente fallecido Jerónimo Saavedra cuando ostentaba la presidencia del archipiélago alcanza este 2024 su cuadragésima edición. Una cifra que, a pesar de la situación periférica en el circuito europeo, reafirma su solera, que atrae a grandes orquestas y solistas, movidos también, qué duda cabe, por los encantos meteorológicos y paisajísticos de las Canarias.

Jorge Perdigón, tenor y director de la cita desde hace seis años, ha convocado para las próximas semanas (la programación se extiende desde el 10 de enero al 9 de febrero) un sugerente plantel de agrupaciones. Debutará en las islas la Filarmónica de Bergen a las órdenes de Andrew Davis. En atriles, maridarán a Grieg (Peer Gynt y Concierto para piano y orquesta en la menor, Op. 16, con Alexandra Dovgan a las teclas) y Sibelius (Sinfonía nº 2 en re mayor, op. 43).

Por otro lado, vuelven la Filarmónica de Londres, la Filarmónica de la Scala de Milán, la Deutsche Kammer Philharmonie de Bremen, la Academy of Saint Martin in the Fields, la Orquesta Nacional de España... Es de rigor asimismo la presencia de la Sinfónica de Tenerife (conducida por Alondra de la Parra) y la Filarmónica de Gran Canaria, con su titular, Karel Mark Chichon, en el podio.

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No olvidamos Il Pomo d’Oro (a tope con Bach y un guiño a Benda) y el Hespèrion XXI, de Jordi Savall, que regará La Palma, Tenerife y Gran Canaria con partituras renacentistas y barrocas de Gaspar Fernandes, Diego Durón, Juan Gutiérrez Padilla, Felipe Olivelles, Santiago de Murcia y algún que otro anónimo. Brillan, por otro lado, los recitales de Perianes, Kissin, Orlinski… Perdigón ha conseguido sintetizar seis siglos de música, del XV al XXI, acreditando la vocación abierta del festival, apto para inclinaciones del gusto variadas. Respecto a la música contemporánea, hay que indicar que Perdigón ha impulsado un minifestival específico en octubre.

“Un festival que desee ser entendido por los espectadores y abonados del futuro debería utilizar las nuevas herramientas para llegar al nuevo público, y yo subrayaría, al público joven. ¿Como es posible que tengamos miles y miles estudiantes de música en nuestro país y algunos festivales de primer nivel podamos tener más o menos problemas para conseguir un lleno en nuestros conciertos?”, se pregunta Perdigón, otro programador ante el complejo desafío de renovar generacionalmente a los parroquianos de la música culta.

Así es como pretende que se amplíe el legado acumulado durante estas cuatro décadas, en las que se produjeron hitos como la llegada del legendario maestro austriaco Carlos Kleiber, “cuando –apunta Perdigón– la posibilidad de programarlo era inmensamente compleja y escasa en todo el mundo”. En Canarias también sacan pecho con algunas piezas nacidas a instancias del festival, como aquel nuevo final para Turandot de Puccini que firmó Luciano Berio y que posteriormente, a modo de consagración, se llegaría a interpretar en la Scala milanesa.