Herreweghe. Foto: Eric Larrayadieu

Herreweghe gira por las catedrales
Herreweghe tiene al público y a la crítica de su parte. Y a fe que es justo, pues estamos ante un músico muy competente, inicialmente apegado al repertorio. Este estupendo director de coro -en 1969 creó el famoso Collegium Vocale de Gante- ha extendido sus redes hasta el postromanticismo bruckneriano. Con la Orquesta de los Campos Elíseos ha grabado algunas sinfonías del compositor austriaco.

Ahora hemos de dar cuenta de un nuevo viaje a España, que lo llevará, junto al Collegium Vocale, de gira con Cantatas de Bach por algunas de las principales catedrales castellanas; en concreto, y en días sucesivos a partir de hoy mismo, las de Palencia, Zamora, Valladolid y León, aquí dentro del Festival Internacional de órgano de la Catedral. Un propósito que, a mayor escala, realizó años atrás Gardiner. Habitualmente este músico belga dirige sin batuta, con movimientos medidos, precisos, no exentos de vuelo, y obtiene de sus músicos muy positivos efectos tímbricos.
Consigue así una redondez, una pastosidad y un equilibrio más que notables, envueltos en una atractiva y peculiar coloración oscura, grave, pero curiosamente tornasolada, lo que es verdad que quita agresividad a las texturas, brío a los ataques y reduce también, de paso, el impulso agógico: todo discurre con mayor suavidad y prudencia métricos, sin urgencias y descarnaduras. Lo que concuerda con la idiosincrasia musical de sus cantantes e instrumentistas, que suelen ser en total unos 40.


La walkiria, en Galicia
La Sinfónica de Galicia continúa su interpretación en concierto de la Tetralogía wagneriana con La walkiria, probablemente la partitura más lograda del ciclo. Va a ser encarada en el concierto del Palacio de la ópera de La Coruña el sábado por Víctor Pablo y sus huestes, lo que concede al acto una base artística muy sólida. Se ha reunido un reparto vocal muy apañado, del que nos atrae especialmente la Sieglinde de Anja Kampe, soprano lírica de rara plenitud. El básico papel de Wotan está encomendado al finlandés Juha Uusitalo, aún inmaduro como ha quedado demostrado en sus prestaciones en el Palau de les Arts de Valencia. La norteamericana Jennifer Wilson, de agudo seguro, aunque de relativa consistencia, será Brönnhilde. Discreto Attila Jun para el siniestro Hunding, áspera con demasiado vibrato Elena Zaremba para Fricka y, experto wagneriano, el tenor británico John Treleaven como Siegmund.