El elenco de 'Oliver Twist' presentando la obra esta mañana en Madrid. Foto: Gabriel Lavao

El elenco de 'Oliver Twist' presentando la obra esta mañana en Madrid. Foto: Gabriel Lavao

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'Oliver Twist, el musical': Dickens canta desde el corazón de Madrid

Por primera vez en España, el clásico de Charles Dickens se convierte en un musical original de gran formato que llegará al Teatro La Latina en noviembre de 2025

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El telón del Teatro La Latina no se ha levantado hoy para representar un musical, sino para anunciar uno que aspira a convertirse en el gran fenómeno familiar de la temporada: Oliver Twist, el musical, que se estrena el 12 de noviembre. Producido por AMR Produce —la misma compañía que ha llevado al éxito Los chicos del coro con más de 250.000 espectadores—, esta nueva adaptación del clásico de Charles Dickens se estrenará en noviembre y promete emocionar a públicos de todas las edades con una historia de infancia, pobreza, coraje y esperanza.

La presentación oficial ha congregado a numerosos medios, que han podido ver por primera vez al elenco —vestido ya con el vestuario escénico— interpretar tres de los números musicales originales que formarán parte del espectáculo. También han intervenido los principales responsables creativos de esta producción, que han desgranado los entresijos de un proyecto que ha tardado más de dos años en ver la luz.

"Oliver es una historia con muchas lágrimas, donde queremos que las emociones estén desde el minuto uno", dijo Rafa Coto, productor ejecutivo. "La hemos construido con mimo, con ilusión, y evidentemente con el riesgo que conlleva levantar una producción de estas características".

Pedro Víllora, autor del libreto y de las letras, subió al escenario para recordar que esta no es una adaptación más del clásico: "No soy el autor del musical. Este musical tiene dos autores: Gerardo [Gardelin] y yo. Un musical no existe sin música, igual que sin palabra. Pero desde luego yo no habría podido hacer este espectáculo si no hubiese contado con el talento inmenso de Gerardo Gardelin".

El propio Gardelin, prestigioso director musical argentino con experiencia en producciones como Chicago, Cabaret o Mamma Mia!, confesó sentirse emocionado: "Me siento absolutamente honrado de estar acá, con estos genios. Esta versión propia es un sueño hecho realidad".

Gardelin ya había trabajado con Oliver Twist en una versión en Buenos Aires, pero esta nueva propuesta le ha permitido partir de cero: "En esta música convivirán dos mundos: el mundo oscuro de los niños olvidados y la luz que aporta Oliver con su inocencia y su resiliencia. Esos dos mundos están en constante diálogo".

"Esta historia tiene algo familiar, potente. Mis hijos eran muy fanáticos de Oliver Twist cuando eran pequeños", recuerda. "Este proyecto tiene algo especial, una energía muy particular, porque habla de lo esencial".

Un Dickens con alma contemporánea

Víllora destacó el trasfondo social de la obra: "Oliver Twist no es solo una historia del siglo XIX. Dickens escribió sobre su propia infancia, pero también sobre lo que ocurre en tiempos de crisis, cuando estamos solos, sin apoyo. Aun así, se puede elegir el bien. Es una novela que nos da esperanza, incluso rodeados de personajes crueles y entornos violentos. Porque el bien, finalmente, triunfa".

Este mensaje se traslada a la puesta en escena con una escenografía envolvente y ambiciosa diseñada por David Pizarro, que trabajó también en Los chicos del coro: "Queremos que el espectador sienta que está en el Londres de 1800, con su oscuridad y decadencia, pero también hemos decidido aportar un poco de color y realismo mágico para conectar con el lenguaje del teatro musical", explica.

"Es un reto transmitir la belleza de la novela de forma plástica y visual", añade. "La obra transita por muchos espacios, así que trabajamos con diferentes alturas, cambios escenográficos constantes y un diseño técnico muy exigente".

El vestuario, diseñado por Macarena Gardelin, ha sido confeccionado con tejidos reales y ambientados para dotar de veracidad a cada personaje. "Viví muchos años en Londres y me hace especial ilusión participar en este proyecto", dijo. "Hemos seleccionado cada prenda con enorme cuidado, combinando piezas traídas de allí con otras confeccionadas aquí. Es importante que el vestuario refleje la historia y el contexto social de cada personaje desde el primer vistazo".

El elenco interpretando 'Malos tiempos para robar', una de las canciones del musical. Foto: Gabriel Lavao

El elenco interpretando 'Malos tiempos para robar', una de las canciones del musical. Foto: Gabriel Lavao

La iluminación también jugará un papel esencial en la dramaturgia. El diseñador de luces explicó que su reto es "crear una atmósfera de sufrimiento dentro de la amabilidad", porque aunque se trata de un espectáculo familiar, "no podemos olvidar el mensaje: hay niños que siguen sufriendo, y Oliver representa también eso, la necesidad de mirar donde a veces no miramos".

"La luz va a intentar acompañar esa complejidad emocional. Vamos a trabajar con muchas capas para que cada escena tenga el tono preciso", comenta.

Carlos Gómez, responsable de las coreografías junto a su equipo, subrayó que se están diseñando con un estilo clásico muy teatral: "Estamos trabajando con coreografías muy dinámicas, de estilo jazz, que nos encanta. Es un musical donde la música lo impregna todo, y queremos que cada movimiento acompañe esa energía".

Gómez, que empezó como bailarín en este mismo teatro, se mostró visiblemente emocionado: "Volver aquí, con esta producción, es muy especial para mí. Este musical tiene mucha alma".

La infancia como espejo

La historia de Oliver Twist conecta con muchas de las preocupaciones del presente, especialmente en lo que respecta a la infancia desprotegida. Como explicó el equipo, "este musical es el musical de los niños olvidados, de aquellos que no tienen quien vele por ellos. Es un recordatorio de que hay señales que no siempre vemos, gestos con los que los niños expresan su angustia".

"Oliver nos recuerda al niño que fuimos", apunta Víllora. "Nos habla desde dentro, aunque solo lo escuchemos de vez en cuando. Y ese niño entiende perfectamente a los que, desde el escenario, se ven obligados a crecer demasiado deprisa".

Con más de 30 intérpretes en escena, música en directo y una escenografía de gran formato, Oliver Twist, el musical se postula como el gran estreno familiar del año.