El caballero encantado2

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Escenarios

Galdós también creó su caballero encantado

Llega a los Teatros del Canal una de las obras más innovadoras del autor de "Miau" con dirección de Beatriz Argüello y dramaturgia de Pedro Víllora

23 octubre, 2020 18:21

El centenario del fallecimiento de Galdós sigue dando a Madrid interesantes espectáculos, como El caballero encantado, que se estrena este domingo, 25, en los Teatros del Canal de la mano de la directora Beatriz Argüello y del dramaturgo Pedro Víllora, que ha adaptado este título a partir de la iniciativa de Juan Carlos Pérez de la Fuente, director artístico del Año Galdós de la Comunidad de Madrid. “La novela mantiene constantes del autor -señala a El Cultural Víllora, que ha realizado varios acercamientos a su mundo desde Insolación (2014) y Galdós le invita a café (2015)-. Entre ellas, la revisión del imaginario histórico para la articulación del presente y la construcción del futuro. También la vocación realista con una mirada comprensiva hacia los desfavorecidos a la vez que una incitación a la reforma social”.

En El caballero encantado (publicada en 1909) Galdós realiza además abundantes digresiones e inserciones de personajes y escenas secundarias que apartan, según Víllora, de la acción principal a la vez que la revisten de vivacidad y contexto: “También tiene un componente de magia que nace del encuentro con los textos astrológicos de Enrique de Villena, así como algo parecido a la ciencia ficción (espejos para verse y hablarse a distancia) que trascienden el realismo inicial de Galdós”. De modo que puede decirse que nos encontraremos en la Sala Negra del Canal a un escritor distinto del que estamos acostumbrados, algo alejado de su crudo realismo y proyectado hacia la novela que vendrá años después. “Es una novela itinerante llena de espacios, personajes y acciones, lo cual dificulta mucho su dramatización. Aunque hay dos o tres diálogos que escribe como si fuesen escenas teatrales, ocupan un porcentaje pequeño dentro de la novela”, precisa Víllora.

La obra nos muestra a un terrateniente que desconoce la vida de sus labriegos pero que se irá transformando en uno de ellos. Esto, para el dramaturgo, “habrá quien lo considere algo ya superado pero hay una llamada a manifestaciones y movilizaciones de los desclasados que se diría contemporánea. Sobre todo, una continua advertencia de la importancia de la educación para el desarrollo individual de las personas y de las sociedades”. Carlos de Tarsis, así se llama el aristócrata protagonista, intentará conquistar también el amor de una maestra idealizada al estilo de la Dulcinea de Don Quijote. Porque estamos, subraya Víllora, “ante una novela completamente cervantina donde se aúna sueños e ideales en un viaje de aventuras y descubrimientos que llevan a Tarsis a renegar de su pasado y a apostar por un cambio en las estructuras económicas y culturales de la nación española”. El itinerario por Castilla (la Vieja, en esta caso), el paso por la cárcel y la compasión por los que sufren culminará la empresa quijotesca de Galdós.

La puesta en escena, donde los espejos serán los protagonistas, está protagonizada por Cristóbal Suárez y Daniel Albaladejo, que representan las dos edades de Carlos de Tarsis. Suárez mostrará la arrogancia doblegada, transformada y educada del personaje, mientras que Albadalejo exhibirá toda la fuerza de quien ya ha crecido en sabiduría y puede mostrarnos su proceso de evolución y autocrítica. Ademàs, la directora ha potenciado el elemento mágico de una escena que transcurre en Numancia. Ha sido un guiño a su trabajo en El Español formando parte del elenco de la obra de Cervantes: “No estaba en mi primera versión y creo que ha mejorado mucho el texto. Esa atmósfera mágica no deja de ser para ella un juego que encubre la apelación a Galdós a transformarnos a nosotros mismos como lectores o, en su caso, como espectadores”, sentencia Víllora, que retomará en breve Mundo Dante para celebrar en 2021 el séptimo centenario de la muerte del genio de Florencia.