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Escenarios

Luis de Pablo y La Ribot, Leones de Oro de la Bienal de Venecia

El nonagenario compositor y la coreógrafa y bailarina recibirán presencialmente los galardones en los festivales de música y danza de este año

25 junio, 2020 10:02

El compositor Luis de Pablo y la coreógrafa y bailarina afincada en suiza María José Ribot Manzano, conocida artísticamente como La Ribot, son los nuevos galardonados con el León de Oro de la Bienal de Venecia en la especialidad de Música y Danza Contemporáneas, respectivamente. Luis de Pablo recibirá el 25 de septiembre en Venecia un premio que le ha sido concedido como "reconocimiento a la obra magistral del mayor compositor español vivo". Por su parte, Ribot recogerá su galardón durante la celebración de la Bienal de Danza, que tendrá lugar del 13 al 23 de octubre.

La coreógrafa canadiense Marie Chouinard, directora de la Bienal de Danza, ha definido a La Ribot como "una gran dama extravagante del arte contemporáneo, figura señera de la danza actual, y su obra rigurosa y radical critica y se ríe con la metamorfosis, la hibridación, el absurdo y la libertad". “Su trabajo –continúa Chouinard– se resiste a cualquier clasificación: performance, instalación viva, danza, arte visual. Su obra contagiosa actúa de modo fulgurante sobre el pensamiento, le obliga a moverse fuera de los cánones, a reorganizar sus puntos de referencia. La caja negra es explotada desde los inicios en el caso de esta artista total: ella misma es un manifiesto encarnado que se renueva sin parar masacrando alegremente los prejuicios. La transdisciplinariedad es su firma indisciplinada, su fisicidad es absoluta, practica la pobreza con opulencia, sus actos son proteiformes; es una trágica salvaje y minimalista, su humor primero desolla y luego libera el libre pensamiento. Nos hace amar la libertad y sus límites vibrantes. Se divierte. Nos alegra”.

María José Ribot, que reside en Ginebra desde hace 20 años tras vivir en Londres durante una larga temporada, ha levantado una carrera profundamente individual con trabajos que se han visto en la Tate Modern, el Centro Pompidou, el Museo Reina Sofía y Art Basel. En los últimos años ha recibido homenajes y retrospectivas en el Festival Tanz Im August de Berlín, el Festival de Otoño de París y el barcelonés Mercat de les Flors. Tiene además el premio Nacional de Danza del año 2000 y la Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes de 2015. La 'performer' actuará dentro del festival Grec de Barcelona y en los Teatros del Canal de Madrid este mes de julio con Please, please, please y llevará a la Bienal su obra Panoramix.

Por su parte, Luis de Pablo recogerá un León de Oro a todo su carrera musical. "Se trata de un gran artista que ha sabido catalizar las experiencias más significativas de los lenguajes contemporáneos en un idioma extremadamente personal, profundo y expresivo que ha encontrado en los géneros mixtos una de sus metas preferidas", ha explicado el director de la Bienal de Música, Ivan Fedele. "Su fértil artesanado ha conjugando con frecuencia las experiencias de la contemporaneidad occidental con la música extraeuropea por la cual el maestro ha tenido siempre una especial predilección. Gran profesor y divulgador, De Pablo tiene el mérito de haber llevado a España, en un periodo político difícil, una idea fuerte de libertad de expresión no solamente en el campo artístico”.

A sus 90 años, Luis de Pablo sigue ampliando su extenso catálogo que supera las 200 obras. Ese listado de composiciones, entre las que se incluyen bandas sonoras para películas de Carlos Saura, evidencia una de las carreras más osadas, eclécticas, fecundas y proteicas de la historia de la música española en las últimas décadas. Inaugurará la Biennale con el estreno absoluto de su Concierto para viola y orquesta y la novedad Fantasías para guitarra y orquesta.

Autodidacta desde que, siendo un niño, sometiera al gramófono familiar a todo tipo de experimentos -tales como “rellenar los surcos de los vinilos con migas de pan”- tuvo que dedicarse a otras servidumbres para mantener viva la llama de su vocación en el seno del, a veces sugestivo y a menudo lacerante, franquismo del momento. Antes de fundar Tiempo y Música o instaurar el primer laboratorio de música electroacústica de España, se licenció en Derecho, trabajó para un gabinete jurídico, fue empleado de Iberia y, en los claros de su agenda, se alternó también como profesor a domicilio. Antes del menudeo con las vanguardias alemanas de Darmstadt que consolidarían su estilo, su experiencia en diferentes universidades de EEUU fue definitoria, en tanto que le abrieron las puertas a una nueva sensibilidad musical