Image: Alfredo Sanzol: Quiero ver a las compañías del CDN cruzándose en el AVE

Image: Alfredo Sanzol: "Quiero ver a las compañías del CDN cruzándose en el AVE"

Escenarios

Alfredo Sanzol: "Quiero ver a las compañías del CDN cruzándose en el AVE"

El autor y director asume la dirección del CDN con la intención de potenciar las giras y la escritura de nuevos textos

5 abril, 2019 00:00

Alfredo Sanzol

La dirección del Centro Dramático Nacional para los próximos cinco años no será una mujer. Será Alfredo Sanzol (Madrid, 1972). La exigencia de los colectivos feministas no ha sido satisfecha. Pero el director y autor de éxitos como La respiración (Premio Nacional en 2017) y La ternura (Premio Valle-Inclán el año pasado), ya ha advertido que suscribe ("desde este mismo momento") el compromiso que su predecesor, Ernesto Caballero, se había impuesto: en la programación de la próxima temporada habrá más de un 40% de autoras y directoras. Amaya de Miguel, directora del Inaem, ha zanjado la polémica por el sexo del elegido señalando sobre el escenario del María Guerrero que Sanzol presentó el proyecto "más completo, más ambicioso y más adecuado". Y porque va "a defender a ultranza la dramaturgia española actual y la de nuestra mejor tradición, dándole proyección nacional e internacional".

Sanzol ha confesado que tenía ganas de impulsar montajes de otros creadores. Esa "vocación de servicio", ha añadido, es la que le empujó a presentar su candidatura. Agradecido por el respaldo que el CDN ha prestado a su carrera, quería devolver lo que otros han hecho por él. Ha citado expresamente a Gerardo Vera, que programó en 2008 Sí, pero no lo soy en la Sala de la Princesa del María Guerrero. Y también a Ernesto Caballero, que ha acogido propuestas suyas como La calma mágica, pieza en la que volcaba el dolor y la confusión provocados por el fallecimiento de su padre y operaba como catarsis surrealista y vital para superar el duelo.

Una de las ideas que ha explicitado Sanzol es la de potenciar el encargo de textos a dramaturgos actuales. La intención es que se escriban en connivencia con un director desde el comienzo, para que el horizonte de las tablas (tan lejano para muchos autores) ejerza como un estímulo. Las parejas las establecerá calibrando las posibles complicidades y sinergias que puedan generar. "Encargar textos es un riesgo para una institución porque pueden resultar fallidos. Pero una sociedad necesita partir de cero. Además, el teatro que más me interesa es que el que no existe", ha dicho. Otra cuestión que ha dejado clara es que los textos de repertorio que se monten durante su 'legislatura' "mostrarán conflictos que sigan vivos en el presente". También que las puertas del María Guerrero y Valle-Inclán estarán abiertas al circuito off y a "todas las lenguas del Estado".

Sanzol ha apuntado asímismo su deseo de darle mayor recorrido exterior al Centro Dramático Nacional. "Quiero impulsar intercambios con otras casas de teatro, particularmente de Europa y de Hispanoamérica". Y ha citado como ejemplos para estas colaboraciones el parisino Théâtre de la Coline, dirigido por Wajdi Mouawad, y el bonaerense Teatro Cervantes, liderado por Alejandro Tantanian. Su idea es también incrementar la movilidad nacional de los montajes del CDN, que en la actualidad tienen muchas dificultades para salir de Madrid por la carestía presupuestaria y por el marco normativo que rige a sus técnicos.

Amaya de Miguel ha señalado que confía en que las reformas del Inaem que viene impulsando contribuyan en un futuro próximo a la consecución de ese objetivo. No será sencillo pues esa iniciativa podría estar al albur de los inciertos resultados electorales. Sanzol, aun teniendo muy clara la dicotomía expresada por Cernuda entre la realidad y el deseo, ha descrito una imagen que sería muy edificante y saludable si se diese con frecuencia: "Me gustaría que las compañías se cruzaran en el AVE durante sus giras". También intentará reforzar los lazos con otras unidades de producción del propio Inaem, acordándose específicamente del Teatro de la Zarzuela, con el que mantiene una fecunda relación en los últimos años (ahora tiene en cartel su versión de El barberillo de Lavapiés).

Contará con un presupuesto (artístico) de 5.650.000 euros y un salario anual de 82.000 euros para llevar a buen puerto sus intenciones, que tienen como premisa una frase de Bertolt Brecht: "Ser original es fácil; ser bueno, complicado".

@albertoojeda77