Miguel Mihura dijo en cierta ocasión: "El humor verdadero no se propone enseñar o corregir... Lo único que pretende el humor es que, por un instante, nos salgamos de nosotros mismos, nos marchemos de puntillas unos veinte metros y demos una vuelta a nuestro alrededor contemplándonos por un lado y por otro, por detrás y por delante... y descubramos nuevos rasgos y perfiles que no conocíamos".

Esto es exactamente lo que ocurre al poner en escena Tres sombreros de copa, afirma el director del Centro Dramático Nacional Ernesto Caballero en el nuevo episodio de la serie documental Nuestro Teatro, un intento de acercar al espectador a algunos de los autores, directores, montajes y corrientes escénicas que han marcado el rumbo de la escena española contemporánea. Un viaje ameno y visual por los hitos y anécdotas fundamentales de los creadores contemporáneos más relevantes de nuestra escena en el que Caballero es el cicerone perfecto, pues muchos de estos autores son piezas clave en el complejo relato escénico de la historia de España que está haciendo en el CDN, que dirige desde 2011.

Tras ocuparse en anteriores episodios de las figuras de María Guerrero, Max Aub, Lorca, Jardiel Poncela y Valle-Inclán, este sexto capítulo profundiza en la figura de Miguel Mihura ahondando en su primera y hoy celebérrima obra, Tres sombreros de copa, que sin embargo, pasó muchos años inadvertida y de la que el propio dramaturgo aseguraba que "es cierto que es de vanguardia pero cuando la escribí yo no lo sabía". "A día de hoy las obras de Mihura se reponen con frecuencia y siempre con éxito, a pesar de que en su momento supusieron una revolución en el lenguaje teatral", explica Caballero. Fue el caso del debut del dramaturgo madrileño, que estuvo muchos años sin ser reconocida para pasmo y espanto del autor. "La sociedad, la misma que celebraba sonoramente su humor gráfico en revistas como La Codorniz, temía su obra, que tardaría dos décadas en subirse a un escenario".

"Miguel Mihura es, junto a Jardiel, el gran humorista del teatro español del siglo XX. Sus obras triunfan incluso entre el público más conservador y la revolución que planteaban, nacida de lo inverosímil, del disparate, sigue causando una sorpresa constante". A entender de Caballero, ya en la primeriza Tres sombreros de copa, escrita en 1932 pero estrenada en 1952, se encuentran los rasgos más característicos del humor de Mihura. "Llevamos más de seis décadas aplaudiendo y celebrando cada representación de esta pequeña joya del teatro español contemporáneo, una de las comedias mejor planteadas y resueltas de nuestras tablas". Y una cuyo mensaje, como recuerda el autor, sigue plenamente vigente, pues lo que nos viene a decir Mihura según Caballero es que "todas las cosas pueden ser de otra manera sin querer por ello que dejen de ser como son".