Image: Souvenir o la condena de la memoria absoluta

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Escenarios

Souvenir o la condena de la memoria absoluta

28 septiembre, 2017 02:00

Steven Lance (doctor Luria) y Ángel Velasco (Solomon Shereshevski) en Souvenir. Foto: Álvaro Cabrera

El actor Fran Perea debuta como director con la historia de un personaje con hipermnesia que desembarca en los Teatros Luchana de Madrid tras gestarse en la Factoría Echegaray de Málaga.

Imaginen la posibilidad de recordarlo absolutamente todo, hasta el más ínfimo detalle. Qué desayunó y qué llevaba puesto el 30 de septiembre de hace veinte años. Qué libro estaba leyendo, qué textura tenían sus páginas e incluso párrafos enteros, palabra por palabra. Recordar nítidamente todo lo bueno, pero también todo lo malo. Logros, fracasos y pérdidas... El periodista ruso Solomon Shereshevski (1886-1958) fue una de las pocas personas que han tenido hipermnesia, esta insólita habilidad o, más bien, condena, porque está demostrado que el cerebro debe olvidar para seguir adelante.

Un siglo después, la obra Souvenir cuenta su caso, pasado por el filtro de la ficción, y llega este domingo, 1 de octubre, a los Teatros Luchana de Madrid de la mano de la compañía Feelgood. El montaje de este texto firmado por Pablo Díaz Morilla supone el debut en la dirección del actor Fran Perea, miembro de la compañía.

Souvenir imagina cómo marcó la hipermnesia la vida privada de Shereshevski y de sus seres queridos. ¿Puede esta memoria total compaginarse con una vida medianamente normal? ¿Queda hueco para la felicidad en un cerebro repleto de emociones asociadas a recuerdos y saturado de datos triviales? "Me encantó el texto porque, tras la primera lectura de la historia, que me parece fascinante, la trama subterránea habla de la capacidad para reponernos de las vivencias duras y de la lucha de un tipo que no encaja en el mundo por tener una vida lo más plena posible, y con eso todos podemos identificarnos", declara el director a El Cultural.



El montaje nació en la Factoría Echegaray, un proyecto del teatro malagueño para fomentar el talento escénico local mediante la producción de obras de teatro y danza con equipos artísticos y técnicos cuyos miembros hayan nacido, residan o trabajen en Málaga. En el caso de Souvenir, el elenco lo componen Ángel Velasco, que interpreta al protagonista, Solomon Shereshevski; Steven Lance, que encarna al doctor Luria, el psiquiatra que lo trató durante años; y Esther Lara, que da vida a su esposa, Magda Shereshevski. "Ha sido un proceso enriquecedor para todos", señala Perea. Con más o menos bagaje, los tres tienen un talento enorme y han entendido perfectamente la propuesta, que es lo importante".

Perea se dio a conocer como actor en teleseries de audiencias millonarias como Al salir de clase y Los Serrano y pronto se convirtió en un fenómeno fan, llegando a publicar varios discos como cantante y compositor. Dos años antes de que acabara Los Serrano, donde trabajó junto a actores de la talla de Antonio Resines y Belén Rueda, tuvo los arrestos de abandonar la serie, que por aquel entonces se disputaba el liderazgo de la parrilla con Aquí no hay quien viva. "Ya no tenía nada que aportar ni aprender, yo iba cumpliendo años pero mi personaje no", recuerda.

Fran Perea (centro), junto al elenco de Souvenir. Foto: Daniel Pérez

Entonces tuvo un golpe de suerte: su paisano Antonio Banderas le llamó para participar en El camino de los ingleses, y durante la promoción de la película en la Berlinale recibió otra llamada que le ayudó a consolidar el cambio de rumbo que quería imprimir a su carrera: su representante le ofreció participar con Ana Belén a las órdenes de José Carlos Plaza en Fedra, propuesta que aceptó inmediatamente. Después de aquello su carrera teatral despegó y fue sacudiéndose de encima los prejuicios a los que a menudo deben enfrentarse los actores procedentes de la televisión con una fama prematura a sus espaldas. "A veces he sentido que tenía que demostrar un poco más que los demás, que tenía que hacer un esfuerzo extra para tener la misma credibilidad, pero también el hecho de tener un camino recorrido te abre otras puertas", reconoce.

La inquietud de Perea no acabó con esa metamorfosis actoral y decidió dar cauce también a su vocación de productor y a su necesidad de tener un discurso propio. "Como actor, entrego mi instrumento, que soy yo mismo, para que otros los usen en sus proyectos, pero tengo mis propias ideas sobre cómo hacer las cosas". Así, junto a Ainhoa Santamaría y Javier Márquez fundó la compañía EnTRAMAdos, que llevó a escena Feelgood, de Alistair Beaton, y tras su éxito cambió su nombre por el de la obra. La gira de Souvenir es su cuarta producción, tras La estupidez y El ciclista utópico, con la que aún están girando.

Esa mirada propia sobre la profesión a la que se refiere Perea ve demasiada comedia ligera en el teatro privado, un exceso provocado "por el efecto embudo" de la crisis. Su compañía apuesta por un teatro con "un poso más reflexivo sin dejar de ser comercial, es decir, que llene las salas", explica este emprendedor, que además es uno de los copropietarios de los Teatros Luchana, nacido de la remodelación de los antiguos Cines Luchana. Ahora llega a la dirección con la ventaja que supone su bagaje como actor y con un puñado de cosas aprendidas de los directores para los que ha trabajado, como Yayo Cáceres, José Carlos Plaza, Fernando Soto o Claudio Tolcachir.