Escenarios

Esclavos de El pack tecnológico

17 abril, 2017 02:00

Thais habita en un espacio aséptico, donde lo único vivo es una planta que está en las últimas. Disfruta de su relación con el mundo, mantenida a través de múltiples pantallas, hasta que descubre que la virtualidad le ha pasado por encima y que todos somos personajes representando papeles ante esas pantallas que construyen nuestras vidas. Este sencillo pero inquietante planteamiento es el núcleo de El pack, comedia escrita y dirigida por Áurea Martínez que se estrena este lunes 17 en los Teatros del Canal de Madrid.

En la obra, la directora plantea una reflexión sobre el hombre y la tecnología, sobre cómo en la sociedad actual estamos hiperconectados pero más solos que nunca. El uso de las tecnologías lleva implícitas determinadas cosas de las que tal vez no seamos conscientes, de ahí el título de El pack, son un paquete en el que va todo incluido, lo bueno y lo malo. "Este texto no es una crítica o un juicio a la tecnología, creo que la tecnología es maravillosa", asegura Martínez, "pero también creo que nosotros, como seres humanos tenemos, que cuestionarnos para qué la empleamos y ser conscientes de lo que hacemos".

Y también conscientes de cuando perdemos el control, algo no tan evidente, que es lo que sufre la protagonista de esta obra. "Thais es una chica que piensa que domina su entorno, pero está muy equivocada. Lo tiene todo a través de la pantalla, que es como una ventana hacia el exterior con la que satisface todas sus necesidades. Todo está tan cerca como un clic", explica. Hasta que se da cuenta que no es así, de que el mundo virtual ha sustituido a su realidad cotidiana. No puso demasiada atención a la letra pequeña que venía con el pack. "Vivimos en un contexto de sobreinformación que nos ofrece una idea distorsionada de la realidad. Si la tecnología nos permite hoy poder elegir entre el mundo real y otro paralelo más placentero ¿acabaremos por vivir rodeados de fantasmas?", se pregunta Martínez.

Además de Solaz, única actriz sobre las tablas, la obra cuenta con un elenco virtual de hasta ocho actores (Sergio Peris-Mencheta, Ana Rayo, Manuela Vellés, Laura Gómez-LaCueva, Félix Gómez, María José Moreno, María Forqué, Jorge Usón; más las voces de María Vázquez, Lorena Berdún y Nacho Rubio) que interactúan con la fuerza dramática de la protagonista, como no podía ser de otro modo, a través de una pantalla. Con esta propuesta tecnológica se mezclan la danza y la música, que corren a cargo, respectivamente, de Chevi Muraday y Carmen París.

A través de estas interacciones, Thais descubre que el mundo de hoy, la tecnología impera, que la virtualidad nos seduce y se hace imprescindible en nuestro día a día. "Confiamos en ella y dejamos que alimente nuestra vida con sus nuevas aplicaciones y contenidos, nos brinda un mundo lleno de posibilidades del que, además, nos creemos protagonistas", afirma Martínez, que opina que esta situación se produce por una insatisfacción interior, que necesitamos estos estímulos externos para no mirar dentro, no mirar lo asustados que estamos en muchos aspectos. "Cada vez estamos más aislados en una falsa proximidad. Todo es un lugar de paso, la gente es de paso, las conexiones se hacen más superficiales y los compromisos más livianos. Esto tiene consecuencias en nuestro comportamiento y en nuestras decisiones", se lamenta la autora.