Image: Chuck Berry, la roca que aplastó a Beethoven

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Chuck Berry, la roca que aplastó a Beethoven

19 marzo, 2017 01:00

Chuck Berry durante un concierto reciente

Muere a los 90 años uno de los padres fundadores del rock and roll, con una influencia colosal en toda la música popular posterior. Tras cuatro décadas sin pisar un estudio, deja como regalo póstumo un disco con canciones inéditas que verá la luz este año.

En 1956 Chuck Berry compuso "Roll Over Beethoven". No cabía un gramo más de chulería en aquella pretensión de "aplastar" al maestro de la música clásica, pero el tiempo dio la razón al padre del rock and roll: lo que nació en aquellos años al compás de su guitarra, de su voz y de otros colegas como Jerry Lee Lewis, Little Richard, Bill Haley o Buddy Holly se convirtió en el género musical más popular del siglo XX. Prueba de ello es que aquella mezcla de ryhthm and blues, country y otras fuentes del folclore americano anidó en las generaciones posteriores -empezando por los Beatles, los Rolling Stones y Bob Dylan- dando lugar a un enorme contenedor de estilos bautizado con la etiqueta "rock".

Por eso todo el mundo llora al unísono a Berry, que ha fallecido este sábado a los 90 años en el condado de St. Charles, en su Misuri natal. La policía ha informado en un comunicado que recibió una alerta por una emergencia sanitaria a las 12.40, hora local. Dentro de la vivienda los trabajadores de los servicios de emergencia lo hallaron inconsciente y a pesar del empleo de técnicas de reanimación no se pudo hacer nada por su vida. La muerte fue certificada a las 13.26 horas.

Chuck Berry no fue el único padre del rock and roll, pero críticos e historiadores del género coinciden en que fue quien le dio su forma y actitud definitivas. Sobre todo entre 1955 y 1958, un trienio mágico en el que compuso algunas de sus canciones más memorables, como Maybelline, la citada Roll Over Beethoven, Rock and Roll music (la primera que llevaba en el título el nombre del nuevo género) y Johnny B. Goode, su canción más conocida. Él ya frisaba la treintena, pero puso banda sonora a la rebeldía adolescente que entonces empezaba a despertar en la aparentemente modélica sociedad americana. Supo dar a los chavales la gasolina que buscaban con sus electrizantes riffs de guitarra, su chulería y letras que hablaban del instituto, de chicas, de fiestas y de pura diversión, aunque también hubo espacio en su música para la tensión racial y el sufrimiento visto en las calles de aquel país de las supuestas grandes oportunidades.



En 1960 fue a la cárcel, condenado por prostituir a una menor de edad. El músico siempre negó la acusación. Según su versión, él simplemente le ofreció trabajo en su club y aseguró que la chica le había dicho que tenía 21 años cuando en realidad tenía 14. En 1963 retomó su carrera y continuó creando éxitos como No Particular Place to Go, Promised Land, You Never Can Tell (popularizada de nuevo en los 90 por la emblemática escena del baile entre John Travolta y Uma Thurman en Pulp Fiction), pero para entonces ya le habían desbancado los Beatles y la invasión británica. En el momento de su muerte seguía en activo y, aunque había dejado de grabar discos hace casi cuatro décadas, Chuck Berry se marcha dejando un último regalo de despedida: un disco con canciones inéditas, titulado simplemente Chuck, que verá la luz este año.

Aunque Berry alcanzó los primeros puestos en las listas de éxitos con muchas canciones, Johnny B. Goode es quizá su canción más popular y, desde luego, la que suena en bucle en noticieros y estaciones de radio desde que se conoció su muerte. En 1977, la canción fue incluida en el disco que lanzó la NASA al espacio como representación de la cultura humana. Fue la elección de Estados Unidos, pero dos décadas antes la canción no provocó el entusiasmo de los sectores conservadores, lo que refleja el gran cambio que el rock and roll produjo en la sociedad estadouidenses en tan poco tiempo. Por cierto, Alemania eligió a Bach y Beethoven, de modo que en estos instantes viajan juntos por algún lugar del universo Berry y su archienemigo Beethoven entre los surcos de ese disco plateado.

Berry, consciente de la fascinación que causaba su música, tituló uno de sus discos St. Louis to Liverpool, aludiendo a su influencia en los grupos británicos. "Sus letras son absolutamente geniales. Concisas, originales, ingeniosas, cortantes y sucias", comentó Keith Richards en aquella época. Más de medio siglo después, el célebre guitarrista de los Rolling Stones añade estas otras palabras: "Una de mis grandes luces se ha apagado". Una larga nómina de músicos ha expresado su pesar por la muerte de Berry a través de las redes sociales. Entre los más conocidos, además de Richards, sus compañeros de banda Mick Jagger y Ronnie Wood, también Brian Wilson, Ringo Starr, Rod Stewart, Slash, Gene Simmons o Bruce Springsteen, que lo ha definido así: "Chuck Berry era el mejor profesional y guitarrista de rock y el mayor compositor de rock 'n' roll puro que ha existido".

@FDQuijano