Image: Rigola se atreve con Woody Allen

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Escenarios

Rigola se atreve con Woody Allen

11 enero, 2013 01:00

Alberto Jiménez y Nuria Mencía, junto al resto de Maridos y mujeres. Foto: Ros Ribas.

El guión de la película Maridos y mujeres de Woody Allen llega a La Abadía en formato teatral de la mano de Àlex Rigola. El montaje refleja los complejos problemas de la pareja actual con la sencillez del director neoyorquino.

Sorprende que Maridos y mujeres, de Woody Allen, pase a engrosar el repertorio de La Abadía, un teatro que presume de ofrecer "placer inteligente" a costa de programar más tragedias que comedias, de elegir a autores de sólida reputación dramática, de pretender que el público viva casi una experiencia religiosa desde el momento que asienta sus posaderas en la butaca y oye la solemne campanilla al comienzo de la función... Y no es que Allen no tenga merecido un escenario así, pero en los últimos años sus obras se han visto en Madrid en teatros comerciales (léase Adulterios y Tócala otra vez, Sam, en el Maravillas).

Por encargo de La Abadía, el director catalán Álex Rigola ha llevado a escena Maridos y mujeres siguiendo una adaptación del guión de la película que él mismo firma. Para este viaje no ha contado con sus intérpretes habituales de Barcelona, sino que ha recurrido a una estupenda generación de actores a la que no le falta trabajo en Madrid (Veraneantes, Doña Perfecta, El traje): Israel Elejalde, Elisabet Gelabert, Alberto Jiménez y Luis Bermejo, procedentes de la cantera de La Abadía, a los que se suman Nuria Mencía (felizmente incorporada a la comedia después de su éxito de En la luna, de Sanzol) y Miranda Gas. La escenografía es de Max Glaenzel y la iluminación de Maria Domènech.

Los guiones de Allen no sólo se adaptan a la escena sino que, cosa rara, las editoriales los publican. Ocurre así con Maridos y mujeres (Tusquets, 1993), película que el director estrenó en 1992 y última de sus producciones que filmó con Mia Farrow. Se especula que el director reflejó en ella los problemas de pareja que poco tiempo después le llevarían a separarse de la actriz en uno de los más sonados divorcios. "Nunca he visto en un texto teatral un retrato tan crudo y obsceno de lo que son las relaciones de pareja", explica Rigola acerca de los motivos que le impulsaron a elegir este texto. Él considera que el acierto de Allen es que es "un gran filósofo que continuamente traslada sus densos pensamientos al espectador de la forma más llana posible". Sencillez que valora especialmente: "Las películas que más me gustan de él son las que tienen más posibilidades de ser subidas a escena. Y creo que eso es porque se apoyan básicamente en su sencillez y sus diálogos".

En la traslación escénica de Rigola, la pareja protagonista la componen el escritor Àlex (Luis Bermejo) y su mujer Carlota (Nuria Mencía), que asisten extrañados a la separación de sus mejores amigos, Alicia y José Luis (Elisabet Gelabert e Israel Elejalde). El inesperado divorcio les lleva a preguntarse acerca de la solidez de su propia relación, de sus inseguridades y de la inercia vital que les guía. "Toda la ficción sobre el tema de la pareja que hemos recibido del cine y de la literatura, tanto adulta como infantil, está centrada en los momentos culminantes de las relaciones: ese estado maravilloso-estúpido donde no hay manera de centrar tus neuronas", explica Rigola. "La mayoría de los cuentos terminan con ‘fueron felices y comieron perdices', pero muy pocas historias te cuentan qué pasa cuando llevas más de diez años comiendo perdices. Y como nos han educado con estas historias seguimos esperando que nuestra relación de pareja siga siendo ese punto álgido inicial. El mensaje de Allen es que ese concepto del amor es un invento de la Edad Media, que querer y vivir en pareja es algo más profundo. Tenemos que relajarnos y saborearlo sin esperar a que sea siempre como en los inicios".

¿Y cómo puede mejorar una puesta en escena una película redonda? Estas palabras de Israel Elejalde explican cómo han ido los ensayos: "Alex es un obseso de la verdad, no le gusta el teatro actuado. Si Woody Allen hace primar en la película la comedia por encima de las hostias que los protagonistas se dan, Rigola opera al revés. En los ensayos me siento como si estuviera en una reunión de Alcohólicos Anónimos, pero en la que planteamos nuestros problemas de pareja. Sí, creo que el público se va a reconocer mucho".

Peter Weiss, juicio al nazismo

El Teatro de Arte de Madrid lleva a su programación el miércoles un título comprometido: La indagación, de Peter Weiss. Estructurada en once cantos, la obra aborda el juicio del gobierno alemán (realizado entre 1963 y 1965 en Frankfurt) contra numerosos nazis por el genocidio del campo de concentración de Auschwitz. La compañía Efímero Teatro y su directora Charo Amador suben al escenario los hechos que el autor de Marat/Sade seleccionó de las actas del proceso, en el que se acusaba a 23 oficiales y trabajadores y en el que testificaron 409 supervivientes. La versión de Amador concentra ocho de los once cantos a través de un lenguaje contemporáneo y tiene como intérpretes a actores formados en la RESAD. La obra permanecerá en cartel hasta el 27 de enero, coincidiendo con el Día Internacional de las Víctimas del Holocausto y el 50 aniversario de los juicios.

Málaga celebra sus 30 años de festival

Los estrenos La venganza de don Mendo, de Espejo Negro, Casting, a la caza de Bernarda Alba, de Teatroz, Gusanos de maguey, de Circuito Liquen, Camille, de Alfa Teatro, ¿Cuchara o tenedor?, de Tenemos Gato, La nota de Blake y Hotel, de A Telón Cerrado podrán verse desde hoy en la XXX edición del Festival de Málaga, que se desarrollará en los los escenarios de los teatros Cervantes y Echegaray. Además, se verán algunos títulos ya estrenados como La loba, de Ernesto Caballero, protagonizada por Nuria Espert y basada en el texto de Lillian Hellman. También integran la programación del certamen andaluz, entre otras obras, Orquesta de señoritas, de Pérez de la Fuente, La Pepa, de Sara Baras, De ratones y hombres, de Miguel del Arco, y El principito protagonizado por José Luis Gómez e Inma Nieto. En total, 18 montajes de sala, a los que habría que añadir también un espectáculo de microteatro en el hotel AC Málaga.

Las Hermanas siguen discutiendo en Madrid

Premio Max a la Mejor Autora Teatral, Premio Butaca al Mejor Montaje y Premio de la Crítica de Barcelona han sido algunos de los galardones que se ha llevado la autora y directora Carol López por Hermanas, que llega al Teatro Maravillas de Madrid el próximo jueves interpretada por Amparo Larrañaga, María Pujalte y Marina San José. La obra aborda, en tono de comedia ácida y mordaz, la peculiar relación entre sus personajes y su madre (Amparo Fernández). Si, como dice Tólstoi en Anna Karenina, "todas las familias felices se parecen unas a otras, cada familia desdichada lo es a su manera", en Hermanas Carol López encuentra una ocasión perfecta para hablar de la muerte a través de la vida. "Me gusta contar historias y el teatro me ha servido para explicarlas. Su gestación ha sido un placer".

Envenenados por El crítico

Tras su estreno el pasado mes de septiembre en el Teatro Guimerá de Tenerife, Juan Mayorga traslada el "combate" de Si supiera cantar, me salvaría (El crítico) al Marquina de Madrid. "Intento hacer una lectura crítica de las críticas. Al crítico, como al espectador en general, no hay que obedecerlo, pero es necesario escucharlo", señalaba Mayorga a El Cultural en una jugosa conversación con Ignacio García May. Dirigida por Juan José Afonso y protagonizada por Juanjo Puigcorbé y Pere Ponce la obra recoge las diferentes emociones, vivencias y reflexiones de sus protagonistas con el teatro como fondo. "Interesará de un modo especial a los envenenados por este viejo arte-explica Mayorga-. Eso sí, nunca diré que es una obra sobre teatro. Antes diré que es un texto sobre dos seres que buscan amor y amistad, sobre la necesidad, casi nunca confesada, que todos tenemos de un maestro o de un heredero. Porque una crítica es una herencia".