Steven Spielberg y John Williams en un acto en el que se conmemoraba los 50 años de trabajo juntos. Foto: Alex J. Berliner/ABImages

Steven Spielberg y John Williams en un acto en el que se conmemoraba los 50 años de trabajo juntos. Foto: Alex J. Berliner/ABImages

Cine

John Williams, compositor de 'Star Wars' y 'Jurassic Park', confiesa que nunca le gustó mucho la música de cine

El creador de algunas de las bandas sonoras más memorables del cine dice que palidece en comparación con las grandes obras de la historia

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John Williams ha dedicado su vida a escribir la música que millones de espectadores identifican con la magia del cine. Sus partituras para Star Wars, Indiana Jones, E.T., Jurassic Park o La lista de Schindler forman parte de la memoria colectiva, hasta el punto de que bastan apenas dos notas para que aparezca el tiburón blanco en nuestra mente o un motivo de cuerda para evocarnos la devastación del Holocausto.

Con 93 años, cinco premios Óscar y un récord de 54 nominaciones, podría pensarse que el compositor defendería con orgullo la música de cine como una de las grandes artes de nuestro tiempo. Sin embargo, en una entrevista concedida para una nueva biografía que se publicará próximamente, Williams sorprendió con una confesión inesperada: "Nunca me gustó mucho la música de cine".

El músico no se quedó ahí. Con un tono más bien desapasionado, añadió: "La música de cine, por buena que pueda ser –y normalmente no lo es, salvo quizás durante un tramo de ocho minutos aquí o allá–… simplemente creo que la música no está ahí. Eso que consideramos como esta preciosa gran música de cine lo recordamos de algún modo nostálgico. Pensar que tiene el mismo lugar en la sala de conciertos que las mejores piezas del canon es una noción equivocada, creo".

Williams fue incluso más tajante al insistir en su naturaleza pasajera: "Gran parte de la música de cine es efímera. Es, sin duda, fragmentaria y, hasta que alguien la reconstruya, no es algo que podamos siquiera considerar como una obra de concierto".

El periodista Tim Greiving, autor de John Williams: A Composer’s Life, asegura que estas palabras no son simple modestia: "Sus comentarios son chocantes y no se deben a falsa modestia. Es realmente autocrítico y, en general, crítico con la música de cine". Greiving cuenta que Williams se refiere a menudo a sus bandas sonoras, incluso las más celebradas, como "just a job", un trabajo más.

Pero advierte: "No debemos tomar sus palabras al pie de la letra. Claramente asumió la composición de música para películas con tanta seriedad como nadie en la historia. Tiene interiorizado un prejuicio contra la música de cine porque es un arte funcional. Lo curioso es que él mismo lo convirtió en algo sublime. Perfeccionó el género, lo llevó a su máxima altura".

Aun con su escepticismo, Williams admite cierta insatisfacción con la forma en que convivieron sus dos facetas: "Si pudiera volver a hacerlo todo de nuevo, habría hecho un trabajo más limpio: que la música de cine y la música de concierto fueran más yo, lo que sea que eso signifique, o más unificadas de alguna manera. Pero nunca sucedió. Lo del cine era un trabajo que había que hacer, una oportunidad que se presentaba".

Pese a sus reservas, el compositor ha aprobado un nuevo proyecto titulado John Williams Reimagined, en el que un trío de piano, flauta y violonchelo interpretará arreglos de Star Wars y La lista de Schindler. "La pianista Simone Pedroni, la flautista Sara Andon y la chelista Cécilia Tsan han realzado y elevado mi música, y eso me produce una gran alegría", asegura.

Quizá Williams no llegue nunca a reconciliarse del todo con la idea de que la música de cine pueda codearse con Bach o Mahler. Pero sus palabras no borran un hecho: sus partituras han traspasado la pantalla para instalarse en el imaginario colectivo, y aunque él lo niegue, forman parte ya de un canon tan universal como cualquier sinfonía.