Mario Camus durante un rodaje

Mario Camus durante un rodaje

Cine

Adiós a Mario Camus, el escritor de imágenes

La extensa y brillante filmografía del director, maestro del cine español, atesora títulos con rango de clásicos como 'La colmena' y 'Los santos inocentes', cúspide de una trayectoria versátil

18 septiembre, 2021 12:12

Mario Camus ha fallecido a los 86 años en Santander, según han informado fuentes familiares. La extensa y brillante filmografía del director, maestro del cine español, atesora títulos con rango de clásicos como La colmena (1983) y Los santos inocentes (1984). Estas películas, premiadas en Berlín y Cannes, versiones respectivas de las novelas homónimas de Camilo José CelaMiguel Delibes, no son sino la cúspide de una trayectoria muy versátil y centrada en la adaptación, para el cine y la televisión, de relatos magistrales de la literatura española.

Nacido en Santander en 1935, Camus estudió Derecho y posteriormente ingresó en la Escuela Oficial de Cine. Sus primeras películas fueron punta de lanza del rupturista Nuevo Cine Español (Saura, Borau, Martín Patino, Picazo…), que, en la década de los años 60, se propusieron cambiar la situación del cine español, que, en esos años con un control más rígido de la dictadura, se encontraba estancado en películas patrióticas de exaltación del régimen. Lo que ellos proponían era un cine de autor acorde con las nuevas corrientes del mundo, un cine crítico, culto y renovador. Se enfrentaron a los cánones estéticos y temáticos del franquismo con sus películas.

Películas por encargo

Estos jóvenes directores, sin embargo, no siempre podían salir adelante con la presión de la censura y se veían obligados a abandonar el cine o a renunciar a sus ideas para dedicarse a un cine más comercial y ligero. El mismo Camus tuvo que hacer frente a este problema y aceptó dirigir muchas películas por encargo, algunas a mayor gloria de Raphael o Sara Montiel, si bien nunca abandonó sus películas más personales, alternando los dos tipos de obras por la pura necesidad de supervivencia. También dirigió un western como La cólera del viento (1970) o las historias de amor conflictivo Volver a vivir (1968) y La joven casada (1975).

En cualquier caso, en 1963 ya había estrenado un filme como Young Sánchez, adaptación de un relato de Ignacio Aldecoa, que describía en un seco pero elocuente estilo documental (el metro, la fábrica, el barrio periférico, los descampados junto al mar, en una de las escenas más poderosas del filme) el universo de los jóvenes boxeadores y los intermediarios mafiosos que los manipulan.

Admirador en su etapa de juventud de todos los grandes directores del Hollywood clásico, como David Lean, John Ford William Wyler, pero también de la generación de españoles inmediatamente anteriores a él, con Luis García BerlangaJuan Antonio Bardem a la cabeza, el estilo de Camus era sobrio, elegante y muy funcional, al estilo clásico, tan discreto que parecía no tener estilo propio. No hay en sus películas ningún movimiento de cámara exagerado ni ningún otro elemento que pretenda llamar la atención sobre el director, o hacer saber al público que tras la cámara hay un maestro arriesgado e innovador. La discreción del cine de Camus proviene de su humildad, ya que siempre huyó de la etiqueta de "autor", llegando a afirmar que "el cine es un oficio de gente humilde".

Entre libros y teatro

Su filmografía está vinculada muy estrechamente a la literatura y muchas de sus películas se basan en novelas u obras de teatro, como las ya mencionadas La colmena y Los santos inocentes, así como El alcalde de Zalamea (1973), La casa de Bernarda Alba (1987) o las tres adaptaciones de Ignacio Aldecoa (Young Sánchez, Con el viento solano y Los pájaros de Baden-Baden). Una relación basada, en palabras de Manuel Hidalgo, que dirigió el curso de verano Mario Camus, la escritura de las imágenes organizado en El Escorial por la Universidad Complutense de Madrid, "en un amor profundo por los libros, algo muy habitual en los directores de aquella época, que eran primero lectores e incluso escritores". El propio Camus desarrolló una faceta literaria como escritor de cuentos y redactó él mismo muchos de sus guiones, así como guiones para otros directores.

El punto culminante de su trayectoria se produjo a mediados de los 80 con La colmena, que recibió el Oso de Oro del Festival de Berlín, y con Los santos inocentes, gran clásico del cine español, premiada en el Festival de Cannes con una mención especial del Jurado Ecuménico Internacional y el premio al mejor actor ex aequo para Alfredo Landa y Francisco Rabal. Ambas adaptaciones eran de enorme complejidad por el carácter de sus textos, pero Camus salió vencedor en ambos envites. Los santos inocentes, al mismo tiempo que describe la situación de la España rural, con los cortijos, los señoritos y los campesinos, contiene un componente lírico exuberante.

Camus dirigió algunas de sus películas más personales ya en la década de los noventa, con el análisis del terrorismo de ETA presente en Sombras en una batalla (1993) y La playa de los galgos (2002) y las fábulas críticas con la sociedad capitalista Después del sueño (1992), Adosados (1996) y El color de las nubes (1998). Su labor en series de televisión es igualmente notable, con éxitos muy populares en la década de 1970 (Los Camioneros y Curro Jiménez) y posteriores proyectos con mayor ambición artística y grandes repartos como Los desastres de la guerra y la adaptación de Fortunata y Jacinta. El director recibió en 1985 el Premio Nacional de Cinematografía y el Goya de Honor en 2011.