Nina (Barbara Sukowa) y Madeleine (Martine Chevallier), vecinas en el mismo edificio y amantes

Nina (Barbara Sukowa) y Madeleine (Martine Chevallier), vecinas en el mismo edificio y amantes

Cine

'Entre nosotras': en brazos de la mujer madura

Nominada al Globo de Oro y a cuatro premios César, este debut de Filippo Meneghetti reivindica el “relato” de las mujeres lesbianas y el amor en la edad madura.

19 febrero, 2021 10:16

Nominada a cuatro premios César, al Globo de Oro y seleccionada por Francia para el Óscar, Entre nosotras es un drama íntimo sobre la historia de amor de dos mujeres maduras que no pueden ser felices porque una de ellas no se atreve a desvelar su relación a sus hijos. Dirigida y escrita por el debutante Filippo Meneghetti, está protagonizada por Nina (Barbara Sukowa) y Madeleine (Martine Chevallier), vecinas en el mismo edificio y amantes, aunque por deseo de la segunda mantienen su relación en secreto. Todo está a punto de cambiar cuando Madeleine le promete a su novia que por fin le explicará la verdad a sus hijos y también venderá su piso para financiar el traslado de ambas a Italia, donde surgió el romance y es para ellas un paraíso mítico que intentan revivir. Sin embargo, en el último momento, la mujer se echa atrás incapaz de enfrentarse a un hijo cruel que le echa en cara que no guarde una especie de luto eterno por su padre, un hombre al que adivinamos que en realidad nunca quiso, un desafecto que le provoca cólera.

Angustiada, la pobre mujer sufre un derrame cerebral y la impostura en la que vive la pareja se vuelve aún más sangrante ya que la novia no puede cuidar ni ver a su amada, para lo cual tiene que inventarse todo tipo de argucias. Comienza así un juego del escondite en el que la pobre Nina debe chantajear a su cuidadora o colarse en su casa de madrugada para poder pasar un tiempo con su pareja, cosa que está convencida que tendrá un poder curativo mucho mayor que cualquier terapia. Los engañados siguen siendo la progenie, y sumen al hijo colérico una hija con buenas intenciones pero insensible a los sentimientos de su madre, lo cual revela la injusticia profunda que el cineasta quiere poner de manifiesto, no solo la dificultad de la sociedad para aceptar el amor lésbico, aun más acusada cuando las amantes son dos personas maduras, también el egoísmo de unos hijos que son incapaces de ver a su madre como un ser autónomo con sus propias apetencias y anhelos para anularla como persona sensual con entidad propia.

Dice Meneghetti, afincado en Francia pero italiano de origen, que con esta película quiere “rellenar los huecos” y explicar el relato de las mujeres lesbianas, que según él ha sido obviado por la historia del cine y la narrativa. La película lo cuenta con astucia y valiéndose recursos audiovisuales originales y significativos, como esa mirilla de la puerta a través de la que la desdichada Nina observa lo que sucede con su novia y se convierte en una metáfora del lugar secundario e incluso sórdido en el que la colocan los hijos.

Ese egoísmo de los hijos que se sienten dueños de su madre y a la que tratan como si fuera una niña desposeída de sus derechos es uno de los grandes temas de una película que ataca el anhelo íntimo de muchos hijos de que sus padres sean seres sin una sexualidad propia, fuente inagotable de cuidados como una santa. Entre nosotras es una película sorprendentemente “pequeña” para la cantidad de premios y fastos que ha ido recogiendo a su paso, una joya minúscula pero cargada de vida en la que el cineasta reivindica con justicia algo tan simple como que tenemos derecho a amar y ser amados sin importar la edad o la condición sexual.

@juansarda