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'Personal Assistant': Sueños de Hollywood

Nada sorprende y todo es demasiado predecible en el filme de Nisha Ganatra, pero las dos horas pasan volando y sales con ganas de cantar. Al final esa es la grandeza de los musicales

26 junio, 2020 08:45

El musical sigue siendo el gran género de Hollywood, sin contar con los superhéroes, claro. Cinematografías de todo el mundo producen películas de acción, comedias familiares, grandes historias épicas e incluso westerns, pero nadie (salvo Jacques Demy en los 50) hace los musicales tan bien como en Los Angeles. Personal Assistant, primera película de un gran estudio que llega a los cines españoles después de la pandemia, se adapta de manera perfecta al molde del musical romántico y la historia de Pygmalion, un clásico del musical hollywoodiense, que hemos visto en tiempos recientes en la mucho más dramática Ha nacido una estrella (2018), con Bradley Cooper y Lady Gaga revisando una historia que ha tenido cuatro versiones, o en las célebres Cantando bajo la lluvia (Stanley Donen, 1952) y My Fair Lady (George Cukor, 1965),  por citar los títulos más conocidos.

Personal Assistant cuenta la historia de una jovencita (Dakota Johnson) que trabaja como asistente de una superestrella afroamericana del r&b y el soul a lo tina Turner (Tracee Ellis Ross) y sueña con ser productora. Por el camino, conoce a un talentoso y desconocido cantante negro ( Kelvin Harrison Jr ) que también le hace tilín y, mientras trata de lidiar con los caprichos de su jefa, se esmera en ayudar a su joven promesa en una tensión sexual no resuelta. Todo ello, contado con un tono amable y algo rocambolesco, heredero de la screw ball comedy, con esa “asistente personal” que llega tarde a todas partes y trata de lidiar con sus dos profesiones sufriendo un considerable estrés.

Personal Assistant es una película simpática, fácil de ver, bien interpretada, que tiene el defecto de contar una historia que da la impresión que hemos visto mil veces pero la virtud de hacer un sentido homenaje a la música afroamericana (con especial atención al revalorizado Sam Cooke) y construir personajes reconocibles y cálidos. Dakota Johnson, recuperada de su saga de las sombras de Grey, está magnífica como atribulada jovencita con aspiraciones y el romance con Harrison funciona.

De vez en cuando, la directora, la canadiense de origen indio Nisha Ganatra (conocida por la serie Transparent), sorprende con destellos de observación psicológica como ese personaje secundario de la segunda asistente, una mujer curtida y cínica que anima a su sucesora a ser lista y arramblar con todos los zapatos de Louboutin que pueda. Nada sorprende y todo es demasiado predecible en el filme, pero las dos horas pasan volando y sales con ganas de cantar. Al final esa es la grandeza de los musicales.

@juansarda