Image: Francis Ford Coppola, el padrino del cine moderno

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Cine

Francis Ford Coppola, el padrino del cine moderno

6 mayo, 2015 02:00

Francis Ford Coppola

Cineasta controvertido, ambicioso, desmedido, muy irregular y de estilo inigualable, cuyos titánicos logros para la historia del cine contrastan con varios proyectos de resultados catastróficas tanto de crítica como de taquilla, a Francis Ford Coppola hay que reservarle un lugar de honor en el olimpo de los cineastas. Pocos como él han demostrado tanto coraje y fe en el cine como expresión artística -convicción que le llevó a la ruina en varias ocasiones-, hasta el punto de poner en peligro no sólo su salud y su estabilidad emocional, sino también la de su familia, su gran pasión junto al cine. Hijo de un músico, Carmine Coppola, y de una actriz, Francis Ford Coppola nació en Detroit (Estados Unidos) en 1939, pero se crió en un suburbio italoamericano de Nueva York. Al igual que su compañero de generación Martin Scorsese, fue un niño bastante enfermizo. Durante una de sus convalecencias al contraer la polio, descubrió el poder seductor del cine y el teatro de marionetas. Fue de los primeros de una generación de cineastas, en los años sesenta, que entró en la industria por la via académica, y no a través del conducto habitual hasta entonces, es decir, las conexiones con Hollywood y los grandes estudios. Primero estudió Teatro en la Universidad de Hofstra y después se graduó en estudios cinematográficos en UCLA (Universidad de los Angeles), donde compartió aula con George Lucas y Steven Spileberg.

Durante un curso de aprendizaje con Roger Corman, se ganó la confianza del maestro de la serie B, quien le contrató como asesor de guiones, ayudante de dirección, jefe de sonido y montajista. Su primera asignación como director para la factoría Corman fue Dementia 13 (1963), grotesco psyco-thriller que incluye una de las primeras decapitaciones en la historia del género. Durante los años siguientes, el cineasta italoamericano, además de dirigir su "tesis" You're a Big Boy Now (1966) y el musical El valle del arco iris (1968, Finian's Rainbow) -con un envejecido Fred Astaire-, se vio envuelto en varias colaboraciones como guionista, incluyendo una adaptación de la obra de Tennesee Williams Propiedada condenada (This Property is Condemned, de Sidney Pollack, 1966), y los guiones de Patton (Franklin J. Schaffner, 1970) -por el que compartió el Oscar al mejor guión original-, ¿Arde París? (Paris brûle-t-il?, de René Clément, 1966) y El gran Gatsby (The Great Gatsby, de Jack Clayton, 1974). Compaginó siempre su labor creativa con el papel de productor, y durante estos años produce a Goerge Lucas los filmes THX 1138 (1971, origen de La guerra de las galaxias) y American Graffiti (1973). Como autor total -guionista, director y productor-, se estrenó con la bella e intimista Llueve sobre mi corazón (Rain People, 1968), cuya frescura y facilidad para transimitir emociones llamó la atención de los estudios y de un sector de la crítica.

El padrino del cine moderno

El gran punto de inflexión en su carrera -y también en el curso de la historia del cine- fue el encargo por parte de la Paramount de adaptar el best-seller de Mario Puzo El padrino. En este análisis íntimo y épico del mundo de la Mafia en Estados Unidos, en el que nadie confiaba, Coppola logró aunar con extraordinaria perfección todas las disciplinas propias de un filme, y además dar un enfoque completamente nuevo -que de hecho inició todo un subgénero cinematográfico- al film noir. A las soberbias interpretaciones de Marlon Brando, Al Pacino, Diane Keaton, Robert Duvall, James Caan, Talia Shire y tantos otros, hay que sumar un guión prodigioso (coescrito con Puzo), la música melancólica compuesta por Nino Rota, la oscura y celebrada fotografía de Gordon Willis, un ritmo narrativo a caballo entre la acción y la reflexión y una profundidad de ecos shakesperianos en la tragedia que envuelve a los personajes. Con El padrino (The Godfather, 1972), primera entrega de una saga que se ha convertido en el mayor éxito de la historia del cine, Coppola ascendió del rango de director prometedor a ser considerado autor de primera categoría. Confirmó su extraordinario talento dos años después. Si no bastaba con una obra maestra, superó el listón con El padrino II (The Godfather. Part Two, 1974).

Fotograma de La conversación

Lo más extraordinario, es que ese mismo año también tuvo tiempo de dirigir otra obra excelente, La conversación (The conversation, 1974), filme post-Watergate que Coppola considera su obra más personal. Ambos filmes fueron nominados a mejor película y mejor guión en la misma edición de los Oscar. En 1975, Coppola se había convertido en uno de los hombres más poderosos y solicitados de Hollywood.

Pero lejos de vender su talento al mejor postor, fundó su propia productora: Zoetrope Studios. Y su primer proyecto fue el elefantíaco Apocalypse Now (1979), que estuvo a punto de arruinarle tanto financiera como espiritualmente. El filme, basado en El corazón de las tinieblas de Joseph Conrad, no es tanto un retrato de la guerra de Vietnam como una parábola existencialista y un verdadero triunfo artístico. A pesar de su éxito en Cannes (Palma de Oro), el filme no fue bien recibido, ni comprendido, por el público. Sin embargo, Coppola se embarca en otro proyecto no menos arriesgado, el musical Corazonada (One From The Heart, 1982). Con música de Tom Waits, rodado íntegramente en estudios y con una de las fotografías más cuidadas que se conocen en el cine, el décimo largometraje de Coppola también sufrió el castigo de la taquilla, y el cineasta tuvo que subastar su productora. A partir de entonces, y ansioso por salvar su reputación y su estabilidad financiera, acomete proyectos comerciales, que sin embargo no dan tan buenos resultados en taquilla, como las adaptaciones de Rebeldes (The Outsiders, 1983) y La ley de la calle (Rumble Fish, 1983), relatos gótico-adolescentes de S. E. Hinton. Dirige también el musical-jazz Cotton Club (1984), con Richard Gere y Diane Lane, donde demostró su maestría técnica pero con el que sumó otro fracaso comercial.

Fotograma de Rebeldes

Excepcionalidad y decepción

Desde entonces, su obra ha sido muy irregular, abarcando desde la excepcional Peggy Sue se casó (Peggy Sue Got Married, 1986) hasta la olvidable Jardines de Piedra (Gardens of Stone, 1987). En Tucker, un hombre y su sueño (Tucker: The Man and His Dream, 1988), biopic del idealista diseñador de coches Preston Tucker, muchos han visto una velada autobiografía, pues las conexiones carismáticas y biográficas del director con el personaje de los años 40 resultan evidentes. A esta obra siguió su decepcionante participación en el filme colectivo Historias de Nueva York (New York Stories, 1989), cuyo episodio Vida sin Zoe (Life without Zoe) escribió su hija Sofia Coppola. Finalmente, sucumbió a las presiones comerciales y rodó El Padrino III (The Godfather. Part III, 1990), que sin alcanzar la calidad de las anteriores es sin duda su película más interesante en años.

Decidido a emprender un proyecto completamente distinto, escribe y dirige Dracula, de Bram Stoker (Dracula, 1992), producto artificial destinado a conseguir el máximo impacto visual. Su éxito le permite producir, desde la recuperada compañía Zoetrope,Frankenstein, de Mary Shelley (Mary Shelley's Frankenstein, 1994), dirigida por Kenneth Branagh. Después ha dirigido las películas claramente comerciales y artísticamente decepcionantes Jack (1996) y Legítima defensa (The Rainmaker, 1997). Más de veinte años después de su realización, presentó en el Festival de Cannes Apocalypse Now Redux (2001), una versión ampliada y con montaje alternativo de su delirante retrato de la guerra. Significativamente, Coppola se ha preocupado por asegurar el estreno en salas norteamericanas de obras de cineastas extranjeros como Wim Wenders y Akira Kurosawa, así como en llevar a la audiencia de su país una versión restaurada de la obra maestra muda Napoleon (1927), de Abel Gance.

Después de Legítima defensa llegaron Youth Without Youth de 2007 y Tetro en 2009, considerada, esta última, por el propio cineasta como su filme más personal, en el que demostró de manera descarnada sus sentimientos más íntimos, además de ser el primer guion de Coppola después de La conversación. Youth Without Youth es un personalísima aproximación a la biografía del orientalista rumano Mircea Eliade. Ambas surgen de su empeño por realizar filmes "pequeños" al margen de la industria en los que recupera el sabor de la independencia creativa que gozó en los felices 70. Entre sus últimas cintas como director se encuentran El hombre sin edad (2007) y Twixt (2011).

De los diversos premios que el cineasta se ha llevado a lo largo de su carrera destacan los Oscar y los Globos de Oro. El primer Globo de Oro con el que fue galardonado como mejor director fue El Padrino (1973) y Apocalypse Now (1980), Globo de Oro al mejor Guion por El Padrino, Oscar mejor guion original por Patton (1971). Cuenta en sus baldas, también, con el Globo de Oro a la mejor película por El Padrino, Oscar a la mejor película y mejor guion adaptado por El Padrino y los Oscar a mejor película, mejor guion adaptado y mejor dirección por El Padrino II. Además de dos Palmas de oro por La conversación y Apocalypse Now.

FILMOGRAFíA

Tonight for Sure!, 1962
Dementia 13, 1963
Ya eres un gran chico, 1966
El valle del arco iris, 1968
Lleve sobre mi corazón, 1969
El padrino, 1972
La conversación, 1974
El padrino II, 1974
Apocalypse Now, 1979
Corazonada, 1982
Rebeldes, 1983
La ley de la calle , 1983
Cotton Club, 1984
Peggy Sue se casó, 1986
Jardines de piedra, 1987
Tucker, un hombre y su sueño , 1988
Vida sin Zoe, 1989. (Episodio de Historias de Nueva York)
Drácula de Bram Stoker, 1992
Jack, 1996
Legítima defensa , 1997
Youth Without Youth, 2007
Tetro, 2009
Twixt, 2011