Image: El Calentito

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Cine

El Calentito

Directora: Chus Gutiérrez

23 junio, 2005 02:00

Verónica Sánchez y Macarena Gómez en El calentito

Intérpretes: Mónica Sánchez, Macarena Gómez, Nuria González / Guionistas: Chus Gutiérrez y J. C. Rubio. Estreno: 24 junio, 110 min.

En 1997 Chus Gutiérrez trabajaba ya en una historia que por entonces se titulaba Calentito y que ella imaginaba como una película poco convencional: tenía intención de rodarla en nueve planos-secuencia, la acción describía una noche entera dentro de un bar de copas, el protagonismo era coral y debía llevar mucha locura dentro. Ocho años después ha podido concretar por fin su viejo y querido proyecto, porque se trata de una idea que tiene raíces en su propia experiencia personal, pero la radicalidad de sus primeras ideas se ha diluido para dar paso a una obra más convencional sin perder por ello la verdad interior ni el sentido originario de su propuesta.

Es probable que la industria cinematográfica nacional, siempre tan timorata, cuando no abiertamente provinciana, no dé para más y que resulte imposible para un cineasta, hoy en día, rodar una historia que transcurre a lo largo de una sola noche, dentro de un único local y en nueve exclusivos planos-secuencia. Así nos va. Dentro de un contexto en el que toda audacia parece sospechosa y en el que se premia exclusivamente la docilidad para copiar lo ya conocido, parece casi un milagro, incluso, que haya podido salir a flote El calentito, aunque haya debido incorporar secuencias que transcurren fuera del bar y que, digámoslo ya, son lo más tópico y lo más falsete de un film que, en todo lo demás, respira una agradecible voluntad de discurso personal y no poco talento.

La directora de Sexo oral y de Poniente se mueve con más comodidad cuando puede centrarse en el retrato anímico de sus personajes que cuando se ve obligada a incluir pinceladas de ese costumbrismo tan ramplón contra el que casi siempre se estrella el cine español. Por eso todas las secuencias de la casa familiar, las escenas con el jefe de la discográfica, los comentarios de las clientas en el mercado y los incidentes con los vecinos fachas suenan a cliché y parecen moldes acartonados. Todo lo contrario, precisamente, de lo que sucede cuando la cámara se queda a solas con las tres chicas del grupo musical (las "Siux") y con sus colegas dentro del garito en el que actúan.

Allí se juega lo más valioso de esta película que rescata un valioso pedazo de nuestra historia reciente. Las energías lúdicas y liberadoras que impulsaban a las gentes de la famosa "movida madrileña", a principios de los años ochenta, confrontadas con la amenaza de retroceso y de autoritarismo que suponía la intentona golpista del 23-F, dan lugar a un retrato colectivo de búsquedas sentimentales, identidades en construcción y arrebatos musicales. En ese magma se desarrolla y crece lo mejor de esta pequeña, pero necesaria película: su energía contagiosa, su indagación en las emociones no controlables, su dimensión lúdica, su apuesta por la libertad en todos los campos.

Un retrato singular se impone con fuerza dentro de las imágenes: es la entrañable Leo ("Punkita"), creación personalísima de Macarena Gómez, capaz de inyectar inseguridad, nervios, vulnerabilidad y tesón a una criatura que acaba por devorar a las demás y por ganarse a pulso el centro de cada secuencia en la que interviene. En su mirada y en sus movimientos está lo más valioso de esa película "interior", podríamos llamarla así, que Chus Gutiérrez filma con entusiasmo, con garra y con sinceridad, sin duda porque la antigua integrante de un grupo "guarripunk" llamado Xoxonees, que aglutinaban ella misma y su hermana Blanca Li (la coreógrafa), sabe bien de lo que está hablando...