Cine

Autoexilio

Frank Capra, el nombre delante del título

7 noviembre, 1999 01:00

Se edita por primera vez en España "Frank Capra, el nombre delante del título" (T&B Editores), la autobiografía del autor de películas como "¡Qué bello es vivir!", "Arsénico por compasión" o "Caballero sin espada". En el fragmento que publicamos, Capra narra en tono desenfadado su intención de abandonar Hollywood.

Habían transcurrido seis meses desde mi liberación de la Paramount, seis meses pasados librándome de todo lo que oliera a Hollywood. Lo primero que hice fue librarme de la propiedad de las historias.

Vendí "The Flying Yorkshireman" a Stanley Kramen. Luego Willie Wyler, que necesitaba una historia para su cuarto filme con la Paramount, me pidió los derechos de "Vacaciones en Roma". Puse reparos. Willie suplicó.
-Está bien, Willie. Es mi historia preferida, pero es tuya. Y si te gusta, vuelve y te daré "la gran prueba".

Lo cual fue exactamente lo que hizo Willie años más tarde. E hizo dos grandes filmes a partir de esas historias. Durante años desde entonces, cada vez que Willie y yo nos encontrábamos, invariablemente se echaba a reír y me pinchaba:

-¡Hey, Frank! ¿No tienes más historias para mí guardadas en tu camioneta?

Esto me dejaba con "Caravana de mujeres". Y eso nos lleva a nuestro muy querido amigo y vecino, William "Wild Bill" Wellman, su hermosa esposa Dottie, que había dejado de cumplir años a los veintiuno, y sus siete maravillosos chicos: Patricia, Billy, Kitty, Timmy, Cissie, Mike y Maggie. Nuestros chicos: Frank Jr., Lulú y Tommy, estaban con el clan Wellman prácticamente cada día, mientras que Lu y yo cenábamos con Bill y Dottie al menos dos veces a la semana. Estábamos tan unidos como pueden estarlo dos familias sin vivir bajo el mismo techo.

Bill, un antiguo piloto de la Escuadrilla Lafayette, era un atractivo conquistador antes de casarse con Dottie. Después seguiría siendo un hombre atractivo, pero confinó sus conquistas a dirirgir filmes como "Alas" ("Wings", 1927), "The Public Enemy" (1931), "So Big" (1932), "Ha nacido una estrella" ("A Star Is Born", 1937). "The Ox-Bow Incident" (1943), "También somos seres humanos" ("The Story of G.I. Joe", 1945), "The High and The Mighty" (1945)...

Una noche durante la cena, le conté a Bill la historia de "Caravana de mujeres". Flipó. Y Dore Schary la compró para que Bill la hiciera en la MGM.

Pero no podía romper completamente con Hollywood mientras todavía seguía viviendo allí. Así que despedí a todos los empleados de la casa y trasladé a toda la familia a nuestro rancho en Fallbrook, a unos ciento cincuenta kilómetros de distancia. Fue un trauma abandonar el hogar que habíamos construido y el huerto y las flores que había plantado. El día que nos fuimos, yo personalmente dije adiós a cada árbol y arbusto de nuestra propiedad de cinco hectáreas. Les deseé buena suerte con todos los nuevos propietarios, y les dije que plantaría árboles y flores como ellos en Fallbrook.

¡Sí, señor! ¡La commedia e finita! ¡Oh día feliz! A partir de ahora no haré nada excepto sentarme y gozar durante un tiempo de las maravillas de las cosas pequeñas. Sacamos a Lulú de la escuela femenina de Westlake y la inscribimos en la escuela pública secundaria de Fallbrook, mientras Tom entraba en la escuela elemental. Frank Jr., de diecisiete años, vivía en uno de los dormitorios del Caltech. Treinta y siete años antes yo tenía diecisiete, y era un estudiante de primer año en el Caltech, mientras Papá cultivaba los más hermosos limones de California. Ahora otro Frank era un alumno de primer grado en el Caltech, y yo podía plantar no sólo los más hermosos, sino los más grandes aguacates de California en las cuarenta hectáreas de nuestro rancho en Red Mountain.

¿Y abandonar para siempre Hollywood? Por supuesto. Abandonarlo mientras aún estás por delante. Antes de que te convierta en un esclavo. Antes de que tus propias presunciones te sometan a la esclavitud. Relajarte. Construir grandes barbacoas bajo estos robles maravillosos; y grandes mesas. Invitar a los amigos, asar venados enteros. Contratar una banda de mariachis, ¡olé! Castañuelas y bailarines españoles. Y Leo Carillo traería su caballo y su silla de plata. Seguro. Grandes fiestas los domingos como solía celebrar Papá. Vivir como un Don español, en un rancho histórico, en el histórico condado de San Diego. ¡Olé! Dormir hasta tarde, Don Francisco. No más saltar fuera de la cama al amanecer, para ir a las salas de proyecciones, correr a los platós, contestando a un millar de preguntas de actores y equipos técnicos. ¡Dormir hasta tarde!

¿Dormir hasta tarde? Mi problema era precisamente dormir. El espíritu de un hombre nunca está tan bajo como cuando despierta sin nada que lo haga apresurarse..., sin nadie que lo necesite. Me quejaba de todo como un ego no alimentado, sin darme cuenta de que los años más absurdos de mi vida estaban todavía por delante de mí. De hecho, al llegar las Navidades de nuestro primer año en Fallbrook, iba a recibir una patada en la boca que resultaría ser la más amarga y la más humillante experiencia de toda mi vida.

Frank CAPRA