Guillem Anglada-Escudé. Foto: © CCCB, 2021 / Miquel Taverna

Guillem Anglada-Escudé. Foto: © CCCB, 2021 / Miquel Taverna

Ciencia

Guillem Anglada-Escudé: "La Luna es un lugar muy hostil para el ser humano”

El astrofísico, investigador Ramón y Cajal, llega a la Fundación Ramón Areces para hablar sobre los “planetas terrestres rojos”.

26 septiembre, 2023 02:07

Además de haber llegado a lo más alto en el reconocimiento científico gracias a publicaciones como Nature o Time y de haber liderado el grupo que descubrió el exoplaneta Proxima b, Guillem Anglada-Escudé (Barcelona, 1979), investigador del Instituto de Ciencias del Espacio (CSIC) y del Instituto de Estudios Espaciales de Cataluña, desarrolla técnicas de inteligencia artificial para la detección y caracterización de exoplanetas y construye el primer nanosatélite español de astrofísica dedicado al monitoreo fotométrico del cielo completo en el óptico y el ultravioleta (PhotSat). También saca tiempo para las conferencias, como la que pronunciará el próximo día 26 (19,00 horas) en la Fundación Ramón Areces, en colaboración con la Cátedra Julio Palacios (CSIC), titulada “Planetas terrestres rojos: una oportunidad para buscar vida más allá de la Tierra”.

Pregunta. ¿Qué piensa cuando ve noticias recientes como la del Congreso de Estados Unidos sobre los ovnis?

Respuesta. Es normal que se observen fenómenos no identificados. El tema siempre está en la replicación, verificación y utilidad de los mismos. Solamente hablamos de ciencia si son hechos contrastables que después permiten entender mejor el mundo y, en el mejor de los casos, usar un fenómeno para poder vivir mejor. No tengo nada en contra de investigar fenómenos poco entendidos con recursos públicos siempre que sea conmensurado y se siga una metodología clara. Y quien quiera hacerlo de forma privada incluso mejor.

“La evidencia más fuerte que puede que funcione sería detectar vestigios de vida presente o pasada en Marte”

P. ¿Qué piensa de las tesis de Avi Loeb (autor del libro Extraterrestre)?

R. Conozco personalmente a Avi Loeb. No es un científico ni una persona común. Ha trabajado durante muchos años picando piedra como astrofísico mainstream y ahora le apetece investigar sobre lo que realmente le interesa y emociona. Lo hace desde una posición de cierto presitigio y renombre y se le da algo más bombo de lo que sería deseable, pero es una persona que sigue un método científico y no se corta en expresar sus conclusiones, aunque sus especulaciones e hipótesis tienden a tener cierto sesgo hacia la evidencia de presencia alienígena.

P. ¿Son los exoplanetas la gran esperanza para encontrar vida fuera de la Tierra?

R. Es una de las vías con más potencial debido a la gran cantidad de mundos terrestres que sabemos que hay ahí fuera. Aunque al no tener posibilidades de experimentar sobre el terreno (los planetas del Sistema Solar están a minutos luz, mientras que los exoplanetas están a años luz) siempre va a ser algo tentativo y controvertido. La evidencia más fuerte que puede que funcione antes, sería detectar vestigios de vida presente o pasada en Marte, las lunas de los gigantes Júpiter y Saturno o algún otro rincón del Sistema Solar.

Guillem Anglada-Escudé. Foto: © CCCB, 2021 / Miquel Taverna

Guillem Anglada-Escudé. Foto: © CCCB, 2021 / Miquel Taverna

P. ¿Qué se ha descubierto en exoplanetas como Proxima B Centauri?

R. De momento que existen. En alguno de estos mundos rocosos y templados se da la circunstancia de que transitan enfrente de la estrella a cada órbita. Esto nos ha permitido empezar a estudiar o investigar las atmósferas de estos exoplanetas a un nivel muy burdo. En teoría, con el JWST o telescopios gigantes en construcción podríamos detectar moléculas esenciales para la vida tal y como la conocemos.

P. ¿Se queda corta la tecnología actual a la hora de investigar estos planetas?

R. Sí, es muy justa y necesitamos mucha suerte para encontrar objetos de caracterización ‘fácil’. Como mucho hay una docena de exoplanetas terrestres y templados donde podamos obtener algo de información fiable durante la próxima década.

P. En la Fundación Ramón Areces hablará de los planetas terrestres rojos como una oportunidad para buscar vida fuera de la Tierra...

R. Los planetas terrestres en órbitas templadas alrededor de sus estrellas se pueden detectar única y exclusivamente alrededor de estrellas enanas rojas, que son de composición parecida al Sol pero generalmente tienen masas por debajo de la mitad de una masa solar. Todos los experimentos son en este tipo de planetas.

P. ¿Qué opina de la reactivación de la carrera hacia la Luna, especialmente para “colonizar” su cara oculta?

R. Ya costará lo suyo mandar astronautas y, tal vez, establecer una base semipermanente y pequeña en la Luna como para preocuparse de su cara oculta. Yo lo celebraré sea quien sea el primero que lo logre. Preferiría que se hiciera como un esfuerzo global, pero si la competición internacional de las superpotencias es el incentivo… qué le vamos a hacer. El progreso será para todos. Y una vez hechos los primeros pasitos, debería poder desarrollarse de forma mucho más autónoma y económica (es una gran ventaja saber que una cosa se puede hacer).

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P. ¿Puede ser la Luna un lugar alternativo para la supervivencia del ser humano?

R. No. Es un lugar muy muy hostil. Aunque el clima terrestre colapsase, sería más fácil y salubre vivir en un búnker en la Tierra que en la Luna. La Luna tiene el problema de que nunca ha tenido agua fluyendo en su superficie, por lo que los minerales no están concentrados y por lo tanto no pueden extraerse de forma viable en toda la variedad necesaria para mantener una base lunar operativa y autosuficiente (igual en centenares de años sí, pero no con la tecnología actual). Por ejemplo, la falta de átomos de carbono de fácil acceso (o de hidrógeno, que está en el agua), es uno de los problemas más graves.

P. Entre los diez científicos más importantes de Nature y entre los cien de Time. ¿Qué se siente al verse en estas listas?

R. Cuando ocurre, uno no se acaba de dar cuenta del significado. Además es como un efecto bola de nieve. Un día nadie sabe quien eres y al siguiente te empiezan a invitar a cosas. No hay tiempo para prepararse demasiado. Fue divertido mientras duró. También quiero añadir que esto fueron reconocimientos ‘populares’ más que científicos. Igual alguien lo encontrará curioso, pero a muchos de mis colegas con perfiles públicos mucho más modestos les va mucho mejor en temas de financiación, promoción y éxito estrictamente profesional… Alguien de cierta relevancia me comentó que la envidia no estaba del todo ausente en los paneles (después entendí de qué hablaba). No me quejo pero pensaba que en el plano profesional las cosas irían algo más rodadas después de eso y me equivoqué.