Image: Mariano Barbacid

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Ciencia

Mariano Barbacid

"El CNIO podría desaparecer en un futuro no muy lejano"

4 diciembre, 2012 01:00

Mariano Barbacid

El investigador considera que el centro está "al borde del precipicio"

"Veo mal la ciencia española. Está sufriendo innecesariamente y con muy poco futuro. Si esto es grave en cualquier actividad, en ciencia es mucho peor". El investigador del CNIO Mariano Barbacid (Madrid, 1949) vuelve a la primera línea de actualidad por su dura crítica a la gestión actual de la institución por parte de la también prestigiosa investigadora María Blasco. En su momento, tampoco dudó en enfrentarse a la ex ministra Garmendia por la forma de financiar sus investigaciones en torno al cáncer de pulmón y páncreas. Sus trabajos actuales tienen diversos frentes presupuestarios, entre ellos la Unión Europea y la Axa Research Fund. Por todo ello, y con todo ello, puede decirse que Barbacid vuelve a la carga.

Pregunta.- ¿Cómo calificaría la gestión de María Blasco al frente del CNIO?
Respuesta.- En estos momentos, el CNIO está atravesando una situación muy complicada. Me atrevería a decir que estamos al borde de un precipicio. En los 18 meses que la doctora Blasco lleva como directora del Centro se ha generado un déficit de casi 20 millones de euros. De no producirse un cambio de rumbo, las ya menguadas reservas del CNIO se acabarán en unos meses y el Centro tendrá que prescindir de más de cien investigadores para intentar seguir siendo, no ya un centro de excelencia, sino meramente un centro operativo. Curiosamente este déficit no tiene nada que ver con los actuales recortes en investigación ya que el Ministerio ha mantenido intacta la subvención del Centro. Y mucho menos con el proyecto de descubrimiento de fármacos como tan desesperadamente insiste la Directora. Las cifras están ahí y no mienten. El Patronato acaba de encargar un plan de viabilidad. Confío en que este plan resuelva la situación porque como hemos podido ver con las cuentas del Estado, Comunidades Autónomas o Cajas de Ahorro, ocultar o maquillar la situación financiera solo agrava los problemas. Espero que el Ministerio tome cartas en el asunto y no caiga en esta tentación. De otra forma uno de los buques insignia de la investigación española podría desaparecer en un futuro no muy lejano.

P.-¿Cree que le han tratado bien a lo largo de su reciente trayectoria en España?
R.-Ha habido momentos buenos y momentos malos, pero afortunadamente han prevalecido los primeros. De otra forma el CNIO no existiría y sobre todo no sería un centro de referencia considerado entre los diez centros de investigación con mayor índice de excelencia en el mundo según el ranking del S.I.R de producción científica.

P.-¿Y en el CNIO, tras su etapa como director?
R.-Perfectamente. El CNIO sigue funcionando muy bien, tanto la Administración como las Unidades de apoyo científico. Por el momento no ha habido grandes cambios que hayan afectado a la operatividad del Centro.

P.-¿Dónde hay que luchar más, en el laboratorio o en las ventanillas de la administración?
R.-Afortunadamente ahora solo tengo que luchar en el laboratorio.

P.-¿En qué situación se encuentran las investigaciones sobre el cáncer en estos momentos?
R.-Cuando hablamos de cáncer en realidad nos estamos refiriendo a más de doscientas enfermedades, por lo que serían necesarios varios libros para poder contestar a su pregunta. Y lo que es peor, cuando estos libros estuvieran escritos ya estarían obsoletos para la entrevista ya que la investigación en cáncer avanza a una gran velocidad. Desgraciadamente, la gran complejidad de estas enfermedades hace que los resultados prácticos no lleguen con la frecuencia y asiduidad que todos deseamos.

P.-¿Tiene el cáncer tantas caras y tantas manifestaciones que es muy difícil encontrar un proceso único de desarrollo?
R.-Así es. En realidad no es que sea difícil encontrar un proceso único de desarrollo, es que no existe. Hoy en día conocemos más de 500 genes mutados que están directamente implicados en el desarrollo de al menos un tipo de cáncer. Este número va a verse incrementado muy pronto gracias a los últimos avances en las técnicas de ultra secuenciación que están permitiendo descifrar los genomas del cáncer, una investigación que está poniendo al descubierto todos y cada uno de los errores que presentan los tumores humanos.

P.-¿Tan difícil es encontrar la diana para atajar el mal funcionamiento de los genes?
R.-El problema no es encontrar dianas, si no saber cómo atajar su actividad aberrante. Tenga en cuenta que estas dianas mutadas son nuestras, no son dianas de bacterias o de virus, por lo que encontrar moléculas capaces de bloquear su función sin afectar a las formas no mutadas es algo extremadamente complicado. Pero además hay que considerar que bloqueando una sola diana solo se consigue un efecto terapéutico limitado y el paciente suele desarrollar resistencias en poco tiempo. Los tumores son algo cambiante, algo en continua evolución. Por lo tanto, para conseguir un efecto terapéutico significativo y duradero habría que atacar todas las dianas mutadas de un tumor al mismo tiempo de tal forma que dejáramos al tumor herido de muerte y no pudiera recuperarse. Esto representa un auténtico reto tanto para la industria farmacéutica como para la propia oncología médica. Un reto que irá resolviéndose poco a poco y cáncer a cáncer.

P.-¿Qué hallazgos más significativos ha tenido su grupo del CNIO en torno al cáncer de pulmón y páncreas?
R.-En los últimos tres años hemos identificado tres dianas moleculares sin las cuales este tipo de tumores no progresan, al menos en modelos animales diseñados mediante manipulación genética. Estos resultados han abierto una vía importante para desarrollar inhibidores selectivos. En el caso de la diana c-Raf, la ex ministra Garmendia no me permitió hace poco mas de un año obtener financiación privada para generar estos inhibidores. Afortunadamente, ya los estamos ensayando. Evidentemente estos inhibidores no los hemos podido generar nosotros, vienen de una multinacional americana. Ellos saben donde se presentan las oportunidades y no pierden el tiempo.

P.-¿Piensa que una alternativa a la crisis es el mecenazgo?
R.-Sería de gran ayuda a la investigación, especialmente en tiempos de crisis pero no puede ser su motor principal. El motor principal debe de ser el gobierno, igual que en el caso de la educación y la sanidad, los otros dos grandes pilares sobre los que debe sustentarse cualquier país desarrollado.

P.-¿Considera que la actual Ley de Fundaciones favorece o encorseta los mecenazgos?
R.-No conozco bien la Ley de Fundaciones. Lo que síi puedo decirle es que en cuestión de mecenazgo está todo inventado. Sólo hay que importar las normativas de aquellos países en los que el mecenazgo juega un papel importante en la sociedad, no solo en la ciencia. Para ello es necesario que al mecenas se le reconozcan unas ventajas fiscales y obtenga un reconocimiento social. Además, las fundaciones privadas que ejerzan el mecenazgo no deberían dedicar más del 25% de los recursos recibidos a su propio mantenimiento. Por último, es esencial que se establezca un control efectivo para evitar el fraude. Son tres ideas simples pero que son la base del buen funcionamiento del mecenazgo en los países anglosajones. Pensemos que en el Reino Unido, la organización Cancer Research UK, equivalente a nuestra Asociación Española contra el Cáncer, financia entre otras muchas actividades, cinco centros de investigación similares al CNIO.

P.-¿En qué consiste el programa financiado por Axa Research Fund?
R.-La mayor parte de la financiación de mi grupo es pública, procedente de la Unión Europea. Pero el mecenazgo, tal y como le indicaba anteriormente, juega un papel de apoyo muchas veces esencial. Por ejemplo, la Cátedra Permanente AXA que he obtenido recientemente me va a permitir desarrollar proyectos que no hubiera podido hacer con la financiación pública. Esta Cátedra consiste en una donación de 2 MM de euros cuyo capital debe de permanecer constante. Es decir, el investigador sólo recibe los réditos de esta cantidad pero por un tiempo indefinido siempre que el investigador mantenga unos niveles competitivos de productividad. Esta es la forma en la que están financiadas la práctica totalidad de las Cátedras en las universidades más prestigiosas de Estados Unidos, donde los réditos también sirven para pagar o complementar el sueldo del investigador. En mi caso particular, la ayuda del Fondo de Investigación AXA me ha permitido iniciar un programa de ensayos co-clínicos, una iniciativa que estamos ralizando una docena de laboratorios en todo el mundo y que creo que va a tener una incidencia importante en el futuro de la investigación traslacional en cáncer. Este proyecto, de largo recorrido, va a ser posible gracias a que las Cátedras Permanentes proporcionan unos ingresos estables a largo plazo, algo de lo que desgraciadamente adolece la financiación pública. Ojala este modelo implementado por AXA tuviera más seguidores entre los grandes mecenazgos, no solo en nuestro país, sino también en Europa.