Y tú que lo veas

ERE en Acción Cultural Española

6 diciembre, 2012 01:00

Posiblemente hayan oído hablar de los ERE voluntarios que se han abierto en Renfe o en AENA, que son sociedades mercantiles estatales, o tal vez del que se está negociando en la Sociedad Estatal de Paradores Nacionales, obligatorio. Pero casi seguro que no tienen noticia del que ya se ha aprobado en la Sociedad Estatal Acción Cultural Española (AC/E) -el organismo que se dedica a la promoción cultural en el exterior y en el interior, responsable de la exportación de la “marca España”-, que se ha llevado por delante a 39 de los 93 trabajadores, un 42% de la plantilla. Son entidades de muy diferente volumen que, sin embargo, comparten una “excepcionalidad” en el sector público. La sociedades estatales, creadas para gestionar con mayor agilidad los negocios o asuntos que atienden, han sido sometidas en los últimos años a un adelgazamiento presupuestario, un mayor control y un cierto cuestionamiento por parte de los propios gobernantes.

Interior del pabellón de España en la Exposición Internacional de Yeosu

En 2011 -últimos presupuestos liquidados-, los gastos de personal de AC/E, fueron de 5.651.000 euros. Un gasto en verdad excesivo, dado el bajón en la actividad de la sociedad estatal, que no proporcionaba ocupación para tanto empleado. No tengo el dato contrastado pero el presupuesto para proyectos en 2012 pudo rondar los 12 millones. Para que comparen. Cuando las tres sociedades estatales -Acción Cultural Exterior (SEACEX), Conmemoraciones Culturales (SECC) y Exposiciones Internacionales (SEEI)- eran independientes, cada una contaba con una plantilla más o menos adecuada a sus medios, que eran los de otros tiempos, y a sus propósitos. El problema es que cuando en diciembre de 2010 se fusionaron para conformar AC/E, con programa y presupuesto más modestos, sólo tres personas fueron despedidas. La fusión fue en algunos aspectos sólo nominal; los empleados de las tres sociedades anteriores tenían horarios y sueldos diferentes. Los empleados de la SEEI -se ocupaba de las Expos- tenían remuneraciones mucho más elevadas que los de SEACEX, y más aún que los de SECC, y cada cual tenía dietas diferentes cuando trabajaban fuera de España. Había chóferes en una sociedad que cobraban más que coordinadores de proyectos en otra.

Nadie cuestiona que el ERE era necesario. Más vale una sociedad estatal aligerada de gastos que pueda mantenerse en marcha que una liquidación total. Recordemos que en marzo de este año el Gobierno aprobó un Plan de restructuración y racionalización del sector público empresarial y fundacional estatal con el fin de reducir en lo posible esta “irregularidad” en la administración pública, y que en aquel momento se suprimieron 24 empresas estatales. El ERE en AC/E se ha flexibilizado respecto a su planteamiento inicial, a través de la negociación del comité de empresa, y se han pactado indemnizaciones generosas, incluso por encima de lo que marca la ley: 26 días por año trabajado, y eran en general trabajadores con bastante tiempo en las distintas sociedades. Pero hay que conocer algunas circunstancias.

-La primera y fundamental: el equipo de AC/E -salvo los contados casos de enchufismo partidista- tiene en general una buena cualificación profesional. Perdemos, por tanto, capital humano. Y, sobre todo: el drama es que sobra gente porque faltan iniciativas estatales para internacionalizar la cultura española. Otra apuesta de futuro -con educación, creación, investigación- que se nos escurre entre los dedos.

-Se lamenta que Mª Teresa Lizaranzu, Presidenta de AC/E y Directora General de Política e Industrias Culturales y del Libro del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, no se haya reunido en ningún momento con ellos para darles explicaciones. Me confirman que, como ustedes pueden imaginar, ella va poco por AC/E.

-Quienes permanecen en sus puestos de trabajo sufrirán un recorte en sus sueldos de entre un 5% y un 46%, avanzando así en la equiparación salarial. Salen, fundamentalmente, antiguos empleados de la SEEI, los que más cobraban, y los que se quedan sufren los recortes más severos, alrededor del 30%. Los menos afectados son los de SECC.

-Cuando el Consejo de Ministros dio luz verde al expediente de regulación de empleo en AC/E, se encargó a una empresa, People Matters, la realización de un estudio de viabilidad. En principio, recomendó que los directivos, que cobran más de 100.000 euros anuales, no bajaran sus sueldos por estar dentro de las medias del mercado. Finalmente han accedido a aplicarse una rebaja del 15%. Dentro de AC/E algunos piensan que debería haberse reducido el número de directivos en la misma proporción que el de empleados.

-People Matters recomendó a AC/E en su informe que redistribuyera el organigrama para que hubiera menos empleados en el área administrativa y más en la de proyectos, es decir, en la que se dedica a programar actividades, coordinarlas, difundirlas... No se ha atendido esa recomendación y tras el ERE habrá más o menos el mismo número de empleados en una y otra área. Una burocratización innecesaria.

-La supuesta reestructuración ha supuesto la creación de departamentos redundantes como el de “Analisis y valoración de proyectos” y “Planificación y control de proyectos”. Funciones que, lógicamente, corresponden a los directivos de AC/E. Da la impresión de que, como en tantos organismos culturales, había que “colocar” a algunas personas.

La buena noticia, según me comentan algunos afectados, es la llegada a AC/E de Miguel Albero, que se incorporó en octubre como Director de Programación. Durante 2012 buena parte de lo realizado había sido ya planificado por el anterior equipo directivo, así que será ahora cuando se empiece a ver qué línea propia tiene el actual. Se está trabajando en una nueva programación que deberían presentarse pronto, pero se teme que se consolide lo que ya se está viendo: AC/E apenas generará proyectos propios, excepción hecha de las conmemoraciones históricas y las Expos, limitándose a apoyar económicamente a instituciones que lo soliciten. Hay algunas citas internacionales importantes en las que tendríamos que dar la talla, como el año de España en Japón, el quinto centenario del descubrimiento del Pacífico o la Exposición Universal de 2015 en Milán. Pero más allá de esos grandes eventos y conmemoraciones, urge establecer otras tareas prioritarias, como el apoyo a los creadores en activo, y definir cuáles son los criterios mediante los que se elige un proyecto y no otro. AC/E debería ser, en este ámbito, más proactiva y más transparente. ¿Por qué se ha abierto un “concurso de ideas para un proyecto expositivo cuyo eje temático sea el deporte español” y no se hacen convocatorias para artistas y comisarios? Y ¿por qué tiene que ocuparse AC/E de la promoción del deporte, derivando sus escasos recursos a intereses ajenos? Claro que, en las bases, se advierte que “La ejecución de la propuesta está condicionada a la existencia de financiación de AC/E en el ejercicio correspondiente”. Cómo estamos...

Image: Muere Oscar Niemeyer

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