El Cultural

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Homo Ludens por Borja Vaz

'The Pathless', se hace camino al andar

El nuevo juego de Giant Squid presenta la lucha entre una arquera y el asesino de dioses en una isla maldita al final del mundo. Total fluidez de movimiento para entrar en comunión con el entorno

19 noviembre, 2020 10:30

Journey (thatgamecompany, 2012) marcó un antes y un después en los videojuegos. El título de Jenova Chen coronó la revolución indie que se había iniciado unos años antes gracias a la distribución digital que hizo viables juegos producidos por estudios pequeños que pudieran arriesgar más. Más allá de sus méritos formales –más que evidentes– Journey es probablemente uno de los juegos más importantes de la historia del medio por cómo se apoya en sus fortalezas intrínsecas para transmitir un mensaje profundo sobre la condición humana y el sentido de la existencia. Sin necesidad de pronunciar una sola palabra. The Pathless cuenta con algunos de los miembros destacados del equipo que hicieron aquel triunfo posible: Matt Nava, director de arte que aquí ocupa la silla del director creativo, y Austin Wintory, el compositor de la inolvidable banda sonora. Con semejante pedigrí, ¿consigue el juego de Giant Squid y Annapurna Interactive elevarse a unas alturas semejantes? 

Una arquera con el rostro cubierto y grandes ojos expresivos llega a una isla aquejada por una maldición en los confines del mundo conocido. Los dioses de esa tierra han sido esclavizados por una figura oscura determinada a ascender a la divinidad en un oscuro ritual. Con ayuda de un águila y la habilidad para vislumbrar el mundo de los espíritus, acomete la heroica tarea de liberar a los dioses, corrompidos por la influencia del villano y transformados en bestias infernales. 

The Pathless se apoya principalmente en su sistema de navegación por el escenario. Desperdigados por toda la isla flotan en el aire una serie de talismanes que, al ser alcanzados por una flecha de la arquera, le aportan el empuje necesario para mantener la velocidad en carrera y poder cruzar grandes distancias con una fluidez acuática. El sistema no se basa en la precisión del tiro, que es automático, sino en el ritmo y en la capacidad para sincronizar el camino escogido con los talismanes. También entra aquí en consideración la posibilidad de planear gracias al águila, lo que abre el abanico para sortear de la manera más eficiente posible los muchos obstáculos geográficos de una isla tan bella como majestuosa. El enorme mundo abierto guarda en su interior una pléyade de puzles y secretos que saben explotar con ingenio las limitadas mecánicas del juego sin que se corte el ritmo salvo por unas forzadas fases de sigilo. Son ciertamente gravosas, y han sido incrustadas en la exploración para tratar de aportar variedad. Sin embargo, la novedad decae pronto y se terminan convirtiendo en un engorro arbitrario y muchas veces injusto. 

The Pathless - Launch Trailer | PS5, PS4

En cada una de las distintas áreas de la isla, tras resolver un número de puzles requerido, se activa la lucha correspondiente contra el dios. Las fases de combate rompen con el ritmo pausado y contemplativo que domina el resto del juego. En un primer momento, la gran bestia corrompida huye por el escenario, iniciándose una persecución frenética donde la arquera tiene que sortear toda suerte de obstáculos de fuego mientras mantiene la velocidad con los talismanes. Al alcanzarla y derribarla, se inicia la confrontación propiamente dicha, un embate dividido en fases que va subiendo de intensidad y donde siempre hay que descubrir unas mecánicas concretas para salir victorioso. Son por lo general fases bien diseñadas, pero que en alguna ocasión se pueden hacer un poco frustrantes al no señalar bien los ataques para poder evitarlos con tiempo suficiente. Algo que sucede especialmente con la hidra y sus muchas cabezas, que barren el escenario sin apenas aviso. 

The Pathless es un juego sencillo en sus mecánicas que acaba siendo elevado por su inspirada dirección artística y su vibrante banda sonora. Como suele ser habitual con Austin Wintory, los instrumentos de cuerda tienen un marcado protagonismo, pero en esta ocasión también ha sabido incorporar influencias folklóricas y una sensibilidad tribal, con percusión y cantos monocordes de influencias orientales. En PlayStation 5, que precisamente sale al mercado hoy en España, se ve especialmente bien, con una resolución a 4K y la posibilidad de activar un modo a 60 frames por segundo que encapsula toda la elegancia de los movimientos de danza de la arquera. Es otro triunfo para Annapurna Interactive, una editora que en apenas cuatro años ha sabido convertirse en un sello de calidad indiscutible en el medio, con una oferta variada pero en donde cada juego tiene una identidad propia que busca explorar la faceta más artística del medio.

@borjavserrano

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