Image: Fogarasi, algo que mostrar

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Exposiciones

Fogarasi, algo que mostrar

Andreas Fogarasi: Vídeo

1 mayo, 2015 02:00

Vista de la exposición

Galería Casado Santapau. Piamonte, 10. Madrid. Hasta el 30 de mayo. De 1.500 a 6.000 euros.

En 2011, el CAAC y el Museo Reina Sofía de Madrid inauguraron al tiempo sendas exposiciones de Andreas Fogarasi (Viena, 1977), que traía bajo el brazo el León de Oro en la Bienal de Venecia de 2007 por su proyecto para el Pabellón de Hungría. Luisa Espino, que trabajaba en el CAAC entonces, ha retomado contacto con él para trazar junto a la Galería Casado Santapau este a3bandas que se revela como una de las propuestas más sólidas de esta edición del festival. Y lo es por coherente.

Las transformaciones urbanas han sido objeto la de atención de Espino desde que les dedicara su tesis doctoral, y en torno a ellas han girado sus anteriores comisariados: Proyecto habitar (AECID, 2009-2010) y People Have the Power ("Inéditos", La Casa Encendida, 2013); Fogarasi ha centrado su práctica artística en la arquitectura (tiene formación en este campo) y la ciudad, espiando en ellas el acelerado proceso de mercantilización al servicio del turismo y las marcas; y la galería prioriza un arte que cuida espacios, materiales y superficies, también con preferencias arquitectónicas. La confluencia es, por tanto, natural.

Se exhiben vídeos de Fogarasi. Pero quienes conozcan su obra sabrán que el display de las imágenes fusiona audiovisual, escultura y "arquitectura de interiores". En esta ocasión, las piezas se distribuyen con acierto dialéctico en el blanquísimo espacio, con eje en una gran mesa sobre la que descansa una escultura que reproduce otro tipo de display, el publicitario. Los tres vídeos, complementados por contadas piezas de otro tipo, corresponden a diferentes momentos de su trayectoria. El primero, Kinetic Gate (1999/2012) muestra en loop la apertura y el cierre de una puerta de seguridad diseñada para un coleccionista belga por Vasarely, artista al que ha dedicado varios trabajos. Las imágenes se "tridimensionalizan" gracias al monitor cuadrado sobre podio, dispositivo de montaje retro que no pierde actualidad, y, sobre todo, al acompasarse con el movimiento de las puertas de entrada a la galería, de cristal y también automáticas, a través de las cuales nos obliga a ver esta obra.

En Surface Studies: Karlsplatz (2007) rodea mirando al suelo el conglomerado museístico de Viena, ciudad en la que vive, y registra en el recorrido (en modo reverse, de atrás hacia adelante) las marcas que dejan en la "piel" urbana los usos del espacio público. Budapest (2015) es un "mapa" de una ciudad que conoce bien (sus padres son húngaros) y que, al contrario de Viena, evoluciona a velocidad de vértigo. El artista ha elegido lugares relacionados con nodos de transporte o de mucho tránsito, como un centro comercial, una ciudad dormitorio o un estadio, y los ha retratado con variados encuadres y movimientos de cámara.

La vaguedad de la metodología o las intenciones lastran estos proyectos. Se puede además reprochar a Fogarasi el laconismo de sus vídeos, su ausencia de estilo. Sólo en el contexto escultórico y espacial que diseña ganan significación. Y aún hay que usar esta palabra con mesura, porque como él mismo ha afirmado, "No tengo nada que decir, sólo algo que mostrar, y lo hago eligiendo el punto de vista y el encuadre". Y ¿qué muestra aquí? Ritmos, flujos, texturas, huellas.