Image: Diane Arbus, freaks aristócratas

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Exposiciones

Diane Arbus, freaks aristócratas

Diane Arbus. Selected Photographs

11 junio, 2010 02:00

Man and a boy on a brench in central park NYC, 1962

La Fábrica Galería. Alameda, 9. Madrid. Hasta el 23 de julio. De 6.000 a 40.000 euros.

Para su participación en la decimotercera edición de PHotoEspaña, La Fábrica Galería ha optado por un clásico indiscutible de la fotografía del siglo XX, la norteamericana Diane Arbus (Nueva York, 1923 -1971), de la que muestra una veintena de piezas fechadas todas en sus años de máximo esplendor, la década de los 70.

La breve trayectoria creativa de Arbus resulta inseparable de los avatares de su biografía y siempre se caracteriza por los personajes que eligió para sus obras. Nacida y educada en el seno de una familia judía acomodada, Diane Nemerov conoció al que sería su marido, Allan Arbus, a los catorce años, contrajeron matrimonio cuatro años después, y alardearon permanentemente de su inconformismo social y su liberalidad sexual. Arbus introdujo a su esposa en la fotografía y juntos fundaron un estudio que pronto trabajaba para varias de las publicaciones de moda más conocidas, como Vogue o Harper's Bazaar. A mediados de los cincuenta, Allan y Diane, se divorcian y Diane abandona el trabajo publicitario y estudia con la también fotógrafa Lisette Model (Viena, 1901 - Nueva York, 1983), con la que descubre el motivo de su trabajo.

Resulta revelador comparar las fotografías de Model con las de Arbus. Ambas coinciden en una potente iluminación frontal, que destaca la materialidad de los rasgos sin necesidad alguna de artificio, a la vez que fija la mirada del espectador en el personaje retratado, que casi siempre ocupa la parte central de la fotografía. Y, lo que es más importante, ambas centran su atención en aquellos aspectos que hacen singularmente extrañas a las personas que nos rodean. En el caso de Arbus, la fotógrafa se interesa de modo casi obsesivo por los freaks -enanos, especialistas circenses, transexuales, travestidos, prostitutas, deformes, discapacitados, enfermos psiquiátricos- o por aquellos grupos o colectivos, como los nudistas, con reglas sociales propias.

Curiosamente, esa galería compone un retrato de la sociedad norteamericana de los años sesenta, marcado por el espíritu de rebeldía de la época, que resulta tan verosímil y definitorio como los de Walker Evans o Dorothea Lange de los años treinta, a los que Arbus añade una capacidad inquietante que los trae al presente y los hace brutalmente actuales.

La exposición incluye algunas de sus obras más célebres, como la increíble A woman in a bird mask, N.Y.C., 1967, o el retrato de Mae West in a chair at home, Santa Monica, Cal., 1965, así como pequeños grupos que abordan sus temas principales: los posados de niños y adolescentes, como la sordamente violenta Teenager with a baseball bat, N.Y.C., 1962; las parejas de gemelos o sus equivalentes, como las muchachas ataviadas con el mismo bañador de Two girls in matching bathing suits, Coney Island, N.Y., 1967; o los travestidos, como el impactante y provocador exhibicionismo de A naked man being a woman, N.Y.C., 1968.

"Yo empecé como a querer a los monstruos. No quiero decir que son mis amigos, sino más bien que me hicieron sentir una mezcla de vergüenza y temor. Hay muchas leyendas. Todo para ellos sucede como en un cuento de hadas. Los monstruos nacieron con su trauma. Ya han pasado su prueba en la vida. Ellos son aristócratas", declaró Diane Arbus.

Fue la exposición New Documents la que, en 1967, dio a conocer al público el trabajo de Diane Arbus. Un cierre perfecto para la que fuera la década más productiva de su carrera. En 1971, después de una larga depresión, se suicida. Un año más tarde su obra es seleccionada en la Bienal de Venecia, convirtiéndose así en la primera fotógrafa estadounidense en participar, y el MoMA organiza en Nueva York su primera gran retrospectiva.