Image: Feldmann y sus coleccionables

Image: Feldmann y sus coleccionables

Exposiciones

Feldmann y sus coleccionables

Hans-Peter Feldmann

16 octubre, 2008 02:00

Vista de la exposición

Galeria Projectesd. Passatge Mercader, 8. Barcelona. Hasta el 15 de noviembre. De 6.500 a 40.000 E.

Recortes de prensa, fotogra-fías de flores, de radios de coche, de personas fumando, postales de "pin-ups", de estrellas del deporte, instantáneas de vistas desde el hotel… todo un inmenso catálogo de imágenes heterogéneas, organizado en series. Y no sólo de imágenes, sino también de objetos, desde simples juguetes a los trastos más inútiles e inverosímiles… pero siempre en series…

Es el mundo como colección de Hans-Peter Feldmann (Dösseldorf, 1941) . El trabajo del artista se ha difundido especialmente a través de libros que son una especie de álbumes o repertorios de objetos e imágenes. El proyecto inconcluso -e imposible- de Feldmann es el de archivar, ordenar, clasificar, asociar todo el caudal de imágenes que le rodea. En ocasiones, él mismo hace las fotografías; en otras, simplemente las recorta y las pega. Lo mismo ocurre con los objetos: a veces, los escoge cual "ready-made", y en otros casos, los manipula. Pero la idea de base es siempre la misma, crear series, continuar la colección.

La galeria Projectesd presenta ahora la segunda exposición individual de Hans-Peter Feldmann en España (la primera, por cierto excelente, se realizó en la Fundación Tàpies de Barcelona, en 2001-02), que viene a ser una especie resumen del universo creativo del artista.

En la obra de Feldmann existe una sensibilidad pop y deliciosamente kitsch. El material que recoge el artista proviene fundamentalmente de la cultura de masas y la iconosfera popular, pero hay al mismo tiempo aspectos de su trabajo que lo relacionan con el conceptual. Los repertorios de Feldmann recuerdan en cierto modo los álbumes de Fischli & Weiss o el atlas de Gerhard Richter, trabajos que se presentan como una reflexión sobre la imagen.

Pero ni el pop, ni el conceptual acaban por explicar al artista, porque el núcleo principal de su obra gira en torno a la obsesiva manía de coleccionar en los tiempos modernos. Originalmente, la colección era una manera de ordenar y dar sentido al mundo. En las colecciones antiguas -en los Gabinetes de Curiosidades o en las Cámaras de las Maravillas- se buscaba lo excepcional, lo único; bastaba con reunir un grupo de objetos-tipo que, a modo de ejemplo, conformaran una imagen del universo. Hoy en día, la naturaleza de la colección es diferente y el objeto-tipo se sustituye por la serie y ésta expresa la idea de un mundo que es inabarcable. Una reunión de fragmentos que nunca se completa.

En la era de la producción industrial, una colección de "pin-ups", pongamos por ejemplo, nunca llega a cerrarse. Siempre habrá "el cromo" que falta. La acumulación implícita en la serie expresa la tensión de un deseo que nunca llega a saciarse porque ya no existen tipos o arquetipos. En el mundo de la reproducción mecánica, donde las imágenes han perdido el "aura", es imposible distinguir el original de la copia y acumular es un intento desesperado de superar la fragmentación y buscar la totalidad perdida.

Hay una profunda melancolía en este deseo frustrado que nunca llega a completarse. Y acaso la fina ironía que envuelven los trabajos de Feldmann sea una respuesta a eso mismo. Los deliciosos yesos de esculturas clásicas pintadas con colores chillones o las manipulaciones de pinturas y retratos antiguos (que nos devuelven una mirada bizca, como en Man and Women, de 2008) expresan una actitud irreverente y dadaísta, aunque igualmente lúdica y tierna. En estos mismos juegos conceptuales se expresan los límites de la imagen para alcanzar un significado completo, para saciar el deseo.