Image: Alonso Cano, desde el limbo

Image: Alonso Cano, desde el limbo

Exposiciones

Alonso Cano, desde el limbo

11 abril, 2001 02:00

Ángel con una banderola, h. 1630. 172 x 110.

Museo del Prado. Paseo del Prado, s/n. Madrid. Hasta el 24 de junio

Un desnudo excepcional, un objeto de temor bíblico en toda regla, ha regresado del exilio. No había otro como éste en la España del s. XVII, salvo la Venus del espejo, que ya pasó por Madrid en la gran exposición de Velázquez de 1990, y ahora nos llega desde Los ángeles el cuadro de Alonso Cano Cristo desciende al limbo, un icono de la redención embellecido por el cuerpo, maravillosamente pintado, de una púdica Eva. Es el único lienzo exhibido en esta muestra de dibujos del pintor y escultor granadino que ha preparado el Museo del Prado. Junto a él puede contemplarse el dibujo preparatorio que conserva la Real Academia de San Fernando y otros ejemplos de apuntes de desnudo, cuyo autor hizo excepción en la España de su época por su apego al estudio de la anatomía. Este asunto, sobre el que pesaron tantos prejuicios entre nuestros antecesores, da título a una de las secciones de la exposición que hace justicia al recuerdo y al mejor conocimiento de quien fue uno de los artistas de su época que más destacaron por su dedicación al dibujo. Se han reunido más de un centenar de piezas: entre ellas todos los dibujos de Cano que están en colecciones españolas y una representación muy amplia de obras procedentes de Italia, EE.UU., Francia, Inglaterra y Alemania. Con ello, el comisario de la muestra, José Manuel Matilla, ha conseguido reconstruir como nunca se había hecho hasta la fecha el universo gráfico de un pintor tan conocido por su vida atormentada, como por la riqueza de sus recursos artísticos. Recientemente ha itinerado la exposición Alonso Cano y la escultura andaluza que organizó Cajasur y puede ser que nos encontremos con nuevas iniciativas y estudios que permitan afinar los conocimientos de los que se dispone sobre este autor disidente y versátil.

Lo que en principio podría suponerse objeto de un interés erudito está expuesto en realidad con pericia didáctica y en atención a que el público general disfrute de estas imágenes a las que no es nada fácil acceder. Una parte de la muestra está dedicada a introducir a las técnicas y procedimientos empleados por el dibujante. Con algunos ejemplos diferencia el empleo del lápiz y el grafito, los instrumentos del dibujo a pluma, el uso de la aguada, hace ver en los dibujos más elaborados la presencia de correcciones y diferencia entre las ocasiones en las que debió existir un modelo natural para el dibujo y aquellas otras en las que fueron las estampas la fuente visual del maestro. Con este apartado el visitante se habrá familiarizado con los nutrientes del dibujo de Alonso Cano a partir de su propia obra y recorrerá las siguientes estaciones de la muestra, que son de carácter temático. Los dibujos preparatorios de los cuadros que realizó para el convento de Santa Cruz de Granada con asuntos dominicos forman uno de los grupos. A estos siguen dibujos de arquitectura, imágenes religiosas, el desnudo y un interesante capítulo dedicado con cuidado didáctico a los problemas de atribución. Cada grupo ofrece ocasión de ver dibujos de diversa intención, desde apuntes, bocetos o proyectos hasta imágenes cuidadas como cuadros en miniatura en las que queda prevista la ejecución de una pintura. Uno de los ejemplos a este respecto es el Sacrificio de Isaac, una pequeña pluma y aguada realizada en 1650-52 en la que la composición, el claroscuro, la fisionomía de las figuras y todas las relaciones se hayan desarrolladas plenamente, con arrepentimientos incluidos, en el concepto gráfico.