'Máscara funeraria con orejeras Palenque', Chiapas 600-900 d. C. Malaquita, jadeíta, piedra caliza y obsidiana Museo de sitio de Palenque Alberto Ruz L´huillier. INAH. Foto: Museo Thyssen Boremisza

'Máscara funeraria con orejeras Palenque', Chiapas 600-900 d. C. Malaquita, jadeíta, piedra caliza y obsidiana Museo de sitio de Palenque Alberto Ruz L´huillier. INAH. Foto: Museo Thyssen Boremisza

Arte Lo mejor de 2025

2025 en el arte: un año de cuidados y reparaciones

El repaso de un año en el que destaca el 'soft power' ejercido con México para limar asperezas políticas, nuestros premios nacionales otorgados a mujeres y lo del robo del Louvre, ¡qué escándalo!

Más información: Las diez exposiciones del año: Maruja Mallo se quita la máscara y marca el compás

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2025 ha sido un año de cuidar y reparar. El Museo Reina Sofía y la Fundación Botín han saldado una deuda histórica con Maruja Mallo con la mayor retrospectiva que se le ha dedicado hasta la fecha a “la mejor surrealista española”, como afirmó Salvador Dalí. Además, se ha convertido en la exposición más votada por nuestros críticos, con una diferencia abrumadora respecto a la segunda: Rauschenberg, el uso de las imágenes en la Fundación Juan March (que, por cierto, se une a la celebración mundial por el centenario de su nacimiento).

El mismo anhelo de reparación y cuidado destilaban las palabras de nuestro ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, cuando afirmó en la presentación de una macroexposición con más de 400 piezas etnográficas procedentes de México que “ha habido dolor e injusticia hacia los pueblos originarios […], justo es reconocerlo y lamentarlo”.

Unas declaraciones que trataban de amansar las aguas turbias que removió López Obrador con su carta al rey Felipe VI en 2019, en la que pedía ese reconocimiento por parte del reino de España. Declaraciones humillantes y demagógicas para unos; necesarias y de hermanamiento, para otros.

Mientras tanto, nos preguntamos cómo se van a gestionar los 13,6 millones que se destinarán a renovar la museografía de las exposiciones permanentes del Museo de América y del de Antropología, en las que se integrarán relatos diversos que superen –ha afirmado el ministro de Cultura– el eurocentrismo y el colonialismo sobre los que se fundaron.

Cuidado, también, en la designación de nuestros premios nacionales. A la catalana Fina Miralles se le ha concedido el Nacional de Artes Plásticas por ser pionera en trabajar relatos conceptuales, feministas y ecologistas, leyendo su cuerpo como territorio y adelantándose cinco décadas a las tendencias contemporáneas. Una reparación necesaria y aplaudida que visibiliza el trabajo –silencioso– de muchas mujeres que han permanecido en la sombra.

El Premio Velázquez ha recaído en Patricia Belli, artista y pedagoga comprometida con el contexto nicaragüense que trabaja con delicadeza los traumas colectivos, fundadora, además, de la escuela EspIRA / La Espora, dedicada a la educación artística en contextos frágiles.

Nuevas incorporaciones a las direcciones de nuestros museos: Blanca de la Torre llega al IVAM de Valencia con una propuesta ecofeminista que pondrá en valor la colección del centro; y Semíramis González, a LABoral (Gijón), con una mirada internacionalista y de imbricación con el contexto local.

Y un par de adioses: el de Jimena Blázquez, que ha dejado “por motivos personales” la dirección del CAAC de Sevilla y del C3A de Córdoba; y el de Manuel Borja-Villel, que ha dado por concluido su vínculo profesional con la Generalitat de Catalunya y que, todo indica, vuelve a Madrid.

También despedidas vitales importantes, como el fallecimiento de la galerista Helga de Alvear y el inesperado deceso de la comisaria designada para el programa general de la Bienal de Venecia de 2026, Koyo Kouoh, cuyo proyecto sigue adelante, alentado por su equipo. Adioses también para los artistas Zush / Evru, Sebastião Salgado, Anna Turbau, Gustavo Torner y José Freixanes.

Para terminar, más que cuidados, demoledores descuidos. Lo del robo en el Louvre (¡qué escándalo!) visibilizando su masificación. A vueltas seguimos también con lo poco que cuidamos a nuestras galerías, que siguen tributando un injusto 21 % de IVA frente al 5-10 % de sus homólogas europeas; y lo del estatuto del artista, que parece que va adelante, pero no acaba de pitar.