Gego en montaje de 'Reticulárea' en el Museo de Bellas Artes, Caracas, 1969. Foto: Juan Santana.  © Fundación Gego

Gego en montaje de 'Reticulárea' en el Museo de Bellas Artes, Caracas, 1969. Foto: Juan Santana. © Fundación Gego

Arte

Gego, la escultora que tejía el aire con alambre: así es su exposición más importante en España

El Museo Guggenheim de Bilbao expone 150 obras de la artista venezolana, un festival de figuras que desafían los límites entre dibujo y escultura.

25 noviembre, 2023 02:42

El Museo Guggenheim de Bilbao presenta la exposición Gego. Midiendo el infinito, de la artista germano-venezolana Gertrud Goldschmidt (Hamburgo, 1912-Caracas, 1994), conocida como Gego. Comisarida por Geaninne Gutiérrez-Guimarães y a través de 150 esculturas, dibujos, grabados, textiles, publicaciones o fotografías, podemos acercarnos a su obra insuficientemente conocida en nuestro contexto. Tan solo pudo verse antes una muestra póstuma en el MACBA en el año 2006 y ahora podemos celebrar este acontecimiento que nos descubre la trayectoria de una artista que transitó del arte cinético en los años sesenta a la abstracción geométrica al final de esa década hasta inicios de los noventa.

Gego. Midiendo el infinito

Museo Guggenheim. Bilbao. Comisaria: Geaninne Gutiérrez-Guimarães. Hasta el 4 de febrero

Pionera de la abstracción en el contexto latinoamericano, la presentación de esta artista formada en arquitectura e ingeniería en la Universidad de Stuttgart viene a prolongar un programa de artistas mujeres que con acierto viene ofreciendo el museo. Gego nace en el seno de una familia alemana judía y en 1939 se exilia en Venezuela, huyendo de la persecución nazi. En ese país fijó su residencia definitiva, donde pudo realizar trabajos como arquitecta antes de dedicarse a la práctica artística, a la que llegaría ya con 41 años.

En sus primeras pinturas de paisajes ya anticipaba un anhelo por la abstracción que será más reflexivo y determinante en los dibujos Líneas paralelas (1957-67): líneas y colores puros definen un orden geométrico que dialoga con el contexto de la abstracción venezolana de esa época. Esta primera investigación formalizaba “la nada entre las líneas”, desde su búsqueda por “hacer visible lo invisible”. La intuición que cifrará su método constructivo emergía con recursos muy simples y la prolongará en sus primeras esculturas que indagaban en torno a la luz, el movimiento y el espacio desde el enfoque del arte cinético y sus especulaciones fenomenológicas. Afortunadamente no perseveró en esa poética de la superposición de planos geométricos soldados que generan una ilusión óptica de vibración y movimiento.

El dibujo se libera del soporte para habitar el espacio, y cohabita con el resto de piezas que se perciben entre sus estructuras transparentes

Unas estancias en el Taller de Litografía Tamarind de Los Ángeles, entre 1963 y 1966, le permiten estampar varios libros de artista y una serie que grafían una densidad de tramas y líneas que revelan un interés poético y estético mayor que las de su periodo cinético. En 1969 Gego deriva de las líneas paralelas a las “reticuláreas”, término con el que designa diferentes formas reticulares en el marco de su producción en dos y tres dimensiones. Esa nueva topología formal será lo más distintivo de su producción.

El placer de la estructura reside en el enigma poético que suscita. Así, sea en sus encantadores dibujos de tinta sobre papel, Sin título, de 1969 y 1970 pertenecientes a la colección del MACBA, o sea en las series de columnas, troncos o “reticuláreas” diversas de los años 70, o en las series de ensamblajes-collages de papel y cartulina de 1989 y 1990 que denomina Tejedura, condensa el enlace armónico entre forma y estructura. Es decir, el poder de significación abierta que solo mediante ese enlace se enuncia de modo singular. En esas propuestas reside su aportación más intempestiva y relevante.

'Bicho 87/9', 1987. Foto: FotoGasull / MACBA © Fundación Gego

'Bicho 87/9', 1987. Foto: FotoGasull / MACBA © Fundación Gego

Con la denominación de “reticuláreas” fusiona las nociones de retícula y área para evocar la idea de red maleable de formas triangulares y cuadradas realizadas principalmente con alambre de acero inoxidable. Mediante esa genuina contribución escultórica, la estructura da forma leve y gravitante a una serie de obras relevantes en el periodo de 1969 a 1982 que tienen una presencia notable en esta muestra. Chorros (1970-1974), Troncos (1974-1981), Esferas (1976-1977) y otras tipologías en retícula (1969-1988) ocupan el espacio central.

En sintonía con otro artista del contexto sudamericano, Joaquín Torres García –que refirió: “Téngase fe en la estructura (que es geometría y medida) que nuestro espíritu hará el resto”–, Gego persevera en sus estructuras como tentativas de medir el infinito. Apenas una leve composición reticular basta para crear una tensión formal que cautiva y magnetiza nuestra atención: las tramas de hilo de acero o aluminio, y sus juegos de vacíos y efectos de transparencia, corporizan unas esculturas donde resuenan los ecos de la herencia moderna que concebía la escultura como dibujo en el espacio.

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Gego prosigue ese afán compositivo que relaciona la línea, el volumen y el espacio. Pero al mismo tiempo evoca una memoria del arte romántico que daba forma a una conciencia de escisión entre lo finito y lo infinito, la muerte y el anhelo de trascendencia, lo subjetivo y lo objetivo. La producción artística de esta artista nos confronta con la levedad de sus tramas en papel o en sus piezas escultóricas. El dibujo se libera del soporte para habitar el espacio, y cohabita con el resto de piezas que se perciben entre sus estructuras transparentes.

Colgados del techo o del muro los Dibujos sin papel (h. 1976-1988), realizados con hilos, mallas y alambres, disputan los límites convencionales del dibujo y la escultura. Otras obras como las de la serie Textiles (1956-1988) afirman su interés en el acto de tejer en su proceso constructivo: desde los años 40 diseñó alfombras y textiles de intrincados patrones. A finales de la década de 1980 Gego desarrolla sus tres últimas series: Tejeduras (1988-1991), Bichos (h.1987-91) y Bichitos (1987-1989), retomando el trabajo sobre papel a medida que su edad le impide manipular metales y otros materiales rígidos.

'Cuatro planos rojos', 1967. Colección Patricia Phelps de Cisneros © Fundación Gego

'Cuatro planos rojos', 1967. Colección Patricia Phelps de Cisneros © Fundación Gego

Tejer con alambre

La artista germano-venezolana Gertrud Goldschmidt, conocida como Gego (Hamburgo, 1912–Caracas, 1994), indaga en su trayectoria, mediante tramas y retículas en dos y tres dimensiones, en las ideas de gravedad, transparencia y lectura del espacio. Contemporánea de Lygia Clark o Jesús Rafael Soto, y afín a la poética de la abstracción geométrica, solo había expuesto en una ocasión en España, en el MACBA de Barcelona en 2006, en una muestra que venía del Museo Serralves de Oporto. Centros de arte como el MALBA de Buenos Aires, el Museum of Fine Arts de Houston le han dedicado individuales.