Imagen | Silvia Cosío gana el Premio BMW de Pintura

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Silvia Cosío gana el Premio BMW de Pintura

La artista ha obtenido el galardón por un retrato en el que llama la atención sobre la trágica vida del poeta ruso Ósip Mendelstam

25 noviembre, 2021 14:29

No era la primera vez que Silvia Cosío (Celis, 1976) se presentaba al Premio BMW de Pintura. En el año 2016 la artista fue una de las finalistas del galardón con Melancolía, una obra en la que representa una escena campestre y que funciona como un homenaje a Desayuno en la hierba de Manet. Los dos excursionistas despliegan una manta en el suelo y uno de ellos mueve una pelota que funciona como una metáfora del giro del pensamiento. En aquella obra ya estaban presentes la figura y el retrato como también lo están en Ósip Mendelstam, retrato del poeta ruso con el que ha ganado la 36.º edición del premio imponiéndose a otros artistas como Ana Barriga, Julio Sarramián o India Toctli.

Aunque aún no sabe qué supondrá el galardón para su trayectoria, pues “depende mucho del tipo de obra y de la trayectoria de cada uno”, Cosío se enorgullece de formar parte del grupo de artistas de su generación, como Miki Leal y Santiago Ydáñez, que también resultaron ganadores del premio. “Me gustaría que supusiera una visibilidad mayor para mi trabajo, que es lo complicado”, asegura. 

Pregunta. Al concurso se presentó con un retrato del poeta ruso Ósip Mendelstam. ¿Qué le atrae del escritor para dedicarle una obra?

Respuesta. Cuando haces un retrato tiene que haber un feedback con el espectador. No es necesario que este conozca su obra pero si lo hace cobra más interés. Era arriesgado pero creo que se está hablando más de él, muchas editoriales están rescatando textos suyos. También se está reeditando a Anna Ajamátova, una gran amiga del poeta, y pensé que podría tener sentido. Había leído la obra Ósip Mendelstam, era un gran poeta, y vi un documental que me hizo volver a él. También había leído las memorias de su mujer, Contra toda esperanza (Acantilado), y me hizo pensar que tenía que trabajar sobre él. Al leer estas memorias te das cuenta de lo que significa este poeta y morir por una forma de pensar hace que te cuestiones muchas cosas. 

P. ¿Cómo diría que ha cambiado su obra desde el 2016 hasta ahora?

R. El retrato me interesa mucho y lo he hecho desde el principio. En la galería de Carmen Aranguren creé un espacio con 50 retratos de artistas, escritores y cineastas que admiro. Creamos una especie de altar. El retrato ha pivotado siempre en mi trabajo. Aparecen elementos, como un sombrero con un disparo, que trato de coger para metaforizar sobre una idea. En este caso era llamar la atención sobre la leyenda de Ósip Mendelstam, que tuvo una vida trágica pero fascinante al mismo tiempo. Desde dentro veo que hay coherencia. No sé cómo se verá desde fuera. 

P. ¿El retrato de Ósip Mendelstam podría entonces emparentarse con El altar de los muertos, serie que expuso en la galería sevillana Carmen Aranguren Fine Art?

R. Va en esa línea aunque aquellas piezas eran más pequeñas con la intención de crear una especie de habitación. Tenían otros formatos, unas composiciones más sencillas y no había figuras completas pero la esencia en la misma. 

P. En aquella serie retrató a escritoras como Marguerite Duras o Simone Weil. ¿Es la literatura una fuente de inspiración para su obra?

R. Estudié Filología Hispánica y lo que más me gusta hacer es pintar y leer, son mis dos pasiones. Se podría decir que mi fuente de trabajo es la lectura. También el cine, muchas veces intento ver una película diaria, pero la literatura es lo que más poder tiene en mi obra. 

P. ¿Cuál es el cine que más le interesa o que le puede llegar a inspirar?

R. Suele ser algo aleatorio. Esta semana, por ejemplo, me propuse ver western e hice una lista de las diez películas. Otras veces escojo a John Ford. Intento ser sistemática porque si no me olvido de la filmografía de los directores. En ocasiones suele ser algo más aleatorio y muchas veces funciona mejor el azar, lo que viene por sorpresa. 

P. ¿Cuánto hay de esfuerzo en todo ello?

R. Yo necesito mucha concentración, es mi lema diario. A veces nos dispersamos mucho. Coger un libro es un placer pero te lo tienes que plantear como un trabajo.

P. En el terreno artístico, ¿cuáles son sus referentes a la hora de componer sus piezas?

R. Hice un retrato del humanista Arias Montano. Es una figura interesante, estaba en la corte con Felipe II, era su mano derecha y fue quien organizó la biblioteca de El Escorial. En un momento dado decidió trasladarse a La Peña de Arias Montano, en Huelva, alejándose de la corte en busca de una especie de retiro. Allí creó una cueva e intentó alejarse de la ciudad para trabajar y concentrarse. A partir de ahí veo retratos de Velázquez, Zurbarán, San Jerónimo o los estudiolos. Además de los clásicos también descubro la obra de artistas que me gustan y hacen cosas nuevas como Dani Fox, Paula Rego, Chantal Joffe o Alice Neel, actualmente en exposición en el Guggenheim de Bilbao.  

P. ¿Se reconoce en alguno de ellos?

R. Tengo un retrato de Tolstoi a caballo que podría ser, aunque no lo es, ecuestre. Intento no tener miedo a las poses tradicionales. Al igual que no tenemos miedo al selfie, pienso que la pose es interesante porque nos acompaña y quiero revisarlo sin miedo a lo que se supone que es más tradicional. Es cierto que el retrato se está revisando pero sigue estando poco considerado. 

P. ¿Tiene actualmente algún proyecto en marcha?

R. Trabajo acumulando muchas cosas y de ahí saco lo que considero que tiene interés para darle coherencia. Ahora mismo estoy en el bombardeo del trabajo y no sé por dónde tiraré. He creado un estudiolo ficticio de Arias Montano, es verde con lámparas holandesas contemporáneas. Me gusta recrear lo que podría ser el espacio de un estudioso. Me interesa la idea de los espacios que usamos para pensar, los lugares donde encontramos la concentración o que nos llevan a sacar partido del tiempo de una forma placentera. Estoy leyendo un libro de Tolstoi que viene acompañado de fotos de su casa y de su finca. Él tenía esa dicotomía entre Moscú y el retiro en su finca. Eso me interesa porque ha existido siempre. La ciudad es esencial para mostrar las cosas que se hacen pero, ¿dónde trabajas, dónde te concentras? Algunos en cualquier sitio, otros, como yo, buscamos sitios tranquilos.

@scamarzana