Image: Arcimboldo, surrealismo renacentista

Image: Arcimboldo, surrealismo renacentista

Arte

Arcimboldo, surrealismo renacentista

9 noviembre, 2017 01:00

Flora meretrix y, a la derecha, La Primavera

Las Floras y la Primavera reúne por primera vez en el Museo Bellas Artes de Bilbao las obras del pintor conservadas en colecciones españolas y documentación que ayudan a su contextualización.

Arcimboldo. Tan solo con mencionar el nombre seguro que son muchos quienes nítidamente ven en su retina esas caras confeccionadas con frutas y verduras tan características del pintor manierista. El artista milanés, un gran conocedor de la flora y la fauna, consiguió un estilo propio fácilmente reconocible que le llevó a la corte de los Habsburgo. Fue olvidado tras su muerte pero más tarde fue recuperado por el movimiento surrealista. Su imaginario fantástico, colorido y visual llega ahora al Museo Bellas Artes de Bilbao con Arcimboldo. Las Floras y la Primavera, que reúne por primera vez las obras del pintor conservadas en colecciones españolas, junto con otras pinturas y documentación que ayudan a su contextualización.

En 2014 la Fundación Juan March presentó por primera vez al público Flora y Flora meretrix, dos obras que sirven de corazón de la exposición bilbaína. A estos óleos se le suman La Primavera, que forma parte de la colección del Museo de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, y dos copias contemporáneas de El Otoño y El Invierno de la colección de la duquesa de Cardona (Córdoba). Este conjunto de piezas son un ejemplo del denominado teste composte o 'cabezas compuestas' del que fue autor Arcimboldo (Milán, 1526 - 1593).

Su pericia técnica en la reproducción de flores, animales y diversos elementos naturales que se relacionan simbólicamente con el asunto representado le llevó al servicio de los Habsburgo. La Primavera formaba parte de una serie de estaciones realizadas en homenaje al poder de la dinastía imperial y presentados solemnemente en 1563 al emperador Maximiliano II junto a una complementaria serie dedicada a los elementos naturales. Por su parte, las dos Floras responden al encargo realizado por el emperador Rodolfo II, relacionadas a su vez con el retrato del propio monarca como Vertumno (1591), hoy en el Castillo Skokloster, Suecia.

Flora

Junto a estas obras se exhiben los retratos de los principales comitentes del pintor: El emperador Maximiliano II (1550) de Antonio Moro, perteneciente al Museo del Prado; y Rodolfo II, emperador de Austria (1567) y El archiduque Ernesto de Austria (1568) de Alonso Sánchez Coello, procedentes de la Royal Collection Trust de Londres. La galería se completa con la pintura también de Moro del Museo de Bellas Artes de Bilbao Retrato de Felipe II (c. 1549-1550), monarca que tuvo en su colección obras de Arcimboldo.

Junto a este núcleo principal se incluyen diversos tratados contemporáneos sobre iconografía artística y botánica, que permite ilustrar el experto conocimiento científico del pintor milanés así como los primeros comentarios que suscitaron las célebres invenciones del artista como es el caso del pintor y escritor Gian Paolo Lomazzo en su Idea del tempio della pittura en 1590.

Como colofón de la exposición se han seleccionado cinco obras de la colección propia del museo con temas florales como Virgen con el Niño, ángeles y familia de donantes, de Berthomeu Baró, La Sagrada Familia, de Jan Gossart, Florero con tulipanes, de Andries Daniels y Frans Francken el Joven; Canastilla de flores, de Juan de Arellano y Guirnalda de flores, de Abraham Mignon.

¿Quién fue Arcimboldo?

Autorretrato de Arcimboldo

El pintor nació en Milán, ciudad donde se formó con su padre, Biaggio -que trabajaba como pintor en la catedral de esa misma ciudad- y sus tíos Ambroggio y Gian Giacomo, también pintores. En 1549 apareció el primer registro de su trabajo en la catedral de Milán como dibujante de cartones para vidrieras, en la que colaboró hasta 1557. En el año 1554 se independizó de su padre y, aunque siguió trabajando para la catedral de Milán, realizó otros trabajos, como el dorado del marco de la pintura de Tiziano La coronación de espinas, para la iglesia de San Maria delle Grazie de Milán. Dos años después Giuseppe Arcimboldo colaboró con el pintor y arquitecto Giuseppe Meda (1534-1599) como pintor de frescos para la catedral de Monza. También trabajó para la iglesia de San Francesco Grande de Milán.

En 1558 realizó el cartón (en realidad, un lienzo) para el tapiz Muerte de la Virgen, destinado a la catedral de Como, aunque no entregó la obra hasta 1561. Un año después, en 1562 Arcimboldo se unió a la corte imperial de Viena invitado, al parecer, por el futuro emperador Maximiliano II. Posteriormente, pintó la serie de las Cuatro Estaciones. Los primeros registros que documentan su actividad para la corte imperial como pintor de retratos y de otros cuadros, cuya naturaleza no se especifica, aparecieron en 1565. En 1569, el día de Año Nuevo, se presentaron al emperador las series Cuatro Estaciones y Cuatro Elementos -creados en 1566-, acompañadas por un panegírico del poeta Giambattista Fonteo.

Entre los años 1570 y 1580 Arcimboldo apareció documentado como diseñador de espectáculos, recepciones, torneos, representaciones teatrales y otras actividades, que se celebraron en la corte de los Habsburgo. Y entre los años 1571-1576 el pintor realizó su autorretrato a la acuarela, conservado hoy en la Galería Nacional de Praga. Años después, en 1581 -y tras ser nombrado conde palatino por Rodolfo II en 1580- Arcimboldo viajó por tercera vez a Milán, a donde acudió para nombrar usufructuario de sus bienes a su amigo Giovanni Filippo Gherardini, en caso de fallecer antes de que su hijo Benedetto -nacido en 1575- cumpliera la mayoría de edad. En 1585 el pintor ofreció a Rodolfo II una carpeta con 158 dibujos con diseños de trajes, fuentes y trineos. Dos años después, decidió regresar definitivamente a Milán, donde permaneció hasta su muerte. En gratitud por todos sus años de servicio a la Casa de Habsburgo, Rodolfo II le efectuó un pago especial de 1500 florines.

Más tarde en 1589 decidió pintar Flora, que regaló a Rodolfo II el día de Año Nuevo de 1590. Un año después, retrató a Rodolfo II en Vertumno como el dios del mismo nombre, obra que emparejó con Flora. Finalmente, en 1593 Giuseppe Arcimboldo falleció en su casa de Milán.