Arte

Eduardo Kac, el arte de la quimera

La disolución de fronteras es el reto de este pionero del 'bioart'

3 febrero, 2012 01:00

Free Alba! (New York Times), 2001

Eduardo Kac diseña complejidades físicas y relacionales que vuelven imposibles las fronteras que separan lo real de lo virtual, lo biológico de lo tecnológico. Este pionero del bioart muestra en Barcelona un buen catálogo.

Para muchos de los artistas que trabajan alrededor del discurso de la ciencia y el desarrollo tecnológico, lo más interesante no es lo que la tecnología nos permitirá hacer, sino lo que ella nos hace a nosotros; de qué manera nos cambia y cómo proyectamos sobre ella nuestros deseos, miedos y esperanzas. En 1999 no había una tecnología tan simbólica -y tan terrorífica- como la transgénica. Tres años antes, el instituto real de Escocia había presentado ante el mundo a Dolly, el primer mamífero clonado, creando un debate internacional sobre los conflictos éticos que se abren al poder duplicar organismos.

Eduardo Kac (Río de Janeiro, 1962), un artista brasileño afincado en Estados Unidos que había realizado un trabajo pionero sobre el concepto de telepresencia -la comunicación "corpórea" a distancia a través de redes de comunicación-, abre el debate acerca de las implicaciones artísticas de la era genómica. Ahora que podemos manipular la materia original de la vida es necesario que ésta se convierta también en código para el arte.

Entre el arte y el sensacionalismo
Génesis, de 1999, su primera incursión en este territorio, es una declaración de principios sobre la posición del artista en esta encrucijada: el artista traduce a Morse y después "escribe" en una cadena genética un versículo de la Biblia: "Que el hombre domine a los peces del mar, a las aves del cielo y a todos los seres vivientes que se mueven sobre la tierra". Al año siguiente, Kac inicia el proyecto que le otorga fama mundial y origina una polémica sensacionalista que rivaliza en impacto con la oveja Dolly. Es la historia de Alba, el conejo fluorescente.

Eduardo Kac regando a Edunia



Más de diez años después de GFP Bunny, de 2000, un proyecto fundamental en la trayectoria del arte de nuevos medios, es todavía difícil precisar cuánto hubo de realidad, cuánto de manipulación y cuánto de mito en la historia de Alba. Los hechos aceptados son que el científico Louis-Marie Houdebine del Instituto Nacional de Investigación Agronómica de Francia recibe el encargo por parte de Kac de crear un conejo transgénico al que se le añade el gen de la proteína verde fluorescente, procedente de un tipo de medusa. El conejo, a simple vista, es completamente normal pero si se examina bajo una luz azul emite un brillo verde fluorescente.

La imagen -retocada con Photoshop- de Kac sosteniendo en sus brazos a un conejo exageradamente verde da la vuelta al mundo, pero el conejo nunca sale del laboratorio; de hecho, Kac afirma haberlo visto en persona sólo una vez. A partir de ahí comienza en realidad la verdadera obra que interesa a Kac, el debate polarizado, las posiciones escandalizadas o temerosas que reflejan los medios de comunicación y el rechazo de una comunidad científica que se siente manipulada por Kac. Alba, el primer animal quimera, se convierte en un posible emblema de la condición postnatural.

Un planta con ADN humano
Eduardo Kac ha recuperado la historia de su proyecto más conocido en Alba y Edunia, la exposición que acaba de inaugurar en la galería Tatiana Kourochkina de Barcelona, donde presenta su quimera más reciente: Edunia, una planta que contiene su propio ADN.

Free Alba! (New York Times), 2001



En Natural History of the Enigma, premiada en 2009 con el Golden Nica, el máximo galardón de Ars Electronica, Kac ha creado una nueva variedad de petunia que no existe en la naturaleza. Edunia muestra un color rosado que guarda una relación con el color de piel del artista, porque la flor incorpora un gen del propio Kac. Este gen se expresa en las vivas venas rojas de la flor que la distancia de sus "parientes" naturales. Kac aspira a una cierta forma de inmortalidad esperando que cuando él ya no esté su legado genético viva en Edunia, y que ésta se incorpore al catálogo de formas vivas de la naturaleza.