Cristina y las plantas, 2007. Menchina Ayusa

Menchina Ayuso
La obra de Menchina Ayuso (1972), que ha sido seleccionada en algunas de las convocatorias para artistas jóvenes como Injuve o Generación, nace de la relación entre el sujeto y el espacio inmediato, los lugares cotidianos que frecuenta asiduamente, como el hogar y el centro de trabajo. Sus fotografías subrayan la alienación y la dependencia que generan estos lugares y cómo las diferentes actitudes y comportamientos devienen conductas sistemáticas casi propias de autómatas. éste es sólo un fragmento de un concepto más amplio enraizado en la idea de cómo nos movemos en el espacio global y cómo se nos sugiere que lo hagamos. La madrileña ha presentado dípticos fotográficos que muestran entornos domésticos y oficinas y otros lugares de trabajo. El espacio es el mismo en ambas piezas del díptico pero los personajes sólo aparecen, siempre arrodillados, en una de ellas. De todas las posibilidades de comportamiento e interacción en el lugar, sólo se nos ofrece una, como si en ella se condensaran todas las opciones disponibles: no hay compañeros de trabajo ni cónyuges, tan sólo un gesto repetido y único, que maniata al individuo y encorseta su quehacer diario. No en vano, la cámara muestra una imagen directa, con el espacio tratado en un primerísimo plano, para no ofrecer pistas. Sólo las estrictamente necesarias.

Eduardo Giménez
Eduardo Giménez, aragonés nacido en 1979, trabaja el género del paisaje prestando una especial atención al tratamiento de la luz. Siempre centradas en el entorno natural, sus fotografías muestran lugares periféricos y, aunque el hombre no está presente, sus huellas son más que visibles. El conjunto desprende, en muchos casos, un aire lírico que es decididamente cálido. Pero si algunas imágenes se encuentran cerca de una cierta nostalgia, en otras nos sitúan frente a un drama, inminente o recientemente culminado. A esta segunda vertiente pertenece la imagen que acompaña estas líneas, una nave devorada por las llamas, de la que dimana una interesante gradación cromática. Los motivos de Eduardo Giménez, que ha realizado numerosos cursos de fotografía, son terrenos agrícolas en desuso, zonas industriales obsoletas, lugares abandonados por el hombre cuyo interés estético sin embargo permanece en cuidadas composiciones aderezadas por una luz de enorme contenido narrativo, una luz física que es casi tangible.

Paula Anta
Paula Anta es doctora en Bellas Artes por la Complutense de Madrid y su trabajo ha sido también seleccionado para convocatorias de arte joven como la del Injuve de 2006. La madrileña (1977) está habituada a trabajar en series y la que ha presentado al concurso se centra en la reflexión sobre motivos vegetales en el contexto urbano. Basada en una estancia en Noruega surge la serie Palmehuset, palabra danesa que designa las "casas de palmeras" que se encuentran en muchos invernaderos del norte de Europa. Anta centra su atención en la palmeras y cómo se adecúan a los palmehuset de la ciudad de Bergen. Las palmeras, que son verdaderos outsiders, se encuentran en micromundos encerrados a su vez en otros micromundos más amplios, el invernadero, el jardín botánico, la ciudad... Anta también ha venido trabajando en una serie paralela, Bürus, en la misma línea de Palmehuset, que ha realizado en Fráncfort. En ella, la artista introduce plantas en edificios de oficinas y éstas asumen roles humanos, en la línea de algunos pintores románticos alemanes (Runge). Así, vemos como las oficinas, cuyas arquitecturas son, en opinión de la artista, similares a las de los invernaderos, se convierten también en burbujas ajenas al correr del tiempo. Una realidad que transcurre a otro ritmo.