Image: Javier Reverte

Image: Javier Reverte

El Cultural

Javier Reverte

Buscando tranquilidad en el pueblo irlandés de John Wayne

14 julio, 2016 02:00

Estatua de Mary-Kate Danaher y Sean Thornton en Cong (Irlanda)

Son viajes ideales, viajes soñados, pero esta vez desde la ficción. Porque viajar es también un placer cuando se hace desde las páginas de un libro, la imagen sugerente de un cuadro, una fotografía, desde la butaca de un cine. Y así, nos vamos al Nueva York de Paul Auster, al Sáhara de El paciente inglés, al Cape Cod de Edward Hopper...

Este verano me gustaría volver a uno de mis escenarios favoritos y, de hecho, creo que voy a hacerlo: al pueblo de Cong, en Irlanda -Innisfree en la ficción-, en donde transcurre mi película favorita, El Hombre Tranquilo (1952), de John Ford. Allí están los escenarios imaginables y reales de la taberna en donde se cantaba The Wild Colonial Boy, el rio en donde Will Danaher (Victor McLagren) cae al agua tras un soberbio puñetazo de Sean Thorton (John Wayne), los idílicos paseos de los enamorados protagonistas del film, en los jardines del castillo de Ashford, y el bosque en donde aparece la bellísima Mary Kate Danaher (MaureenO'Hara), con sus cabellos de fuego y vestida con con falda roja y blusa azul, cuidando un rebaño de ovejas.

He ido tres veces antes en mi vida. Pero cuando vuelvo, siempre hay una taberna abierta en donde cantan baladas irlandesas en vivo, donde corre la negra Guinness y un aire ventoso que me recuerda el pelo revuelto de Mary Kate-Maureen y que me hace pensar que el mundo podría ser menos aburrido de lo que a menudo es. A veces no sé si la vida se parece a la ficción o si es la ficción la que dibuja el sentido de la vida. Y Cong es un buen lugar para reflexionar sobre ello.

Javier Reverte (Madrid, 1944) ha viajado por todo el mundo acumulando experiencias que luego ha plasmado en sus libros. Los de esta temática ocupan, precisamente, la mayor parte de su obra publicada, que también incluye novela, memorias, poemas y periodismo. Tras ocupar ésta profesión durante casi 30 años, el autor asegura que "el periodismo ya no habita en mi alma". Un lugar que los libros de viajes no parecen dejar de habitar, como demuestran las recientes publicaciones de Colinas que arden, lagos de fuego (2012), Canta Irlanda (2014) y Otoño romano (2014).