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El Cultural

Ajo

"Yo empecé con esto de la brevedad antes que Twitter"

26 abril, 2016 02:00

Ajo, "micropoetisa"

La micropoetisa Ajo publica su sexto libro de poemas La perrina y yo (Espasa), en el que recorre con humor e ironía la fauna urbana del Madrid malasañero.

"Qué rara es la gente normal, perrina". Así reza uno de los "micropoemas" de la "micropoetisa" Ajo (Saldaña, 1963). Sus poemas no solamente aparecen en los seis libros que ya ha publicado, sino que también han sido protagonistas de dos campañas en La Sexta y han asaltado los semáforos de Madrid de la mano de los grafiteros Boa Mistura. Su anterior poemario, Micropoemas 4 (Arrebato Libros), estuvo entre los cinco más vendidos de una lista en la que la "micropoeta" recuerda que el resto de autores estaban todos muertos. Ahora publica su sexta obra, La Perrina y yo (Espasa), en la que recorre con humor e ironía la fauna urbana del Madrid malasañero con su perrina Musa.

Pregunta.- ¿Es de los que piensan que "lo bueno, si breve, dos veces bueno"?
Respuesta.- Sí, claro.

P.- ¿Qué ha encontrado en la "micropoesía", además de la brevedad, que le permita expresarse mejor que otros géneros?
R.- Precisamente eso; yo he escrito canciones para un grupo que tenía que se llamaba "Mil dolores pequeños", he escrito algunos artículos, pero en la brevedad es donde mejor me hallo y expreso; decía el filósofo francés Pascal, a raíz de una carta muy larga que escribió una vez: "Disculpen ustedes que haya escrito esta carta tan larga, pero no he tenido tiempo de hacerla más corta". La brevedad al final requiere de quitar todos los excipientes.

P.- ¿En qué momento se convirtió en "micropoetisa"?
R.- Empecé a escribir "micropoemas" porque ya escribía las canciones de mi grupo, por una ruptura sentimental que tuvo mucho que ver con que empezara una nueva etapa y con ella un nuevo intento de ser yo, y así seguimos haciendo intentos.

P.- ¿Se necesita del dolor para escribir poesía o sus "micropoemas" se nutren de otros sentimientos?
R.- Los micropoemas de nutren de todas las miserias y virtudes, pero en el fondo el amor y las relaciones sentimentales son un poco la espina vertebral de la vida de todo el mundo. Yo lo que sí creo es que haber sentido dolor te ensancha el alma y uno va traspasando diferentes capas de consciencia. Eso es lo que te hace mejorar.

P.- En La perrina y yo le dedica sus palabras a su perra Musa. ¿Tener una mascota le ha permitido ver las cosas desde otra perspectiva?
R.- Absolutamente, me ha abierto la consciencia a otros mundos y otras sensibilidades, soy mejor después de tener a Musa, mucho más simpática, incluso menos escrupulosa. He superado hasta cosas que tienen que ver con la repugnancia porque cuando quieres a alguien se van de un plumazo un montón de tonterías.

P.- Además de los "micropoemas" hace "microshows". ¿En qué consisten?
R.- Básicamente yo recito los poemas acompañada por música, últimamente estoy haciéndolo con Judit Farrés, Marina Sorin, Nacho Mastretta, con Julieta Venegas cuando voy a México. Es una improvisación, porque nunca podemos ensayarlo, en la que ellos me manda música y yo voy transitando por los caminos que me van trazando.

P.- ¿Cómo animaría a alguien que no la conoce en absoluto a ir a uno de sus espectáculos?
R.- Que venga si está dispuesto a ver algo clásico pero distinto y con ganas de sentir emociones, te puedes reír y hasta llorar. Es algo muy honesto, con la fragilidad de lo que se está construyendo en directo y a tiempo real, y eso es muy estimulante.

P.- Usted mantiene una gran actividad en redes sociales; en Twitter por ejemplo, que tiene en común la brevedad con su trabajo. ¿Cree que es un medio que favorece la difusión de su obra o que allí sólo se encuentra ruido?
R.- Yo empecé con esto de la brevedad antes de Twitter. Para mi trabajo ha sido una herramienta indispensable, pero hay mil maneras de usar esa red social y cada uno tiene la suya, y encontrar algo depende solo de la pericia de cada uno. Creo que hay mucho ruido pero que si sabes buscar, el ruido desaparece.

P.- ¿Cree que Twitter está fomentando la aparición de una poesía distinta?
R.- No sé si lo está fomentando, pero sí hay mucha gente que vierte sus ingenios allí, con desigual fortuna. Yo vengo del punk y creo que todo el mundo tiene derecho a hacer lo que quiera, que te guste o no es otro tema, pero que exista un escenario donde te puedas expresar me parece fabuloso. Yo he sido de las primeras en vivir de la micropoesía, en hacer lo que me da la gana, divirtiéndome al escribir. He vendido mucho y he abierto una brecha por la que afortunadamente ahora van otras personas.

P.- Sus anteriores títulos están publicados con la librería/editorial Arrebato Libros y el primero en Luz Roja, ¿cómo ha sido el traspaso a una editorial grande?
R.- Ha sido muy suave. Los libros de Micropoemas los voy a seguir sacando con Arrebato Libros, porque hay una relación profesional y de amistad de hace muchos años hasta el punto de que no tenemos ni contrato escrito, pero los libros que haga con otro formato, si en Espasa los quieren estaré encantada.

P.- Ha estado en un grupo de música, en un sello editorial, en un bar, ha sido taquillera en el teatro Alfil, ha organizado los festivales Yuxtaposiciones y Experimenta Cub, y "micropoetisa", ¿qué no ha sido que le gustaría intentar ser o qué le gustaría hacer que no haya hecho?
R.- Pues me gustaría algo zen como ser jardinera y estar todo el día con las flores. También he pintado acuarelas, ahora bordo, la portada de este último libro La perrina y yo la he bordado yo; hago cosas distintas para seguir siendo la misma.