Image: David del Puerto

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El Cultural

David del Puerto

"El músico tiene que implicarse en la producción y la gestión de los directos"

23 abril, 2016 02:00

David del Puerto

El compositor y guitarrista actúa junto al acordeonista Ángel Luis Castaño en el Ciclo de Conciertos de Solistas de la Fundación BBVA.

David del Puerto (Madrid, 1964), además de consumado guitarrista, es uno de los compositores de más amplia y variada formación de nuestro país, "creador de líneas claras, texturas limpias y armonías refrescantes", según nuestro especialista Arturo Reverter. Este fin de semana actúa acompañado por el acordeonista Ángel Luis Castaño en el Ciclo de Conciertos de Solistas de la Fundación BBVA. En el programa, además de piezas de su propia cosecha, aparecen Johann Sebastian Bach y Sofiya Gubaidúlina. Aprovechamos la ocasión para hablar con David del Puerto sobre la composición del siglo XXI y la necesidad de captar nuevos públicos para la música clásica.

P.- ¿Qué significa para usted participar en el Ciclo de Conciertos de Solistas de la Fundación BBVA?
R.- Obviamente, el ciclo es una de las referencias de la música de cámara de Madrid y, por tanto, participar en él es muy placentero y satisfactorio. Luego, por lo que representa nuestro dúo y nuestro grupo Rejoice!, me parece muy interesante y significativo que el ciclo camerístico tradicional también se abra a otros instrumentos, perspectivas y mezclas estéticas.

P.- Estará acompañado al acordeón por uno de sus colaboradores habituales, Ángel Luis Castaño. ¿En qué punto se encuentra esta relación?
R.- Mi actividad principal realmente es la composición y no tanto la interpretación. Por su parte, Ángel Luis Castaño es básicamente solista de acordeón de repertorio clásico y contemporáneo. Por tanto, esta actividad no la desarrollamos ni potenciamos demasiado por falta de tiempo, no por una cuestión de falta de interés. En este momento no tenemos a la vista nuevos proyectos conjuntos de manera inmediata por lo que en este concierto haremos revisiones de nuestro repertorio tradicional, en el que destacan trabajos que hemos presentado en el Teatro Real, en el Instituto Italiano de Cultura... Pero en cada concierto que hacemos hay una importante carga de improvisación y de recomposición de las obras, por eso cada programa es realmente nuevo aunque estemos trabajando sobre un repertorio que no esté compuesto recientemente.

P.- ¿Qué ha buscado con la elección del programa?
R.- Equilibrio. Queríamos hacer un retrato de los diferentes trayectos que hemos realizado con el grupo. Por eso hemos incluido obras de nuestra versión de trío, en la que nos acompaña una soprano, adaptada a versión instrumental. Después, la inclusión de Bach y Gobaidúlina como ejes del concierto representan la unión con el repertorio tradicional y clásico a través del acordeón. El solo largo que yo interpreto es sobre una de mis composiciones. En esta intención de representar una pequeña y concentrada historia de la música hay un arreglo sobre Scarlatti y finalmente una Suite de Carmen, que adaptamos para un ballet en el Teatro Real.

P.- ¿En qué momento se encuentra como compositor?
R.- Estoy en un momento álgido como creador. En los últimos tiempos mi actividad ha sido realmente incesante. He compuesto muchísimo, sin parar. Hemos pasado una situación difícil con la crisis y los trabajos no han abundado, pero he podido dedicar muchas energías a música de cámara para diversas formaciones, tanto españolas como extranjeras. Ahora parece que empieza un renacer de las propuestas orquestales, más grandes y con más gente. No creo que sean de más interés artístico porque como artista uno pone siempre todo de sí en cualquier proyecto. Yo diría que mi momento es híper productivo.

P.- ¿Sigue siendo uno de sus objetivos principales buscar caminos para alcanzar nuevos públicos?
P.- Sí, absolutamente. Para mí es determinante. Uno de los grandes problemas con los que se enfrenta la música contemporánea clásica y académica en nuestro tiempo es que el público realmente escasea y su edad media no para de subir. No acabamos de encontrar un canal de comunicación con un público más joven o que se renueve con más frecuencia. Yo trato de conectar no tanto a través del lenguaje musical que utilizo en un momento u otro sino a través de la manera de presentar la música. Hay que implicarse en la gestión o producción del hecho musical porque de otra manera corremos el riesgo de quedarnos de adorno en la sociedad.

P.- ¿Qué retos importantes le quedan por afrontar?
R.- Cada obra, cada proyecto, cada creación... La vida de un compositor es un reto diario. La creación consiste cada día en levantarte y alargar un poco la partitura, bucear en nuevas perspectivas. Ahora bien, como reto me gustaría desarrollar propuestas de teatro musical u operístico. Tengo ideas en la cabeza y solicitudes por parte de instituciones y personas concretas, la voz y el teatro musical son para mí un reto importante.

P.- ¿Cómo definirías a la composición del siglo XXI?
R.- Con una palabra que no tiene buena fama y hay que poner en contexto: ecléctica. La composición de nuestra época no puede no puede estar sujeta a rasgos estilísticos muy definidos porque ya no hay caminos verdaderos y caminos falsos. Si algo caracteriza a nuestro tiempo es el cruce total de culturas, posibilidades, medios... Y no solo es un cruce geográfico porque se incorporen artistas de distintas partes del mundo a la creación junto con la vieja Europa sino también temporal porque estamos en una relación normal y cordial con la música del pasado como nunca antes se había producido. Cuando uno se levanta por la mañana y se pone a componer tiene ante sí no solo la música europea contemporánea sino que tiene mil años de historia de la música clásica occidental, mas todas las músicas tradicionales, desde Indonesia a los indios apaches. Por eso lo que mejor define a la actitud de la composición actual y moderna es el eclecticismo.

@JavierYusteTosi