Image: Alain Urrutia

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El Cultural

Alain Urrutia: "Busco que las imágenes tomen nuevas lecturas al ser pintadas"

El artista expone 20 minutos de pensamiento abstracto con las pinturas realizadas en verano, antes de irse a Nueva York, en la galería Casado Santapau

17 marzo, 2016 01:00

Para Alain Urrutia (Bilbao, 1981) la pintura es un medio autónomo que construye la imagen. Por eso considera que su obra no es simplemente una "traducción de lo fotográfico" y, por esa misma razón, su intención no ha sido acercarse a la disciplina de la fotografía ni buscar una sensación de realismo en sus pinturas. Tras la muestra que le dedicó hace cuatro años la galería madrileña Casado Santapau, el artista afincado ahora en Londres vuelve con 20 minutos de pensamiento abstracto a ese mismo lugar con una muestra de cuadros pintados en verano antes de su visita en octubre a la gran manzana de Nueva York. "Han estado en cuarentena hasta hace pocas semanas", dice. Pregunta.- Expone de nuevo en la galería Casado Santapau. ¿Qué vamos a poder ver? Respuesta.- No resulta fácil explicar un proyecto que tiene como punto de partida el "pensamiento líquido" y reflexiona en torno a mi forma de pensar las imágenes y la manera de relacionarlas. De alguna manera, comparo el pensamiento abstracto que se da cuando salgo a correr cada mañana y el que se da cuando estoy pintando; analizo las conexiones que surgen en mi cabeza entre imágenes aparentemente incongruentes. Hablando sobre la exposición con el artista y amigo Diego Delas, me sugirió mostrar el diagrama de las relaciones entre las imágenes que funcionan a modo de epifanías. Ese diagrama es la hoja de sala y sirve para recorrer la exposición y para ampliar y desvelar el sentido de algo que siempre lo ha tenido pero nunca antes se había mostrado. P.- ¿Cómo es su proceso creativo? ¿Saca fotos para luego llevar a un lienzo lo que ve o imagina situaciones? R.- Siempre parto de fotografías que recogen la realidad que me rodea. Busco que las imágenes de las que parto tomen nuevas lecturas al ser pintadas. Trato de eliminar su propia historia fragmentando y reconstruyendo la realidad de las mismas. Muchas veces es la idea la que precede a los referentes que utilizo en mis trabajos, pero en la mayoría de los casos es la imagen la que sirve de punto de partida. Cada trabajo y proyecto se construye de una manera diferente. P.- Además, casi todas son en blanco y negro. ¿Por qué? R.- Hace años que no tengo la sensación de pintar en blanco y negro y considero esto una lectura errónea. Cualquier persona que haya visto alguno de mis trabajos en directo, sabe que hay color en mi pintura. Podríamos hablar de una pintura desaturada pero nunca de una pintura en blanco y negro. Además, con el paso del tiempo el color es más evidente y muestra de ello es la exposición 20 minutos de pensamiento abstracto. Si alguien busca razones en mi forma de pintar, únicamente podría decirle que empecé a pintar así de un modo inconsciente y que con el transcurso del tiempo esta decisión se ha reafirmado. Esto no quiere decir que siempre vaya a pintar en escala de grises o que no cambie mi paleta, pero en el caso de que esto ocurra será de una manera natural, sin forzarme a ello.

20 minutos de pensamiento abstracto, de Alain Urrutia

P.- Alguna vez ha comentado que pinta de manera intuitiva y que las nuevas interpretaciones que intenta buscar para huir de lo estricto de la fotografía es por su pasado como mago. ¿Cómo fue aquella etapa? ¿Qué influencia ha tenido en su manera de entender el arte y realizarlo? R.- Cuando alguna vez he hablado de mi pasado como mago me refería al interés que siempre he tenido por el enigma, la ocultación o la representación. Tengo muy buenos recuerdos de aquella etapa de mi vida. Fueron años actuando en bares, teatros o incluso en televisión. Si me paro a pensar, veo claramente que hay una influencia de la magia en todo lo que me rodea. Posiblemente no solo en mí o en mis trabajos, si no que también en la relación y el respeto a los espectadores. P.- Tengo entendido que da mucha importancia a la disposición de las obras para que entre ellas y con el espacio se cree un diálogo adecuado. ¿Cuál es el peso de esa organización de las obras y cómo piensa o se plantea las exposiciones? R.- Para mí, después de trabajar en la intimidad del estudio, es con la exposición donde se termina y se activa cada proyecto. Es al mostrar los trabajos cuando estos toman autonomía y se enfrentan al público, a la realidad. Siempre me ha interesado lo que sucede en ese momento en el que los trabajos se muestran y alguien, que posiblemente desconozca tu trabajo, lo pueda leer. Simplemente por esa lectura que la gente pueda hacer, son importantes la manera en la que se va a mostrar y su disposición dentro de un espacio. Me gusta pensar de antemano en el montaje y la disposición, pero esto es algo que no puedo solucionar si no estoy presente con los trabajos en el espacio. Intento entender el lugar, imaginar cuál va a ser el recorrido de los visitantes y cómo se van a ver los cuadros; dependiendo de ello adaptarlos a la realidad del espacio expositivo, pensar como dialogan entre sí y con el espacio, generar un recorrido. P.- ¿Hasta qué punto ha cambiado su manera de entender el arte desde que vive en Londres? R.- No es la ciudad la que cambia la manera de entender el arte. Ese cambio se da con los años y la experiencia. Considero que la experiencia no es lo que se vive, si no lo que uno hace con lo vivido. Lo importante no es el hecho de vivir en una ciudad como esta, si no lo que vivir aquí supone para cada persona. Creo que es importante salir y ver lo que sucede en otros lugares. Esa experiencia de vivir fuera motiva la reflexión en torno a tu propio trabajo. Contribuye a una profundización formal y conceptual, un crecimiento. Londres es una ciudad dura que exige un esfuerzo inhumano. Posiblemente lo que eso supone haya cambiado mi forma de pensar el mundo, de enfrentarme a mis miedos o de ver la realidad. P.- La ciudad, que tantas posibilidades ofrece, ¿qué le ha aportado personal y artísticamente? R.- Londres es una ciudad muy activa, con mucho movimiento. Por otro lado, es verdad que una vez vives en ella todo eso se diluye; al menos en mi caso, cuando me encierro en el estudio me olvido de la realidad que me rodea. Aquí, he ampliado la lista de mis referentes, he conocido nuevos artistas, he visto nuevas exposiciones que me han interesado y de todo eso se aprende y eso, de una manera inconsciente, aparece en los nuevos trabajos. @scamarzana