Image: Carlota Álvarez Basso

Image: Carlota Álvarez Basso

El Cultural

Carlota Álvarez Basso

"Hemos logrado trasladar a París el espíritu de Matadero"

11 abril, 2015 02:00

Carlota Álvarez Basso

La directora de Matadero lleva al Palais de Tokyo una selección de artistas y proyectos que han pasado por el centro madrileño en los últimos años

La música disco suena de fondo y la voz de Carlota Álvarez Basso (Vigo, 1964) se entremezcla, en perfecto francés, con las de nuestras colegas galas que, en plena clase de aerobic de la artista Cristina Lucas, están terminando de entrevistarla. "Un minuto [...] Ciao. Ya estoy contigo". El lío y la excitación que rodea a esta presentación en el Palais de Tokyo de París es comprensible: Matadero ha sido invitado por su director a participar en la primera edición del festival Do Disturb, junto al PS1 de Nueva York, la Tate Modern de Londres, el CNAP de París, el FRAC Lorraine de Metz y el Berghain de Berlín. Centros que apuestan firmemente por el arte emergente y la performance, que es de lo que va el evento que se celebra en la capital francesa hasta el domingo. Matadero entra así, con paso firme y decidido, en la escena internacional.

Pregunta.- ¿Cómo surge la participación en esta primera edición de Do Disturb?
Respuesta.- Los comisarios del Palais de Tokyo nos vinieron a ver en septiembre. Buscaban un socio español para el festival, seguían nuestra programación y querían llevar el espíritu de Matadero a París: el arte más emergente con espíritu participativo. Manuel Villa, responsable de contenidos, y yo, presentamos 22 proyectos en esa línea. Les gustó mucho todo y, ya en París, el director eligió a estos 6 artistas que hoy vemos en Do Disturb: Cristina Lucas, Fernando Sánchez Castillo, Los Torreznos, David Crespo, Marco Godoy y Maya Watanabe. Una buena elección, los tres primeros más maduros y reconocidos y los otros 3 más jóvenes.

P.- Participan junto al PS1, la Tate... Matadero se coloca al mismo nivel que los grandes centros internacionales que apuestan por la creación joven y por las artes performativas, ¿qué supone? ¿Habrá un antes y un después?
R.- Creo que efectivamente se empieza a ver el resultado de un trabajo más invisible como ha sido la internacionalización: recibir visitantes de todo el mundo y hacer contactos fuera. Sí, creo que habrá un antes y un después de este festival. Sólo durante el montaje de la exposición he recibido cuatro peticiones de visitas de Inglaterra, Francia, Dinamarca y Finlandia. En Matadero recibimos una visita semanal de algún comisario o gestor de fuera pero sólo durante esta semana ¡se ha cuadruplicado! Y no hay que olvidar que detrás de las instituciones están los creadores, de modo que espero que esto repercuta de la misma forma en nuestros artistas, que es de lo que se trata.

P.- Un viaje importante, sin duda, para el que habrá necesitado apoyo extra.
R.- Por supuesto. En cuanto nos eligieron me dirigí a AC/E y a la AECID y les invité a colaborar con nosotros. Matadero es un centro municipal y esto ya tenía una escala nacional que no podíamos abarcar en solitario. El Instituto Cervantes de París y la embajada también nos han ayudado.

P.- ¿Cree que el éxito de Abierto X Obras, uno de los espacios de intervenciones más arriesgados y atractivos de España, es uno de los grandes activos del centro?
R.- Pasan muchas cosas en Matadero. Desde luego uno de los pilares es la programación de exposiciones y la línea seguida en Abierto X Obras. Pero estamos incidiendo también en proyectos de creación de obra nueva como el de Glenda León (en la Nave 16 hasta el 26 de abril) y están siendo muy importantes las residencias de El Ranchito: 24 artistas españoles salen fuera gracias a ellas y esto es una cifra muy alta. Con el apoyo nuevamente de AC/E y la AECID hemos mandado a artistas a Argentina, Tokio, Brasil, Colombia, Chile, Finlandia, Puerto Rico, y esto demuestra una capacidad de internacionalización muy fuerte con artistas emergentes, que son el futuro del arte español.

Instalación de Fernando Sánchez Castillo en el Palais de Tokyo

P.- Uno de sus objetivos cuando llegó a la dirección de Matadero hace poco más de dos años (en enero de 2013) era unificar los distintos usos del centro, ¿hasta qué punto lo ha logrado? ¿Cómo se lleva gestionar tanta cosa y tan distinta?
R.- Lo primero, decir que Matadero se estaba llevando muy bien antes de que yo llegara y ya era un centro muy solidificado. Mi llegada ha incidido sobre todo en tres cosas: la internacionalización, mantener la programación reforzando la de arte contemporáneo y diversificar el público con propuestas de distinto calado. Ahí están por ejemplo FESTeen (dirigido a un público adolescente), Con B de Bici, la terraza de verano... Y, por supuesto, he querido incidir en el trabajo coordinado de las diez instituciones que integran Matadero hoy, crear proyectos comunes y participar en los festivales juntos, para ofrecer así una imagen más global.

P.- ¿Cuál es la clave de la gestión cultural pública en tiempos en que todo se está redibujando?
R.- La clave es el trabajo en red con otras instituciones ya sean públicas o privadas y olvidarse de los prejuicio a la hora de producir eventos. Ahora uno de los patrocinadores privados que logran que podamos abrir la terraza de verano es Mahou, con los que acabamos de cerrar un acuerdo bianual y tenemos un nuevo patrocinador, la Fundación Carasso (dueños de Danone), que buscaba un socio para promocionar el arte participativo en España y nos va a dar para ello 100.000 euros. Este proyecto lo desarrollaremos con Intermediae.

P.- Habló cuando llegó a la dirección de coproducción y de búsqueda de patrocinadores para distintas actividades, ¿los ha encontrado?
R.- El año pasado 50 instituciones apoyaron las actividades de Matadero. Ya solo trabajamos con esa fórmula. Es un trabajo tremendo al que dedico gran parte del tiempo.

P.- ¿Dónde ha encontrado más complicidad?
R.- Recibimos un apoyo enorme e inmediato de AC/E y AECID, que son cómplices de la nuestra programación. Matadero tiene visibilidad y es relativamente fácil encontrar compañía. También la Fundación Banco Santander es uno de los patrocinadores importantes. A Mahou, que lleva 4 años, se le ha unido ahora la Fundación Carasso.

P.- Conseguir aumentar los ingresos de Matadero era uno de sus objetivos cuando llegó, ¿lo ha conseguido?
R.- Hemos aumentado el presupuesto de Matadero, sí. En 2014 hemos tenido 3.400.000 euros. Hay que tener en cuenta que somos diez instituciones, cuatro públicas y seis privadas. La Oficina de programación de artes plásticas que yo dirijo ha tenido 740.000 euros. Con todo este dinero se desarrollaron 3.896 actividades y llegamos a los 1.092.096 visitantes.

P.- ¿Tiene que haber más implicación privada en las instituciones públicas? ¿Por qué el patrocinio es tan complicado en España en cuanto nos salimos del triángulo Reina-Prado-Thyssen?
R.- Habría que buscar una nueva fórmula que no sea tanto patrocinio sino colaboración, el patrocinio a la antigua ya no vale. Trabajamos de la mano para desarrollar líneas que ya existía en Matadero, ellos aportan un dinero y vamos de la mano. Se trata de un patrocinio diseñando conjuntamente.