Image: Juan Luis Iborra

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El Cultural

Juan Luis Iborra

"La lectura es la medicación más sana"

18 febrero, 2015 01:00

Juan Luis Iborra

El director y dramaturgo estrena A vueltas con la vida en el Teatro Fernán Gómez

Juan Luis Iborra (Alfaz de Pi, 1959) lleva desde principios de los 90 surtiendo al cine y a la televisión de tramas costumbristas que derrochan un gran sentido del humor pero que siempre, o casi siempre, se anclan en cierta melancolía que genera la realidad de la vida cotidiana. De su mente han brotado para el cine historias como El amor perjudica seriamente la salud, Boca a boca o ¿Por qué lo llaman amor cuando quieren decir sexo?, y en televisión ha desarrollado series como Aquí no hay quien viva. Ahora desembarca en el Teatro Fernán Gómez con A vueltas con la vida, un monólogo que ha escrito junto a Antonio Albert y que también dirige y en el que brinda a Beatriz Carvajal un papel a su medida en el año en que ésta cumple 50 primaveras sobre los escenarios. La actriz interpreta a Mari Carmen, una asistente de familia humilde, con un marido cruel y con la soledad como única compañía que, gracias a los libros, descubre a cuatro heroínas que le enseñan el valor de la libertad: Marilyn Monroe, Chavela Vargas, Santa Teresa de Jesús y Cleopatra.

Pregunta.- ¿Qué sensaciones tienen para el estreno de mañana?
Respuesta.- Las sensaciones son muy buenas porque el público reacciona bien a la función. Hemos pasado ya por muchos teatros y los espectadores se emocionan mucho. Si uno consigue que el público llore y ría en la misma obra es que el trabajo está dando resultados. Del público de Madrid dicen que es más seco, aunque yo no estoy de acuerdo, pero creo que las reacciones van a ser las misma.

P.- ¿Han introducido algún cambio?
R.- No, la función está ya muy rodada y además es un texto que no es nada localista. De hecho se podría hacer en cualquier parte del mundo porque habla de temas universales: la soledad y el maltrato por un lado; y después la ilusión, la fuerza y la garra que tiene una mujer por salir adelante. Y por supuesto, del poder de la imaginación.

P.- ¿Cuál fue el germen que dio lugar al personaje de Mari Carmen?
R.- Antonio Albert y yo queríamos escribir un monólogo sobre una mujer humilde y sin estudios que a través de los libros descubre como ser feliz y salir adelante. A partir de ahí se nos ocurrió que podría ser una asistenta, que va cogiendo ejemplares de las casas donde limpia y ese fue el punto de partida. Y a partir de ahí empezamos a decidir quiénes serían los personajes que la ayudarían a darse cuenta de las cosas que merecen la pena en la vida.

P.- Estos personajes son Marilyn Monroe, Santa Teresa, Chavela Vargas y Cleopatra...
R.- De cada una de ellas aprende una cosa diferente. Marilyn es el primer personaje que aparece y Mari Carmen se ve retratada en ella porque, a pesar de ser muy famosa, también lo pasó muy mal. El otro personaje que teníamos claro desde el principio era Santa Teresa. Después ya pensamos en Chavela que al final nos dio mucho juego, las conversaciones entre Mari Carmen y Chavela son las partes de la función que más gustan. Y por último Cleopatra, de la que aprende lo que no debe hacer. Mari Carmen, a pesar de ser una mujer muy echada para atrás, muy maltratada por su marido y por la vida, descubre gracias a estos personajes que las cosas pueden ser de otra manera si se planta y dice no.

P.- ¿Desde el principio teníais en mente a Beatriz Carvajal para el papel?
R.- No, y eso que todo el mundo piensa que está escrito pensando en ella. Otras veces si hemos elaborado un personaje con un actor en mente pero en este caso yo solo tenía la imagen de una asistenta maravillosa que tuve hace tiempo. Rosario se llamaba y fue quien me ayudó a visualizar a Mari Carmen. El papel cayó en manos de Beatriz por casualidad.

P.- ¿Qué aporta al personaje la dilatada experiencia sobre el escenario de Beatriz Carvajal?
R.- Yo ya no puedo ver a nadie en el papel de Mari Carmen que no sea Beatriz. Es una actriz que trabaja desde la más absoluta verdad y que empatiza muy bien con el público, se la quiere desde el minuto uno. Además ha hecho de todo en la vida y eso es muy importante. Cuando recibió el texto, me llamó para decirme que no iba a plantearse hacer un monólogo porque es muy duro pero se lo leyó y al día siguiente me llamó para preguntarme cuando empezábamos. Le había entusiasmado y no pudimos tener más suerte porque es la mejor Mari Carmen que podíamos imaginar.

P.- ¿En la obra se reivindica la lectura casi como algo terapéutico?
R.- Sí, de hecho hubo un pase de un preestreno en Alfaz del Pi en el que una señora, saliendo del teatro, aseguraba que iba a leer más libros. Y es algo que nos hizo mucha ilusión porque la lectura puede ayudar a todo el mundo, es la medicación más sana.

P.- ¿Cuál cree que es el motor de la comedia en esta obra?
R.- El motor de la comedia es la vida. Mari Carmen desdramatiza los aspectos más serios de la existencia desde la humildad de una mujer poco leída. Al enfrentarse a estas cuatro mujeres tan importantes en la historia la comedia surge sola.

P.- La obra tiene también un fondo de cierta melancolía muy atada a la actualidad: mujer humilde, con un marido cruel, rodeada por la soledad...
R.- Sí, la vida no le ha regalado nada y vive esa situación de maltrato que es terrible pero muy común. Beatriz me cuenta que en alguna función se le han acercado al camerino mujeres diciendo que ellas son Mari Carmen. Yo espero que el público entienda que se puede salir de los baches y ser feliz.

P.- Has trabajado en cine, en televisión y en teatro... ¿Con esta experiencia cómo ves la situación del sector?
R.- La gente va al teatro más que nunca pero cada día es más complicado sacar adelante una obra. Los beneficios son mínimos y el IVA nos está matando porque se come el margen del productor. En cine hemos tenido un buen año pero también es muy complicado porque ya no existen las películas de nivel medio, todo son grandes éxitos. En la televisión sí que hay mucho trabajo porque la ficción española sigue funcionando muy bien. También creo que debería haber otras leyes de protección para el cine y el teatro pero a pesar de todo el público sigue respondiendo.