Image: Sils-Maria (Suiza)

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El Cultural

Sils-Maria (Suiza)

21 agosto, 2012 02:00

Fabián Panisello, Montero Glez, Juan Uslé

Escribo estas impresiones sentada en un banco de madera centenaria en la ladera de una montaña del valle Engadine, en el cantón suizo de Grisones. En el mismo banco donde Nietzsche pensó y anotó numerosos párrafos para su Así hablo Zaratustra.

Comienza ahora el atardecer arriba en el valle con una dulce luz violeta. Solo me acompañan un cielo pastel sobre el lago dorado, rodeado de innumerables hileras de pinos verdes que descansan, solitarios, en un olor intenso a hierba. Muy de vez en cuando, uno o dos paseantes caminan ladera arriba para adentrarse en el valle de Fex.

Escribo en este banco de madera cerca de la Nietzsche Haus en Sils-Maria. Aquí, en esta casa, el filósofo pasaba largas temporadas curándose de sus dolores de cabeza terribles y aquí, en esta casa, creó la mayor parte de su obra monumental.

La casa fue mi refugio las mañanas de inviernos helados, cuando, embarazada de mis dos hijos, no podía hacer esquí de fondo ni tampoco permanecer sentada tiempo. Paseaba entonces desde Maloja a Sils-Maria y entonces recalaba en la biblioteca de la Nietzsche Haus para hablar con el librero quien -en una habitacioncita donde todavía hoy se pueden adquirir los libros mejor editados de Nietzsche y de sus contemporáneos de este valle suizo- sorbía café tras café y atendía con calma a los visitantes.

Es esta una casa blanca, simple, elegante, anónima y acogedora. Se mantiene hoy en el mismo estado que cuando la habitaba el pensador y lo único que molesta, en ocasiones contadas, es el trasiego de gentes que parecen no tener respeto por el silencio.

La casa en Sils era el lugar favorito de Nietzsche, su refugio. También el mío en este julio caluroso. Y el de otros pocos veraneantes en este valle inmenso. Como Gerhard Richter, quien ha donado a la Nietzsche Haus parte de sus fotografías de la colección de pinturas que el artista denomina Atlas. Fotografías pintadas de cielos y montañas de Sils-Maria, del valle Fex y de otras rincones del Engadine y que fueron publicadas en su totalidad por Ivorypress en 2009.

Thomas Mann, Herman Hesse y sus familias pasaban también los veranos en estos parajes. Y Alberto Giacometti. Alberto venía todos los veranos desde París a casa de sus padres, Ana y Giovanni, en Maloja. Con sus amigos paseaba cada tarde hacia Sils-Maria rodeando el lago a través de Isola, una aldea diminuta donde sus cabras producen los quesos más deliciosos del mundo.

La casa de Nietzsche era entonces un punto de encuentro, destino final de artistas y escritores. Hoy lo sigue siendo también para todos aquellos que amamos este valle, en invierno y en verano. Sobre todo en esos días en los que queremos perdernos en nosotros mismos. Es el lugar del "eterno retorno".

Elena Ochoa Foster es fundadora y directora de Ivorypress. En su sala madrileña puede verse su magnífica colección de libros de artistas con ediciones muy especiales de Anish Kapoor, Francis Bacon o Eduardo Chillida. A principios de septiembre tiene previsto inaugurar la exposición de la arquitecta Zaha Hadid.

Ya nos lo han contado...

  • Fabián Panisello: Gálata (Turquía)
  • Montero Glez: Sancti Petri (Cádiz)
  • Juan Uslé: Olleros de Pisuerga (Palencia)
  • Borja Cobeaga: Annecy (Francia)
  • Inocencio Arias: Lago Titicaca (Bolivia)
  • Rafael Doctor: San Miguel de Cabo de Gata (Almería)