Image: Jorge Sanz

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El Cultural

Jorge Sanz

"En este oficio hay que saber estar arriba y abajo"

5 febrero, 2011 01:00

Jorge Sanz interpreta a Tony Wendice en Crimen Perfecto

El actor protagoniza Crimen Perfecto en el Teatro Principal de Alicante este fin de semana

Con la misma naturalidad y simpatía y el mismo tono de voz entrañable y desinhibido del niño que se dio a conocer en los 80 pero con la serenidad y seguridad que aportan treinta años en la profesión, Jorge Sanz (Madrid, 1969) atendió a Elcultural.es bocadillo en mano, entre ensayo y ensayo, para hablar de su nuevo proyecto, Crimen perfecto. Una obra de teatro que protagoniza junto a Elena Furiase y Pablo Puyol y que se estrena este fin de semana en el Teatro Principal de Alicante a las órdenes de Víctor Conde (La ratonera, Los miserables). Tras su valiente, fresca y acertada apuesta televisiva Qué fue de Jorge Sanz , el actor interpreta ahora al retorcido marido que creó la mente de Frederik Knott y que el gran Hitchcock llevó a la pantalla: "Yo soy Tony Wendice -anuncia orgulloso- el gran Ray Milland".

PREGUNTA.- Eso iba a preguntarle, ¿se ha servido del trabajo de Ray Milland para preparar el papel o ha preferido partir de cero?
RESPUESTA.- En principio siempre partes de cero pero le estamos dando un giro de tuerca a la función y estamos haciendo una representación del rodaje de Alfred Hitchcock. Con plató, decorado y todos los elementos de un rodaje... El texto es muy parecido y lo que estamos haciendo es recrear a los actores de la película manteniendo su estilo.

P.- ¿Asusta participar en un proyecto con el sello Hitchcock?
R.- Qué va, me tiré de cabeza en cuanto me lo presentaron, me gusta mucho el terreno en el que se mueve y el ambiente que recrea la obra.

P.- ¿No teme a la crítica?
R.- A la crítica no se le teme se le analiza más de lo que ella se cree.

P.- ¿Cómo ayuda un director tan joven como Víctor Conde a mantener el suspense y la tensión que requiere una obra como esta?
R.- Víctor Conde es el gran descubrimiento de esta función, es un tipo que sabe infinito. A mí nunca me habían dirigido tan bien en teatro. Te deja volar pero llevándote a la vez por su camino y mantiene un trato exquisito con los actores. Todo lo que dice es impecable y tiene unas ideas muy brillantes. A partir de ahora procuraré trabajar sólo con él.

P.- ¿Qué le diría al público escéptico para que vaya a ver la obra?
R.- Que van a volver a vivir el suspense y el melodrama de la película de Hitchcock, con todos los elementos que el maestro utilizó tan bien. Creo que a quien le guste Hitchcock va a disfrutar con la obra y el ambiente que se recrea y, además, en persona que siempre tiene mucho más encanto.

P.- Les espera ahora una gira larga hasta llegar a Madrid...
R.- Sí, ya tenemos cerradas fechas en 50 ciudades españolas, incluso para 2012. En septiembre llegaremos al Teatro Reina Victoria de Madrid, donde estaremos hasta Reyes.

P.- De la televisión al teatro y entremedias cine, ¿donde se encuentra mas cómodo en este momento de su carrera?
R.- Yo estoy formado haciendo cine, es donde llevo toda mi vida, pero el teatro me ha devuelto la excitación de pisar terrenos que no termino de dominar y me ha devuelto mucha energía y nervio a la hora de trabajar.

P.- Acaba de tomar el encomiable riesgo de reirse de sí mismo y sin complejos en la serie Qué fue de Jorge Sanz, una práctica muy poco habitual en este país que a usted le ha salido muy bien.
R.- Estoy sumamente satisfecho. Primero con el proyecto, que creamos David (Trueba) y yo y que pusimos los dos en pie, y segundo porque está en donde tiene que estar que es en un canal de televisión, aunque sea privado. Contento también por el personaje, las tramas y por cómo salió la serie. Exploramos un terreno y nos salió bien, hemos disfrutado mucho.

P.- En la serie bromea con un asunto tan duro como cierto y es que los jóvenes directores no le llaman, ¿a qué atribuye esa dinámica y dónde la sitúa en el tiempo?
R.- La sitúo en la idiosincrasia de este oficio. Llevo treinta años trabajando y es normal que haya épocas en las que no estás en todos los proyectos. En una carrera orientada a largo plazo como es la mía tiene que ser así. Hace muchos años que lo tengo asumido y sé que es una de las contrapartidas de este oficio. Hay que saber estar cuando estás arriba y cuando estás abajo.

P.- ¿Ha sido fácil ponerse en su propia y, a la vez, ficticia piel?
R.- Ha sido un trabajo muy nutritivo e intenso. Lo tenía muy claro, antes de que David escribiera los guiones ya sabía lo que tenía que hacer, ha sido un papel asumido desde el principio.

P.- ¿A qué atribuye el éxito que ha tenido la serie?
R.- A la honestidad con la que está hecha. Hemos hecho la serie que a nosotros nos gustaría ver y con nuestros amigos. Teníamos los elementos disponibles y David y yo somos amigos desde hace más de veinte años. La serie tiene un corte muy novelesco y gran sentido del humor que David usa como camino para crear unas cargas de profundidad muy grandes con un toque nostálgico como el que impregna sus novelas.

P.- ¿Suena más el teléfono de Jorge Sanz después de Qué fue de...?
R.- No exactamente, igual que antes. En este oficio no hay que preocuparse, hay que ir pasito a pasito. Hay que coger lo que tienes entre manos con el mayor cariño posible y hacerlo lo mejor que puedas, eso es lo que te va a hacer volver a trabajar.

P.- ¿Cuándo vamos a volver a verlo en el cine?
R.- Este año está previsto que se estrenen Clara no es nombre de mujer (un proyecto cubano con Jorge Perugorría) y La vaca, la película que rodé en Guatemala que sale en la serie (un capítulo hilarante). Lo siguiente sera el rodaje de un proyecto que dejó escrito Azcona, Los muertos no se tocan, nene, y que dirigirá José Luis García Sánchez.

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