Albert Boadella, por Gusi Bejer

Albert Boadella, por Gusi Bejer

El Cultural

Albert Boadella: "Mi Quijote justificará a los que me acusan de ser un vendido a Castilla"

6 enero, 2005 01:00

Pregunta: Ha dicho que el Quijote es imposible de llevar a escena. ¿Qué ha cambiado para que ahora acepte la propuesta de Esperanza Aguirre?
Respuesta: De la misma forma que parecería disparatado hacer Las Meninas en teatro, tampoco es posible trasladar el Quijote sobre la escena. En el mejor de los casos, será siempre una miniatura con relación al original porque se trata de artes distintas. Por lo tanto, yo no voy a cometer la insensatez de intentar reproducir en el escenario la novela de Cervantes.

P: Lluís Pasqual criticó que Aguirre le ofreciera a usted dirigir el Teatro del Canal y luego el Quijote porque es un “ejercicio de mercadotecnia y cinismo como solo ella es capaz de hacer”.
R: Ciertamente, Pascual es un hombre muy listo y mucho más adecuado que yo para dirigir los Teatros del Canal, sus anhelos profesionales se han orientado siempre hacia esos menesteres y comprendo su frustración cuando Esperanza Aguirre no se lo ofrece. Aunque en este caso, le ha faltado la astucia suficiente para que no se le notara tanto el plumero.

P: ¿Tiene escrita ya la obra?
R: El personaje de Don Quijote irradia una forma de enfrentarse al mundo que he tratado de reproducir en algunas obras de manera indirecta, por ejemplo, Don Josep de El Nacional, ciertos momentos de la obra sobre Pla, la parte final de Daaalí o incluso algunos personajes de Yo tengo un tío en América, o sea, que llevo muchos años acercándome discretamente al asunto.

P: ¿Cómo se imagina a Don Quijote?
R: Los Quijotes han desaparecido de nuestro entorno. En muy pocos años España ha liquidado los vestigios quijotescos de sus gentes y paisajes. Cuando leí la novela a los veinte años todavía encontraba referentes a mi alrededor, ahora en la nueva lectura tengo que recurrir a la memoria, todo forma parte del pasado. Incluso España está a punto de desaparecer. Quizá en esta dirección encuentre la forma de enfrentarme al tema.

P: Entonces ¿en quién se inspirará Fontserè en caso de que sea él quien interprete a Don Quijote?
R: En la suposición de que no aparezcan diez Quijotes, o una Quijota, quien lo interprete solo podrá recurrir a la arqueología, no queda hoy en pie ni un solo monumento entero de esas características.

P: Y la escasa caballeresca realidad de la España rural con la que choca Don Quijote ¿qué relación tendrá en su obra con la escasa caballeresca realidad de la nación de naciones?
R: La única relación posible es a botes de lanza o si lo prefiere en lenguaje actual ¡a hostias!

P: Que Don Quijote haya visitado Barcelona ¿le salva de morir en la hoguera nacionalista?
R: Los elogios de Cervantes correspondían a una cierta realidad del momento. La Barcelona que visitó Don Quijote era más sensata que la actual. No perdía el tiempo planteándose a diario las dudas sobre su naturaleza española. Hoy, unos embaucadores que han secuestrado los sentimientos ajenos se pasean por el territorio como héroes nacionales y expidiendo certificados de catalanidad. Algunos me acusan de ser un vendido a Castilla, pues así, con una buena apología del Quijote todo estará perfectamente justificado.

P: La novela tiene fragmentos aburridos, carece de ritmo... ¿está de acuerdo?
R: No estamos hablando del Kill Bill de Tarantino. Los conceptos actuales del tiempo son otra cosa; a mí, simplemente, me parecen terroríficos. Por eso Els Joglars construyen las obras acompañados por el tiempo que marca la naturaleza. Comprenderá que no puedo desmitificar un mito al que aspiro. Se trata precisamente de lo contrario, de convertir en realidad lo mítico. Esto es lo más transgresor.

P: Martin Amis compara la lectura del Quijote con la visita por tiempo indefinido de tu pariente más anciano y más pesado, con todas sus bromas y chistes malos.... y sus todavía más insoportables amiguetes ¿Lo dice porque es inglés?
R: Es un retrato algo incompleto, faltaría añadir la estupidez del té de las cinco, el clima depresivo y la cocina repugnante, para una descripción tópica de la pérfida Albión. Comprendo que para un inglés actual es duro admitir que la novela moderna empezó en España. Sin embargo, los contemporáneos de Cervantes estuvieron más generosos, pues fueron los primeros en traducir el Quijote.

P: Cervantes o Lope. ¿por cuál siente más cercanía?
R: Cervantes es un personaje trágico, de vida difícil, un perdedor heroico en ciertos momentos y sórdido en otros. Sus manos debían ser grandes y callosas. Las de Lope finas y pequeñas como los escritores de hoy que escriben la vida desde un ordenador. Además, Lope era un típico hombre de teatro, algo fantoche y muy pícaro, como yo. Quizá por lo distinto, admiro más a Cervantes pero también por la mayor pervivencia de su obra. Lope, tan espectacular entonces, es hoy muy viejo, está fosilizado.

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