Image: Jorge Muñiz

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El Cultural

Jorge Muñiz

“Es una pena que mi Marcha no suene este sábado en la boda”

20 mayo, 2004 02:00

Jorge Muñiz

La Marcha Nupcial que sonará esta tarde en el Auditorio de Oviedo es un regalo sonoro del Ayuntamiento de la capital asturiana a su paisana Letizia. Su autor, Jorge Muñiz (Friburgo,1974), es uno de los "cerebritos" de la creación española actual. Tras obtener el Premio de los Jóvenes Compositores Europeos, actualmente es profesor en la Manhattan School de Nueva York, un hito para quien no ha cumplido todavía los treinta. Entre sus proyectos más importantes está la culminación de una ópera sobre Germinal de Emile Zola.

PREGUNTA: A usted le encargan una Marcha nupcial para Felipe y Letizia, ¿qué le inspira?
RESPUESTA: Pienso en tradición, solemnidad, y festividad. Una obra que, si bien tiene conexión con estas ideas, también tiene presente el mundo de hoy.
P: Ante las de Mendelssohn o Wagner, ¿en qué espejo se mira su marcha?
R: Es una pieza conceptual de principio. Es la idea lo que crea la obra y no la imitación. Puedo usar elementos de otras fuentes, como la zarabanda del siglo XVI, pero éstas se reinterpretan y se integran en mi lenguaje.
P: ¿Sería diferente si no fuera para una pareja principesca?
R: Por supuesto, porque el concepto que subyace en la obra sería diferente. El concepto en la Marcha Nupcial era el de representar a la tradición de la Corona de España y la solemnidad que el evento requiere.
P: Es un encargo del Ayuntamiento de Oviedo, ¿le da pena que la Casa Real no la haya incluido en la ceremonia?
R: Pena si me da, aunque de cualquier manera la obra fue desde un principio encargada y compuesta con miras al concierto de hoy en Oviedo. La obra la compuse pensando en que tuviera una doble funcionalidad: para el concierto y para la ceremonia, y así creo que se ha terminado, pero al final corresponde a los novios, sus familias y personas designadas la decisión.
P: ¿No será porque es muy difícil de oír?
R: Este ha sido uno de los mayores retos que he tenido con esta obra. Sin renunciar a mi lenguaje he querido utilizar los elementos que pueden establecer una conexión directa con el oyente. Por eso en la marcha he medido muy bien el nivel de disonancia, con una transición muy suave, dando una carácter final más amable y menos áspero a la obra. Yo siempre he creído firmemente que la música ha de tener dos capas bien diferenciadas: una de asimilación directa, caracterizada por los vínculos con el oyente, y otra de técnica y trabajo "artesanal". Algunas músicas contienen sólo una de ellas (la otra es casi inapreciable). Todos podemos encontrar ejemplos en sólo una de estas dos capas.
P: ¿Se le puede poner música al divorcio?
R: Un compositor debe poder poner música a cualquier circunstancia. Algunas son más agradables que otras. Por ejemplo, mi ópera Germinal contiene una música que en muchas ocasiones no es fácil de escuchar, no por su complejidad (que la tiene), sino por su extrema densidad emocional. Algunos que han oído algunos extractos me han comentado cómo al final de la audición se encuentran sicológicamente exhaustos.
P: ¿No le tienta el pop? Ganaría más dinero.
R: Nunca he estado en esta profesión por dinero. Más dinero ganan muchos de los yuppies que veo cuando paseo por Wall Street. Mi visión como compositor siempre ha sido la de "artesano". Nunca me he visto como el "héroe" que tiene el rol de dirigir a las masas hacia un mundo mejor.
P: Una vez en Nueva York, ¿por qué no Hollywood?
R: Lo pensé, cuando debía decidir dónde estudiar para mi doctorado. De hecho, fui admitido en la University of Southern California, uno de los centros importantes para música de cine. No he desechado la idea por completo, pero es un mundo muy estresante el del compositor de música para el cine. He llegado a apreciar la enseñanza mucho más.
P: ¿Qué tiene Nueva York que no tenga España?
R: Me encanta vivir en Nueva York, su oferta en todos los ámbitos y el carácter tan abierto de la gente. También disfruto pudiendo comprar por Internet pescados y verduras para la semana…
P: Está preparando una ópera, Germinal, ¿regresa Zola a la actualidad?
R: ¿Por qué no? The Tempest de Shakespeare, ópera de Thomas Adès, acaba de estrenarse en Londres. Ciertos autores mantienen su voz a través de los siglos, o milenios. Por esa razón la primeras óperas son tragedias griegas.
P: Dice que su temática toca a los asturianos de cerca, ¿sólo a ellos?
R: A ellos en especial. Si bien el drama social de Germinal fue originalmente situado en un pueblo minero de Francia, tiene muchas conexiones con nuestra historia reciente del siglo XX. Espero que, más que por el drama social, la obra toque a los asturianos de cerca en su esencia. ¿Y cuál es nuestra esencia (o nuestro duende)? Es difícil expresarlo con palabras, pero confío en que después de escuchar la ópera, el público pueda decir: está compuesta por un asturiano, igual que Appalachian Spring está compuesta por un americano.
P: ¿Qué ópera acompañaría a un golpe de Estado?
R: Boris Godunov, de Mussorgski.
P: ¿A la guerra de Irak?
R: Attila, de Verdi.
P: ¿Al sida en áfrica?
R: Der Kaiser von Atlantis, de Viktor Ullmann.
P: Y, ¿a la victoria de Zapatero?
R: Doktor Faust, de Busoni.