Nick Kyrgios sonríe en su partido ante Sabalenka en la Batalla de los Sexos.

Nick Kyrgios sonríe en su partido ante Sabalenka en la Batalla de los Sexos. EFE

Tenis

Kyrgios cumple su promesa y no tiene piedad de Sabalenka en la Batalla de los Sexos

El tenista australiano derrotó a la número 1 por la vía rápida (6-3, 6-3) en una hora y cuarto.

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No hubo color. La Batalla de los Sexos en el tenis la ganó un hombre y de forma clara.

Nick Kyrgios derrotó con facilidad y por la vía rápida a Aryna Sabalenka (6-3, 6-3) en un show sobre el que se habían puesto muchas miradas interesadas.

Apenas una hora y cuarto duro el espectáculo. Ese fue el tiempo que Kyrgios, el hombre alocado y alejado de los mejores puestos del ranking, derrotó a Sabalenka, la número 1 del circuito, metódica y seria.

Kyrgios, por su propio peso

El Coca-Cola Arena de Dubái se convirtió en el escenario de esta especie de experimento social. Con las normas cambiadas y algunos criterios impuestos para equilibrar la teórica inferioridad física de Sabalenka sobre Kyrgios, el partido tuvo un inicio igualado.

El origen del desafío estaba en unas declaraciones de Kyrgios durante el US Open, asegurando que derrotaría fácilmente a cualquier jugadora, incluida Sabalenka. La bielorrusa recogió el guante y la agencia Evolve, que representa a ambos, convirtió la idea en espectáculo.

El partdo tenía mucho de espectáculo y apenas nada de trascendental. Negocio, en definitiva. Uno más. Y en el show se suele mover mucho mejor Kyrgios, que hace tiempo que dejó de ser un tenista al uso.

Los jugadores tan sólo contaban en esta exhibición con un servicio, y eso condicionó de manera extrema cada saque y cada juego. Sabalenka se adjudicó su primer saque, y Kyrgios hizo lo propio después.

Sin embargo, enseguida el encuentro entró en una vorágine de roturas fruto de esta novedosa norma. Cinco breaks consecutivos, dos a cargo de la bielorrusa y tres para el australiano, que dejaron ganador a Kyrgios. 

El número 671 del ranking se puso serio, apretó el acelerador y le tomó la medida al otro lado de la pista, un 9% más pequeño para igualar la desventaja física de Sabalenka. El resultado, un 6-3 favorable al hombre, que empezaba a desequilibrar la Batalla de los Sexos.

El remate

El segundo set no hizo sino reafirmar la superioridad del australiano frente a la número 1 del mundo. 

Sabalenka, no obstante, se soltó ya sin nada que perder. Se animó incluso a bailar La Macarena en uno de los intermedios para amenizar al público que abarrotaba las gradas.

Como consecuencia de ello, se colocó por primera vez en el partido con break arriba. Lo ratificó con el 3-1, pero hasta ahí llegó su sueño de poder forzar un tercer set.

Sabalenka y Kyrgios, frente a frente en la Batalla de los Sexos.

Sabalenka y Kyrgios, frente a frente en la Batalla de los Sexos. EFE

Kyrgios volvió a ponerse serio, recuperó la rotura en contra y encadenó cuatro juegos consecutivos que dejaron sin respuesta de ningún tipo a Sabalenka.

Eso fue todo. Una hora y cuarto apenas de tenis, dos sets y una superioridad manifiesta de un tenista hombre semiretirado sobre una tenista mujer que ocupa actualmente el trono.