Alcaraz, en la final de Wimbledon 2024

Alcaraz, en la final de Wimbledon 2024 Reuters

Tenis

Alcaraz y su regreso a la hierba sagrada: Queen's, puesta a punto para conquistar Wimbledon y unirse al club de Federer o Borg

El tenista español, que ha pasado unos días de desconexión en Ibiza, inicia su gira de hierba en busca de conquistar su tercer Wimbledon.

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A su manera. Así busca hacer historia en el tenis Carlos Alcaraz. Fiel a su tradición, el murciano volvió a tener unos días de desconexión tras conquistar Roland Garros y en la antesala de afrontar su nuevo reto en Wimbledon.

Ya realizó el ritual el año pasado y acabó en éxito. Se fue a Ibiza, recargó pilas y regresó más fuerte que nunca para imponerse a todos sus rivales y barrer a Djokovic en la final. Ahora busca repetir la hazaña. Es el máximo favorito.

Inicia la gira de hierba, una superficie a la que le está cogiendo el gusto el tenista de El Palmar. De hecho, no existe ningún suelo en el que tenga un mejor porcentaje de victorias. Alcaraz suma allí 27 partidos en su carrera con un balance de 24 victorias y tres derrotas.

Alcaraz, junto al trofeo de campeón de Wimbledon.

Alcaraz, junto al trofeo de campeón de Wimbledon. REUTERS

De hecho, ha conquistado los mismos títulos que tropiezos en la hierba. Es bicampeón de Wimbledon y ya sabe lo que es ganar Queen's. Por su parte, los únicos capaces de superarle han sido Medvedev, Sinner y Draper. Nadie más le ha hecho sombra.

Un 88,9% de victorias que mejoran los grandes registros sobre la tierra batida (82%) y sus números en pista dura (76,3%). Bien es cierto que allí tiene más partidos jugados, pero las sensaciones que viene mostrando el murciano en hierba son inmejorables.

Estadísticamente, Alcaraz no solo ha mejorado su porcentaje de victorias con el paso de los años, sino que también ha potenciado aspectos clave de su juego en hierba: ha incrementado la agresividad en sus golpes, la eficacia de su primer servicio y la capacidad para ganar puntos cortos, fundamentales en esta superficie.

Centrado en Queen's

Alcaraz tiene Wimbledon en el punto de mira. Aspira a conquistar su sexto Grand Slam. Pero antes debe poner su foco en el ATP500 de Queen's. Un torneo que ya ganó en 2023 y que le servirá como toma de contacto y en el que intentará ganar sensaciones.

El murciano ya está en tierras londinenses y su debut llegará el martes frente a su compatriota Alejandro Davidovich. Un duelo fratricida que se repetirá apenas dos meses después de verse las caras en las semifinales del Masters 1.000 de Montecarlo.

El vencedor de este duelo fratricida se las verá en octavos de final ante el Jaume Munar o el australiano Jordan Thompson, un gran especialista sobre hierba. Los problemas aumentarían de cara a cuartos de final donde, salvo sorpresa mayúscula, se encontraría con Ben Shelton.

Un rival peligrosísimo en este tipo de pistas y que llegará con ganas de revancha tras ser superado por el español en los octavos de final del pasado Roland Garros.

Holger Rune, Grigor Dimitrov, Gael Monfils o Jakub Mensik son los máximos candidatos a cruzarse en su camino en unas hipotéticas semifinales, mientras que Jack Draper su verdugo el año pasado, y Taylor Fritz se perfilan como los mejor situados para luchar por el título.

Un club selecto

Queen's lo afrontará con seriedad y el objetivo de alzarse con un título, pero el premio de Wimbledon es mucho mayor. Hablamos de un Grand Slam. Y Carlos Alcaraz está a un paso de colarse en un selecto grupo en la historia.

El murciano ha ganado las dos últimas ediciones de Wimbledon y si conquista su tercera corona consecutiva logrará un hito en la superficie tan solo al alcance de cuatro tenistas: Djokovic, Federer, Sampras y Borg.

Ellos cuatro son los únicos tenistas de la Era Open que han ganado Wimbledon durante tres años seguidos. De hecho, tan solo 15 jugadores han logrado alzarse tres veces con el major a lo largo de toda la historia. Por añadir contexto, Nadal ha ganado dos.

La historia de Alcaraz ya es digna de colocarle entre los grandes de la historia. Y todavía tiene 22 años. Por delante tiene más de una década de carrera y posee todos los ingredientes para sentarse en la mesa del 'Big Three'. Queda mucho por hacer. El primer paso, conquistar Wimbledon.