Garbiñe Muguruza tras su derrota.

Garbiñe Muguruza tras su derrota. Reuters Jason Reed

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Garbiñe Muguruza: "No estoy lista para competir"

La española cede a la primera en el torneo de Dubái, asegura que tiene que empezar de cero y pone en duda su participación en Doha, que arranca en unos días.

17 febrero, 2016 23:24
Dubái

“No estoy lista para competir”. Garbiñe Muguruza no le buscó los tres pies al gato después de caer en su estreno en el torneo de Dubái, donde defendía las semifinales alcanzadas en 2015. La española, que cedió 6-7 y 3-6 ante Elina Svitolina en 1h53m, terminó desesperada tras cometer 68 errores no forzados (más de tres por juego), una barbaridad que irremediablemente le costó la derrota y subrayó algo cada vez más evidente: lejos de ser la jugadora mercurial de la temporada pasada, la misma que llegó a la final de Wimbledon y asombró al vestuario en el tramo final del curso aupándose hasta el número tres del mundo, Garbiñe ha arrancado el año más complicado de su carrera a tirones, atrapada en sus propias expectativas. De momento, la número cinco no encuentra aire.


“Necesito empezar desde cero”, se arrancó Muguruza ante los cuatro periodistas que se congregaron en la sala de prensa del torneo después de la medianoche, cuando las luces de la pista central ya se habían apagado. “Tengo que comenzar de nuevo y olvidar estos dos torneos [Abierto de Australia y Dubái]. Debo trabajar un poco más en mis golpes y en mi estado físico. No quería sentir estas sensaciones compitiendo, aunque obviamente sabía que podían llegar”, prosiguió la española todavía vestida de tenista, sin haber pasado por la ducha. “No estoy demasiado preocupada porque sé lo que tengo que hacer y creo que me voy a tomar mi tiempo para hacerlo”, aseguró, poniendo en duda su participación en el Premier 5 de Doha que arranca el próximo 21 de febrero, una de las citas más importantes del calendario.


Antes, un partido terrible. En su debut en Dubái, Garbiñe jugó mal y compitió peor. La española se quedó sin ideas frente la solidez de Svitolina, que escuchó en el vestuario cómo la histórica Justine Henin, ahora su asesora, le explicaba el camino para frenar a la española. Pocas veces consiguió Muguruza desbordar a la ucraniana, que planteó un cruce lleno de defensas fantásticas para las que su contraria no tuvo respuesta, sumando una pila de errores bien alta y entrando en colapso al final de la noche.


“Las primeras rondas son muy difíciles”, explicó luego la favorita, que acabó vencida por la aspirante. “Juegas contra rivales que están arriba en el ránking, que son duras y por supuesto quieren ganar. Siempre cuesta empezar, como me ha pasado a mí. No encuentro una razón en particular, pero no soy la única a la que le está pasando todo esto. No encuentro mis mejores sensaciones. Estar al máximo nivel es difícil y ser favorita no significa nada muchas veces”, continuó. “Pero no solo me pasa a mí, también le pasa al resto de las jugadoras buenas. Ninguna acabamos de encontrar nuestro ritmo”, se escudó la española, que reconoció estar sin energía tras haberse resfriado durante los días anteriores a su debut.


Hasta ahora, el 2016 de Garbiñe se resume en una escala de grises. A su prematura eliminación en el primer grande del curso (cedió en la tercera ronda ante la checa Strycova), condicionada por los dolores en la fascia plantar del pie izquierdo, le siguió una buena reacción en la eliminatoria de Copa Federación contra Serbia (ganó sus dos partidos individuales). En Dubái, sin embargo, Muguruza se volvió a marcha con la cabeza hundida entre los hombros.


“Estoy jugando con más presión de lo habitual, obviamente”, reconoció la número cinco, expuesta ante la obligación de levantar siempre los brazos. “Se supone que cada vez que entro en la pista tengo que ganar. También es lógico. Sé que me voy a encontrar en muchas situaciones como esta”, añadió. “Tampoco voy a entrar en depresión, simplemente voy a seguir entrenando. Si no me salen en las cosas en el próximo torneo, me saldrán en otro”, dijo esperanzada, aunque es toda una incógnita si viajará a Doha para jugar la segunda parte de la gira por Oriente Medio.


“Voy a hablar con mi equipo, a ver qué decidimos”, respondió cuando le preguntaron si su baja de Doha estaba confirmada. “Muchas veces vale la pena parar, entrenar y volver fuerte a otros torneos en lugar de seguir compitiendo si no te encuentras bien. Si no estoy al 100%, creo que no es necesario ir”. Con la temporada recién empezada, un problema que de momento no tiene solución: Garbiñe no encuentra a Muguruza, esa competidora temible destinada a llevar la voz en el futuro inmediato del tenis femenino.